¿Te gusta escribir a máquina? Tu lugar está en la India

En un mundo que cada vez está más digitalizado, y mucho más después de la pandemia de coronavirus, podríamos asegurar sin temor a equivocarnos que a día de hoy nadie usa ya la máquina de escribir. Ese ruido metálico de teclas que inundaba las casas ha sido sustituido por un tenue chasquido propio del teclado de ordenador, cuando no el frío silencio de nuestros dedos recorriendo el teclado táctil del teléfono móvil. La historia de la tecnología ha avanzado mucho. Estos objetos, más propios del siglo XX, ya solo cumplen la función de mero ornamento del espacio doméstico, a pesar de que antes eran imprescindibles en la tarea intelectual.

Incluso, en su día había disciplinas como la mecanografía que a día de hoy perduran, pero definitivamente ya no gozan de ese estatus que tenían antaño. Ahora, cualquier persona nacida con Internet aprende por sí sola a escribir rápido en el teclado alfanumérico de un ordenador o de un teléfono móvil. Sin embargo, en zonas lejanas y menos desarrolladas que en las que habitamos, como algunos pueblos y parajes rurales de la India, escribir a máquina todavía sigue teniendo la importancia para la vida educativa e intelectual, la cual antes era imprescindible.

"Si bien el uso de las máquinas de escribir en la India ya está extinto, existe una demanda muy específica a la que los distribuidores están prestando ahora atención"

Así lo testifica la periodista Kamala Thiagarajan que, en un reciente artículo de la 'BBC', nos traslada a la ciudad de Madurai, al sur del país, en el que un profesor llamado Dhanalakshmi Bhaskaran lleva años impartiendo clases a cientos de estudiantes todos los días. "Algunos todavía están en la escuela secundaria y acuden para tener una ventaja competitiva en el mercado laboral; otros, son ya trabajadores profesionales que compiten por asegurarse un puesto de trabajo en las oficinas de administración del gobierno", relata la periodista. "También hay algunas madres jóvenes que vienen atraídas con la esperanza de reiniciar sus carreras después de tener hijos".

Escritura 'vintage' en un mundo digitalizado

Bhaskaran usa una máquina Facit que es muy similar a la clásica Olivetti que utilizaron tantos escritores del mundo occidental para escribir sus obras maestras, desde Cortázar a Hemingway. Por tanto, si tienes un espíritu bohemio y aventurero, y careces de demasiadas responsabilidades (lo que hablando como todo el mundo sería "no sabes qué hacer con tu vida"), una buena opción, en caso de que sepas inglés y tengas vocación en la enseñanza, puede ser enrolarte en un viaje a estas tierras tan exóticas que en la segunda mitad del siglo XX sirvió de gran fuente de inspiración para tantos artistas.

Eso sí, deberías desempolvar la máquina de escribir que han podido haber usado tus padres o abuelos, pues en 2009 cerró la última compañía dedicada a la fabricación de estas perlas mecanográficas. "Si bien el uso generalizado de las máquinas de escribir en la India ya está extinto, existe una demanda muy específica a la que los distribuidores están prestando ahora su atención", asegura Rajesh Palta, un restaurador de estos objetos con tanta historia de Nueva Delhi. Su familia lleva más de cien años, exactamente desde 1954, dedicándose a la fabricación y venta de mecanográficas, hasta ha escrito un libro en el que relata la relación que tiene el país con la escritura a máquina. "En el presente, la demanda proviene tanto de profesionales como de coleccionistas impulsados por la nostalgia, como si fuera una pieza mágica del pasado", explica.

"Los archivos que se redactan a máquina son más permanentes, hay documentos gubernamentales que todavía se escriben así porque la tinta nunca se desvanece"

Por tanto, parece que actualmente existe un 'revival' con las máquinas de escribir en la India que bien podría ser similar al del vinilo en España en los últimos años. Como decíamos, es para muchos la puerta de entrada a la vida laboral en un país cuya población figura entre las más desiguales económicamente del mundo. De hecho, son muchos los funcionarios públicos que siguen usando esta herramienta para redactar sus borradores y documentos institucionales. La ventaja frente al ordenador, según explica Thiagarajan, es que "los archivos que se redactan son más permanentes, ciertos documentos gubernamentales importantes todavía se escriben así porque la tinta nunca se desvanece, a diferencia de las impresiones de ordenador". Lo mismo ocurre con los autos judiciales.

Aunque evidentemente la crisis del coronavirus está actualmente causando estragos en este país oriental, la India sigue siendo uno de los destinos más preferidos por los occidentales. Se trata de una nación que tiene el poder de transformar el alma humana, como aseguran muchos de los que ya han ido, y se suele aconsejar algo importante: debes estar muy preparado mental, moral y emocionalmente para recorrer alguna de sus ciudades, pues las costumbres y el modo de vida son muy diferentes, además de que las condiciones materiales en las que vive una gran parte de la población tampoco son de las más boyantes. Si te decides a ir, no olvides llevar aquella máquina de escribir que tienes guardada y ya nadie usa debajo del brazo.