Desvelado el asesino de Jerónimo en 'La Promesa': ¿Y si le ocurre lo mismo a Pelayo?

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Desde que mantuviese aquellas nostálgicas conversaciones con su sobrino Curro, el personaje de Alonso en la serie La Promesa se ha sumido en un singular decaimiento por los tiempos pasados. El recuerdo de Dolores le ha ido persiguiendo al marqués de la serie de La 1 de Televisión Española, y en el anterior capítulo de la ficción de época, Jana y su hermano se habían propuesto intentar animar al buen hombre. De ahí que, en el episodio de este miércoles, la sirvienta haya compartido con el noble una sincera conversación.

El episodio ha comenzado con el trauma por la inesperada muerte de Jerónimo. Pelayo acudió con mala cara al encuentro de Catalina y Lorenzo, y les anunció que se había encontrado el cuerpo sin vida en una posada del que fuese su asistente personal. La noticia llegó cuando Lorenzo le había propuesto a Pelayo ser él el enlace con Mr. Cavendish.

Manuel, Alonso y Cruz han acudido al encuentro de Pelayo, y el conde ha comentado que el sargento Funes le ofreció muy poca información al respecto: podría haberse tratado de un intento de robo que acabó en asesinato. El marqués ha deducido que no tardarían en ver a Funes investigando por el palacio, y Lorenzo ha propuesto que, para evitarlo, podría acercarse él al cuartel y hablar con el guardia.

El ultimátum de Abel

Manuel le ha contado a Abel y Jana lo sucedido con el señor Gamboa, y el médico ha esperado que la Guardia Civil diese pronto con el asesino. El aviador había llamado, en realidad, a sus amigos para comentarles la propuesta de Jimena y conocer su opinión: que durmiesen en alcobas separadas. "Me parece de un cinismo terrible que proponga algo así", ha pensado el chico, que no terminaba de fiarse de su esposa, pues seguía empeñada en recuperar lo que ya era insalvable.

Jana se ha atrevido a preguntarle a Alonso si podía hacer algo por él

"Hay algo en su mirada que me hace desconfiar", ha pensado Manuel, mientras Jana le ha dicho que debía darle una oportunidad. Abel ha apoyado a su amigo en la idea de que lo mejor para Jimena sería que regresase a la casa de sus padres. El médico ha abordado posteriormente con Jimena el asunto sobre la mentira que ambos compartían: Abel le ha dado un ultimátum a Jimena para que revelase la verdad sobre su embarazo, o de lo contrario sería él quien lo hiciese.

Una charla terapéutica

Alonso, por su parte, se encontraba en la sala del billar, recordando cómo le contó a Curro sobre la muerte de Dolores y sus hijos. Allí lo ha encontrado Jana, quien se ha atrevido a preguntarle si podía hacer algo por él, ya que lo veía alicaído. "A mí lo que me duele es el alma", ha dicho el marqués, imaginando que su criada no dispondría medicinas para ello.

Jana le ha contestado que, a cambio, tenía palabras que podrían ayudarle, si acaso querría escuchar a una criada. Alonso se ha enorgullecido de no hacer distinciones sociales a la hora de escuchar a las personas, y Jana le ha propuesto que aceptase su tristeza y se empapase de ella, pues aquello solo podría hacerle más fuerte. "¿Has sufrido mucho en la vida, muchacha?", ha preguntado el noble, sin saber que hablaba, en realidad, con la hija de Dolores.

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A. Richart

Jana ha contestado que así era, pero que también había disfrutado mucho, y que le recomendaba siempre poner en la balanza las cosas buenas cuando la tristeza se apoderase de él. "No me equivocaba al decir que había que escuchar a todo el mundo", ha concluido Alonso, antes de marcharse.

Otro personaje en peligro

En otra reunión familiar, Lorenzo ha contado que la Guardia Civil no descartaba que Jerónimo hubiese sido víctima de un atraco. Cruz ha preguntado cómo podía ser eso, si apenas era "un muerto de hambre", y el capitán ha explicado que por lo visto el lacayo presumía en la taberna de "los cuartos" que tenía en la habitación.

"Ese hombre era un ladrón y no nos trajo más que problemas", ha expresado Cruz, delante de Pelayo. Más tarde, en su encuentro con Mr. Cavendish, el inglés le ha dicho a De la Mata que, de haberlo conocido antes, no estaría haciendo negocios con Pelayo. Walter ha pensado que había llegado el momento de quitarse al conde de Añil de en medio, pues aquellos meses con él solo habían servido para discutir.

"¿No serían muchas muertes seguidas?", ha deducido Lorenzo, "Lo de Jerónimo fue cosa suya, ¿no?". Ante la evidencia, Cavendish ha sonreído. Jerónimo ha pagado caro el error que cometió en la última entrega de armas, en la que el cargamento no llegó a tiempo. ¿Matará Mr. Cavendish a Pelayo? Si esto pasase, el plan de Cruz de que el conde se llevase a Catalina de La Promesa se iría al garete, y su supuesto socio Lorenzo sería cómplice de ello.