La vida de Curro va a cambiar para siempre en 'La Promesa' tras su última confesión

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Ha sido un día complicado para el personaje de Alonso en la serie La Promesa. El marqués de Luján del melodrama protagonizado por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, entre otros intérpretes, ya tenía suficiente con enterarse de que Pelayo había estado traficando con armas en su propio palacio. Pero además, la última noticia sobre Curro en el capítulo de este viernes, emitido en La 1 de Televisión Española a las 17:30 horas, ha terminado por hundir al padre de Manuel y Catalina.

El conde de Añil quiso ser sincero frente al marqués para redimirse de todos sus errores del pasado, y poder así ajusticiar a Catalina. Sin embargo, ese acto de amor le podría salir muy caro a Pelayo. De primeras, el noble se ha llevado la peor reprimenda que Alonso haya soltado jamás: "Tendría que romperle hasta la última costilla", ha amenazado al pretendiente de su hija.

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Pelayo ha asegurado al marqués que su nombre no había quedado en entredicho, y Alonso, enormemente agitado, ha dicho que podrían haberles llevado a juicio por tráfico de armas en plena guerra. Alonso ha vuelto a abalanzarse sobre el conde, y Catalina ha intentado separarlos. Finalmente, el patriarca ha echado a Pelayo de su casa: "y no vuelva".

Catalina ha llorado a su padre, pidiéndole que no echase al conde y jurando que estaba muy arrepentido. Alonso ha reprochado que Catalina supiese de aquella toda trama y no le dijese nada, y ella ha contestado que también se decepcionó en su momento, pero que Pelayo también había hecho cosas buenas por los Luján. Sin ir más lejos, fue a por el oxígeno cuando Catalina estaba al borde de la muerte con el incendio que provocó Jimena. "No deje que se marche", ha pedido la joven enamorada.

Alonso, a Pelayo: "Tendría que romperle hasta la última costilla"

La hija de Alonso ha ido detrás de Pelayo, que estaba decidido a marcharse. La chica le ha dicho que había convencido al marqués para que se quedase. "No hay nada que una hija no pueda conseguir de su padre", ha presumido ella. El conde, sin embargo, ha pensado que, por dignidad, debía marcharse, pero le han podido las ganas de quedarse con Catalina. Pese al gesto de valentía, la administradora le ha hecho saber que aquello no borraba su historial. El noble entendía sus palabras, y ha justificado su actuación para evitar que su exnovia perdiese el negocio de mermeladas.

Cruz no ha tardado en enterarse de aquel embuste, y ha ido fugazmente a Lorenzo a pedirle explicaciones. La marquesa le ha recordado a su cuñado que se había aprovechado de la casa que le cobijaba, pero De la Mata ha sostenido que todo lo había hecho por el bien de La Promesa: Pelayo se había metido en un atolladero "demasiado grande para sus entendederas", y solo él podía solucionar aquello. Alonso, que ha llegado después, ha sospechado que la única voluntad del militar era lucrarse, pero Lorenzo ha insistido en que, de no ser por él, Mr. Cavendish podría haberles denunciado o haber hecho saltar por los aires el palacio.

Manuel se escabulle

Por su parte, Pía se encontraba desesperada por la fiebre de Dieguito, y ha preguntado a Jana cuántos días más pensaba que podría aguantar el bebé en ese estado. Aunque tanto la criada como María Fernández han intentado animar al ama de llaves, el pronóstico no era bueno. ¿Perderá Pía al bebé? ¿Se enterará la marquesa de que sigue en La Promesa?

Jana, por su lado, ha recibido la visita inesperada de Manuel en su habitación. El chico se ha dejado llevar por los consejos de Blanca de que siguiese su corazón sin hacer caso los dictámenes de su madre, e hiciese lo que quisiera en aquel momento. Y lo que el aviador quería era ver a Jana, a quien ha convencido de tener un plácido momento de intimidad.

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Blanca había prometido encubrir a su amigo, y así lo ha hecho cuando Cruz le ha interrogado sobre dónde estaba su hijo. La fotógrafa ha inventado que Manuel se había marchado con unos arrendatarios para ver sus cultivos y estudiar mejoras en la finca. A Cruz le ha extrañado esa iniciativa por parte del rebelde de su hijo, pero ha decidido creerse lo que su amiga le había dicho. ¿Se descubrirá su mentira?

La increíble decisión de Curro

Al poco rato, Rómulo ha querido alertar a Alonso en privado de un asunto delicado. El servicio había encontrado algunos recortes de periódico en la habitación del señorito Curro. Eran noticias del mismo asunto, y tenía un mapa detallado. ¿A qué se refería el mayordomo? El marqués ha acompañado a Rómulo hasta los aposentos del hermano de Jana para verlo con sus propios ojos.

"La verdad es que es preocupante", ha comentado Alonso, diciendo que había que cortar de raíz aquel tema. Curro merodeaba justamente por el recibidor del palacio, y el marqués le ha preguntado por qué su habitación estaba lleno de recortes de prensa. Curro ha comentado con condescendencia la falta de privacidad acometida.

Alonso ha dicho que le preocupaba que todos aquellos recortes fuesen sobre la Gran Guerra, y que el mapa señalase las rutas francesas que llevaban a los frentes. El marqués le ha preguntado si acaso estaba interesado en luchar, y Curro ha decidido ser honesto, y ha explicado que, efectivamente, iba a batallar en el bando de los franceses. ¿Lo permitirá Alonso? ¿Cómo reaccionará Jana? ¿Y Martina? ¿Impedirá alguien que Curro se dirija a una muerte casi segura?