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Indonesia, Bali y Java: templos, playas, volcanes y 'rafting'
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algunos templos están sobre el agua

Indonesia, Bali y Java: templos, playas, volcanes y 'rafting'

La mayor virtud del ser humano es saber adaptarse a las situaciones, así que ponga en práctica su talento y demuestre que se mueve como 'pez en el agua' en entornos húmedos y secos

Foto: Arrozal en Ubud, Indonesia. (iStock)
Arrozal en Ubud, Indonesia. (iStock)

A 12.368 kilómetros de España se encuentra un oasis de verdadero lujo. Solo nueve letras componen el nombre de un país donde la paz interior se torna una filosofía de vida. Únicamente dos colores componen la bandera de esta nación, donde el descanso se une en simbiosis perfecta con los atractivos culturales y paisajísticos. A estas alturas es posible que haya descubierto que hablamos de Indonesia, un territorio insular ubicado entre el sudeste asiático y Oceanía que permite a sus visitantes disfrutar de experiencias únicas.

Existen viajes programados que permiten conocer a los turistas las diferentes regiones del país. Así, con la ciudad de Ubud como 'punto base' para pernoctar durante cuatro días, comienza una aventura inolvidable por la isla de Bali. Rodeado de selva y silencio inquebrantable, el sueño reparador que concilie durante su estancia en esta zona le hará reponer fuerzas antes de acometer las esperadas salidas. Entre ellas, no puede faltar la visita al templo Taman Ayun, construido a principios del siglo XVII por mandato de la dinastía Mengwi.

Este es solo el primero de los templos que podrá fotografiar, pues también tendrá el privilegio de conocer uno de los más importantes de la isla de Bali: el Tanah Lot. La característica más llamativa de este ejemplo de la arquitectura hinduista balinesa es su localización, ya que está situado en un islote a escasos 100 metros de la costa. Esta singularidad no es única del Tanal Lot, pues otros siete templos descansan sobre las aguas del mar frente a las playas de Bali.

El agua, no solo salada, cumple una función de vital importancia en la vida de Indonesia, muy vinculada al cultivo de arroz. Esta actividad agrícola se contempla durante la visita a uno de los arrozales más importantes de Bali, situado en los alrededores de Jatiluwih. El arroz es una de las comidas más típicas del país: seguro que lo encontrará en el menú durante el almuerzo que le servirán en un restaurante de Pacung con impresionantes vistas a las terrazas productoras de arroz y a los volcanes de la región. Con casi total probabilidad, también podrá probar zumos de frutas, comida picante, alimentos muy especiados, brochetas de carne y pescado y salsas de todo tipo.

Volcanes y 'rafting' al aire libre

Indonesia registra gran actividad volcánica y, por eso, su territorio está salpicado de diferentes cráteres. El de uno de estas montañas de lava, el Batur, puede ser visitado por los turistas. Este volcán es el más destacado de Bali, y para acceder hasta su 'boca' se intercalan trayectos por carretera con otros a pie que pondrán a prueba la resistencia física de los aventureros: su parte más alta está situada a 1.720 metros, pero sin duda las vistas que ofrece —que se acompañarán con un desayuno ligero— merecen la pena.

Durante su recorrido de bajada, se divisan a la perfección los regueros de lava que dejaron huella en antiguas erupciones, así como las aguas tranquilas del lago Batur. La jornada continuará con la brújula apuntando hacia el templo Besakih, más conocido como el 'Templo Madre' de Bali por ser el más grande de la isla. Está compuesto de 22 construcciones diferentes, tres de las cuales están dedicadas a la trinidad hindú —Visnú, Brahma y Shiva—. Algunas de estas edificaciones fueron objeto de reconstrucciones y reparaciones después de los terremotos que sufrió la región en 1917.

Y si lo que estaba esperando eran emociones fuertes, ha llegado su momento: podrá descender por el río Ayung entre los 25 rápidos de clase 2 y 3 en un descenso en 'rafting' adrenalínico. Si bien es cierto que en época de lluvias el caudal es muy abundante, la experiencia en temporadas más secas no desmerece en absoluto y siempre se pueden contemplar los helechos gigantes y aves exóticas que viven en los alrededores. No se requiere ningún tipo de condición física reseñable, siendo apto también para niños.

La mayor virtud del ser humano es saber adaptarse a las situaciones, así que ponga en práctica su talento y demuestre que, además de desenvolverse como 'pez en el agua' en los 'raftings', los entornos secos también son su fuerte. Un recorrido en bicicleta de unos 17 kilómetros le permitirá realizar paradas en el camino para conocer las terrazas de arroz más de cerca, así como las diferentes aldeas locales y el bosque Sangeh, donde los monos campan a sus anchas. Para terminar la jornada, un paseo en elefante por la ciudad de Taro le hará sentirse un Mowgli del siglo XXI.

Templos y playas de ensueño

Los viajes a Indonesia no se entienden sin la visita a sus templos, por lo que la contemplación de los más relevantes resulta imprescindible. El de la fuente sagrada de Sebatu es un lugar de purificación para los balineses; mientras que el de Tirta Empul destaca por estar entre los tres más importantes de la isla de Bali. Mención especial merece Goa Gajah, un lugar donde desde el siglo XI se localiza en el interior de una cueva un importantísimo enclave de peregrinación. La peculiaridad del templo de Uluwatu, por su parte, radica en su ubicación física: está situado sobre un acantilado de 95 metros de altura. Tan privilegiado enclave permite disfrutar de una puesta de sol increíblemente bella justo antes de asistir a una 'kechak' —'danza de los monos', típica de los balineses, que no se acompaña de música instrumental sino por voces masculinas—.

El mayor santuario hinduista de Indonesia, el de Prambanan, también tiene cabida en este viaje; así como el archiconocido templo de Borobudur. Patrimonio de la Humanidad desde 1991, los expertos han llegado a comparar este templo budista —uno de los más grandes del mundo— con el camboyano Angkor Wat por la forma de sus construcciones.

Las playas no pueden faltar en un viaje alrededor de Indonesia. Un día entero en Jimbaran, la mejor zona de playa de Bali, ofrece a los turistas multitud de establecimientos de restauración, centros de masajes donde olvidar el estrés y locales de tipo 'chill out' para relajarse. Uno de ellos, bautizado como El Kabrón, lo regenta un español. Esta costa indonesia es espectacular para disfrutar de los ocasos a última hora del día.

Pero cuando de playas se habla, la medalla de oro se la lleva la última etapa del viaje. Una avioneta privada le trasladará hasta el archipiélago de Karimunjawa, desde donde partirá en lancha hasta la isla de Menyawakan, donde se encuentra su hotel. Allí, un paisaje digno de película le dará la bienvenida entre aguas cristalinas y arenas finísimas, respetando un ambiente íntimo, puesto que no ofrece muchas habitaciones y no hay demasiados huéspedes. Kayak y esnórquel son dos de las actividades que se pueden realizar aunque, si lo que de verdad se quiere es vivir una experiencia a lo Robinson Crusoe, se puede contratar el alojamiento en una isla completamente privada —Krakal— donde una cabaña será su nuevo hogar. El hotel le proporciona sustento y agua suficiente para los días que pase en este entorno salvaje, y solo le molestará el piar de los pájaros. Indonesia es el nirvana para el descanso… y está a solo un golpe de clic.

A 12.368 kilómetros de España se encuentra un oasis de verdadero lujo. Solo nueve letras componen el nombre de un país donde la paz interior se torna una filosofía de vida. Únicamente dos colores componen la bandera de esta nación, donde el descanso se une en simbiosis perfecta con los atractivos culturales y paisajísticos. A estas alturas es posible que haya descubierto que hablamos de Indonesia, un territorio insular ubicado entre el sudeste asiático y Oceanía que permite a sus visitantes disfrutar de experiencias únicas.

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