Son Vell, una casa solariega del s. XVIII convertida en un hotel de lujo

La propia historia de Son Vell hace de este hotel un lugar especial. Se trata de una casa nobiliaria original del siglo XVIII que fue rescatada por el estudio de arquitectura de Vestige Collection, que se dedica a la rehabilitación y reforma de edificios con alto valor histórico, para transformarlos en hoteles y propiedades privadas de lujo asequible.

Ubicada en una finca de más de 180 hectáreas con cuidados jardines, una gran extensión de olivares y a tan solo unos minutos de la playa, la casa pasó por un arduo proceso de restauración en el que trabajaron arquitectos, paisajistas, historiadores, interioristas y académicos. Todos con un objetivo común: que este espacio que estaba en desuso y condenado a morir deshabitado, pudiera tener una segunda oportunidad.

Durante la rehabilitación se respetó en todo momento la identidad propia de los edificios de la finca, manteniendo el marés (arenisca) y la piedra caliza tradicionales, así como la madera original y los elementos de arcilla artesanal.

La reforma se extendió a cada una de las 33 habitaciones y suites de las que dispone el hotel, recuperando su esencia, para así invitar a los huéspedes a viajar a otra época, pero sin renunciar a las comodidades de la actual. De esta manera, aquellos que eligen alojarse allí pueden pernoctar en dormitorios con historia, en los que destaca su arquitectura de estilo veneciano decorados con obras arte, esculturas y muebles antiguos, pero con todo el confort del siglo XXI (televisión, wifi, baño totalmente equipado…). La decoración, en la que predominan los tonos suaves, está cuidada al detalle e incluye piezas singulares como sus lámparas de araña o sus taburetes.

Algunas de las suites se encuentran en los edificios anexos que también han sido reformados -antiguamente eran espacios dedicados a la labranza- y cuentan con amplias terrazas o incluso jardines privados con zona de comedor y tumbonas cubiertas para pasar tiempo al aire libre.

Más allá de las habitaciones, el alojamiento también ofrece todos los servicios necesarios para disfrutar al máximo de la estancia: piscina al aire libre, una alberca, dos bares -uno de ellos junto a la piscina- y dos aclamados restaurantes, cuyas recetas tradicionales están elaboradas con materia prima de calidad propia de la isla.

El primero es Sa Clarissa, que está enfocado en recetas mediterráneas y alta cocina de calidad, saludable y nutritiva. El segundo es Vermell, que recientemente ha sido incluido en la Guía Repsol 2024 y ofrece platos gourmet inspirados en la cocina de la península, de Gran Bretaña y de Francia.

Además de todo esto, el hotel tiene mucho que ofrecer en sus alrededores y es que, como decíamos, el mar está muy cerca: a tan solo 12 minutos caminando dentro de la propia finca es posible llegar a la cala de Son Vell y, un poco más allá, la playa de Son Saura. También limita con el Camí de Cavalls, una ruta que bordea la isla y a través de la cual es posible encontrar playas escondidas y disfrutar de paisajes espectaculares.