Susto de muerte en 'La Promesa': Catalina se reencuentra con su mayor amenaza

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Ha sido una semana llena de nervios para el personaje de Manuel en la serie La Promesa. Si bien su amigo Manuel estuvo a punto de irse de la lengua sobre su situación sentimental con Jana frente a la marquesa, el pasado miércoles apareció por la puerta del salón del palacio, de la serie de La 1 de Televisión Española, alguien que no esperaba en absoluto: Jimena de los Infantes. En el episodio de este viernes, aquella visión fantasmal no solo ha revolucionado al joven aviador, sino a todo el palacio, hasta convertir el melodrama de época en una verdadera película de terror.

En el capítulo de ayer, Jimena llegó al palacio de los Luján, simplemente para saludar y comentar que ya se encontraba mejor. Esta "inocente" cordialidad, junto a la advertencia de que pronto volvería a habitar aquellos pasillos, ha desatado toda una crisis para Manuel, quien ha reconocido que no se sentía preparado para que su esposa regresase a su vida.

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A. Richart

Jana quizás tampoco estaba preparada a escuchar lo que Alonso ha proseguido contando sobre Dolores a Curro. El marqués ha explicado que Dolores murió, y que aquel recuerdo le seguía hiriendo. "Sus dos hijos también murieron", ha anunciado el esposo de Cruz, cuando Curro ha preguntado por ellos. El marqués ha relatado que los tres se esfumaron cuando dieron un paseo. Él rastreó la zona exhaustivamente, y solo encontró la prenda de una niña cerca del desfiladero.

"Se despeñaron los tres", ha anunciado Alonso, que llegó a la conjetura de que se habían ahogado la niña y la madre con el bebé en brazos. También ha añadido que nunca encontraron sus cuerpos para darles una digna sepultura, y que era muy duro para él hablar de ello. Cuando cada uno se retiraba a sus aposentos, el marqués le ha dedicado un inconsciente "Buenas noches, hijo" a su supuesto sobrino. Curro, al retirarse, ha encontrado a Jana entre las sombras del recibidor, y se han dedicado una mirada de soslayo.

Situación de nervios

A la mañana siguiente, Margarita y Ayala han contado cómo fue la recepción de los marqueses del Palmar, y la madre de Martina ha hecho halagos de haber hablado muy bien en sociedad de cómo iba todo en La Promesa. "Todo, excepto la salud de Jimena", ha objetado Margarita, a quien Cruz le ha contestado que no era necesario ahondar en ese asunto.

Martina ha aprovechado para preguntar si se sabía cuándo regresaría la esposa de Manuel, y el heredero del marquesado ha contestado que su esposa era del todo imprevisible. "No es nada tranquilizador", ha contestado Lorenzo, dejando claro que todos temían la llegada de la inestable chica. Alonso también ha supuesto que a Catalina tampoco le haría gracia que Jimena estuviese cerca. "El hecho de tenerla rondando por La Promesa me tensa sobremanera", ha reflexionado la hija mayor de Alonso.

Jana ha preguntado si Jimena escuchó toda la conversación de Manuel con Abel

El marqués ha intentado calmar a su hija, diciéndole que percibió a Jimena queriendo dejarlo todo atrás. "Debes estar preparada, pero para una disculpa", ha pensado Alonso, quien creía que la chica necesitaría el perdón de la afectada por el incendio, para pasar página de ese enajenado episodio en su vida.

Alonso ha preguntado a Rómulo si sabía alguna noticia de cuándo volvería Jimena. El mayordomo ha propuesto preguntar a los duques, pero el marqués ha pensado que era mejor no presionarla. Ambos han llegado a la conclusión de que tanto los nobles como el servicio mantenían una gran desazón, pues la chica llegó a poner en riesgo la vida de todos. El padre de Catalina le ha indicado al sirviente de que sosegase a los empleados, y les garantizase de que esta vez no pasaría nada, pus él mismo pensaba tener a la muchacha bajo control.

Catalina y su peor pesadilla

En el hangar, Jana ha visitado a Manuel. El chico la ha recibido con un beso en los labios, y le ha contado que Abel por fin parecía receptivo a escuchar su historia de amor. Pero en mitad de la charla apareció Jimena. Jana ha preguntado si escuchó toda la conversación, y Manuel ha comentado que le daría igual que así hubiera sido. "Se daría cuenta por fin de que nuestro matrimonio está completamente roto", ha pensado el chico.

Manuel ha dicho que no estaba preparado para ver a su esposa de nuevo todos los días. Jana le ha abrazado por la espalda y le ha dicho que ella tampoco lo estaba. El joven ha admitido que no sabía cómo arreglar todo aquello, pero que lo haría, y la sirvienta le ha calmado, diciendo que no tenía que apresurarse: "Estas cosas hay que pensarlas bien".

En la biblioteca, Catalina se encontraba tan plácidamente leyendo, cuando de pronto ha notado una amenazadora presencia a sus espaldas. La hermana de Manuel se ha girado, y se ha encontrado a Jimena, acechando como un vampiro. "Hola, Catalina", ha dicho la muchacha, provocando que su cuñada se levantase de un sobresalto. ¿Ha llegado para quedarse? ¿Volverá Jimena a poner en riesgo la vida de Catalina?