Fuego en 'La Promesa': Jimena escucha un dato revelador y planea su peor venganza

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Se fue hace ya más de una semana y nadie sabía a dónde. Todas las incógnitas sobre la marcha de Manuel se han desvelado en el episodio de este viernes de La Promesa, la serie que La 1 de Televisión Española emite entre semana a las 17:30 horas. El aviador ha regresado por fin de su escapada secreta, justo cuando el palacio se encontraba patas arriba, y las temperaturas han empezado a aumentar.

Si recordamos, en el capítulo anterior, Jimena llegó a narcotizar a Catalina, espantada ante el aviso de Jerónimo de que su cuñada era la primera instigadora que deseaba enviarla a un sanatorio. En el episodio de hoy, Alonso ha acudido a interesarse cómo estaba su nuera, y de paso le ha comentado que había pensado, junto a Cruz, en invitar a sus padres los duques al palacio.

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A. Richart

Jimena no le ha permitido en ningún momento al marqués entrar a su habitación, pues se hubiese encontrado con el cuerpo durmiente de Catalina. Posteriormente, la delirante chica ha acudido al hangar de Manuel para coger un bidón de gasolina. ¿Qué pretende hacer?

Una gran pillada, desaprovechada

Justo cuando salía de allí, Pelayo y Jerónimo han encontrado el lugar como sitio perfecto y solitario para hablar de la desaparecida Catalina. Jimena se ha escondido detrás de un escritorio y ha escuchado la conversación entre el conde y su asistente, mientras pensaban que allí no había nadie más. Pelayo le ha dicho a Jerónimo que deberían dar la voz de alarma por la desaparición de su amada, y el falso lacayo ha intentado tranquilizarle.

Si los duques se llevan a Jimena de allí, la chica no podrá delatar lo que escuchó

"Catalina aparecerá, ha opinado Jerónimo, quien ha expresado que si decían que Catalina ha desaparecido, todo el palacio se registraría, incluido el almacén, donde guardan las armas de contrabando. Este dato debería haber intrigado a cualquier persona, pero ¿hará sospechar a Jimena? La chica parecía bastante ensimismada en sus pensamientos como para darse cuenta de la turbia trama que guardan el conde y el criado. Y si finalmente los duques se llevan a Jimena de allí, la chica no podrá delatar lo que escuchó.

Jimena se despide de Catalina

En otro orden, Manuel ha regresado por fin de su retiro en la sierra, y lo primero que ha hecho ha sido visitar a Jana en la zona del servicio. Después de varios achuchones, Jana ha avisado al chico del estado en el que se encontraba su esposa, y lo impredecible de su comportamiento. Por su parte, los marqueses le han echado en cara que les hubiesen abandonado ante semejante panorama, pero Manuel ha respondido que su esposa era "una obligación impuesta", y que aquella era la esposa que él había estado sufriendo durante meses.

En la habitación de Leonor, Jimena ha esparcido la gasolina ente las decenas de vestidos que ha tirado por el suelo y la cama. La chica se ha marcado un soliloquio, en el que le contaba a Catalina que nunca perdonaría la manera en la que le habían tratado desde que llegó a casa de los Luján. Jimena, como hija única que era, tenía la esperanza de que Catalina se convirtiese en su confidente, pero comprobó que se había posicionado en su contra cuando le criticaba y construyó de nuevo “ese aparato del demonio”, refiriéndose al avión de Manuel.

"Pero eso se acabó. Ahora, Catalina, vas a pagar por todo el dolor provocado, vas a pagar, aunque sea lo último que hagas", ha anunciado Jimena, antes de recitar una oda al fuego y tirar una vela al suelo. Catalina, tumbada en la cama, había ingerido más medicamento relajador de Jimena, y se encontraba muy cerca de las llamas. ¿Sobrevivirá? ¿Se arrepentirá Jimena de lo que ha hecho?