Trucos para hacer vivac en España y dormir bajo las estrellas

Coge tu libro de Thoreau, deshazte de esta vida que no es más que un fraude como si fuese una piel de serpiente, y vuelve a conectar con tus ancestros rodeado de naturaleza. Dormir bajo las estrellas, hacer fuegos y, en definitiva, volver a la vida primitiva. Quizá algunos que se pasan el día encerrados entre las cuatro paredes de una oficina y necesitan pastillas para conciliar el sueño en su cómoda cama, buscan una experiencia diferente en la inconmensurabilidad del mundo. Podría ser una explicación, pues lo cierto es que cada vez más personas se apuntan a aquello de hacer vivac.

El vivac (de origen francés, por bivouac) deriva a su vez del término suizo-alemán 'beiwacht'. En sus tiempos se trataba de la guardia adicional para aumentar la vigilancia en campamentos que llevaban a cabo las tropas o fuerzas militares. Popularizada por montañeros y soldados, la práctica del vivac se refiere a dormir al aire libre con un saco. El concepto es un poco diferente al de pernoctar (pasar la noche fuera de casa, en un refugio, por ejemplo) o la acampada (colocar una vivienda temporal en una zona), pues en esencia viene a consistir en dormir al raso con tu saco ya mencionado, sin ningún tipo de techado.

El vivac es diferente a pernoctar o hacer acampada. Se trata simplemente de dormir usando un saco y sin techado alguno

Parece sencillo, ¿verdad? Quieres pasar un fin de semana diferente y, por algún motivo, decides sufrir un poco y librarte de tus miedos yendo a la montaña a pasar la noche. Quizá te encuentres algún animal por el camino cuando coloques la tienda de campaña, pero no hay muchas más preocupaciones, ¿no es cierto? En realidad no.

En principio, no podemos acampar donde nos plazca. El problema se agrava y el tema es confuso, debido a que no hay ninguna norma nacional que regule la acampada libre, sino que en cada Comunidad Autónoma hay una regulación diferente. Y hay que tener en cuenta que, en algunos lugares, las multas pueden llegar a ser de hasta 6.000 euros. Como en algunas zonas son mucho más permisivos que en otras, lo mejor que puedes hacer si has decidido pasar la noche en cualquier punto de nuestra geografía es contactar con el Ayuntamiento para informarte bien, pues a veces se deben cumplir unos determinados requisitos (o, directamente, no podrás hacerlo).

En cada Comunidad Autónoma hay una regulación diferente. Contacta con el Ayuntamiento para informarse bien, pues a veces se deben cumplir unos determinados requisitos

Aunque el vivac es un poco diferente porque no exige tanta parafernalia como la tienda de campaña y, por ello, es más fácil hacerlo, es importante también conocer si en la zona en la que te encuentras hay puntos determinados donde podrás hacerlo (por ejemplo, en parques protegidos. Siempre puedes buscar la legislación dentro de webs oficiales o preguntar en puntos de información) para dormir sobre seguro.

Es cierto que la acampada siempre es más cómoda, aunque sea por si se pone a llover, no está de más seguir ciertas recomendaciones para cuidar tanto el entorno a tu alrededor como a ti mismo. Aquí van algunos consejos.

¿Qué llevar?

• Esterilla, aislante y saco de dormir (imprescindibles, como es lógico).
• Una camiseta térmica y un forro polar. Vigila también el calzado, que sea cómodo y lleva varios pares de calcetines para cambiarte en caso de que se mojen. Dependiendo de dónde vayas a ir, a veces es útil contar con un gorro o guantes.
• De la misma manera, hazte con una muda seca para dormir.
• Algunas personas optan por llevar hornillos para cocinar y una cafetera, con cerillas y mecheros, aunque quizá es más seguro y cómodo llevar comida ligera (galletas, bocatas para cenar, etcétera). El agua, especialmente si vas a estar en un lugar donde escasea, es fundamental.
• No te olvides tampoco la linterna y usa el móvil con cabeza para evitar sustos, aunque siempre viene bien cargar con una batería portátil.
• Una navaja y bastones también son bastante útiles.
• A la hora de dormir, busca un sitio llano donde no haya piedras y, a poder ser, con algún muro cercan o similar para poder luchar contra el viento (posiciónate de espaldas a él). Evita la cercanía a los barrancos. Extiende tu esterilla y a descansar, mirando las estrellas.
• Dejar el lugar es tan importante como quedarse en él. Al terminar, lleva contigo todos los residuos y deja el lugar tal y como estaba, para los que lleguen detrás de ti.