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El gesto más kamikaze ocurrido en 'La Promesa' podría demarcar el fin de Pelayo
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CONTIENE 'SPOILERS'

El gesto más kamikaze ocurrido en 'La Promesa' podría demarcar el fin de Pelayo

En el episodio de este jueves del serial de La 1 de TVE, Santos ha hecho buenas migas con una persona del servicio, y Martina se ha ganado una dura bofetada por sus comentarios

Foto: Alonso ha dedicado su peor mirada a Pelayo en el episodio de este jueves de 'La Promesa'. (RTVE)
Alonso ha dedicado su peor mirada a Pelayo en el episodio de este jueves de 'La Promesa'. (RTVE)

Aunque en el episodio anterior de la serie La Promesa, el personaje de Catalina le solicitó a Pelayo que le diese tiempo para ordenar sus sentimientos hacia él, en el capítulo de este jueves de la ficción de época de La 1 de Televisión Española, el conde de Añil se ha jugado su nobleza con tal de ser la persona transparente que la hija de Alonso busca. Pero su jugada kamikaze podría pasarle factura de manera inmediata.

En el episodio anterior del melodrama protagonizado por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, Pelayo pidió disculpas a Catalina por sus errores con un ramo de flores y una nota conciliadora. Catalina aceptó de buena gana, pero ello no evitó que siguiese teniendo dudas sobre su siguiente paso en la relación con el conde: pese a que lo amaba, la traición le había llegado a desencantar demasiado.

Foto: Michel Tejerina, en una imagen del avance de 'La Promesa' emitido en el pasado FesTVal de Vitoria. (RTVE)

Hoy, Petra ha pedido explicaciones a Ayala sobre la declaración de amor que dedicó a Margarita. "Estoy harto de tus celos", ha replicado Ignacio, diciendo que no entendería los sentimientos que albergaba por la cuñada de Alonso. La doncella le ha reprochado que la idea de vengar la muerte de su hijo hubiese pasado a un segundo plano, y que se hubiese enamorado de Margarita.

"Lo nuestro estaba muerto hace mucho tiempo", ha reconocido, al fin, el pérfido amigo de Cruz, "no llevaba a ninguna parte". Ayala ha dicho a Petra que debía quedarse con el buen recuerdo de su amor, y ha justificado su decisión en que ellos dos ya no eran los mismos. Ahí, Petra le ha dado la razón a su ahora examante: "Soy mucho más peligrosa porque no tengo nada que perder". Petra le ha devuelto el collar que Ayala le regaló, y le ha advertido de que tuviese mucho cuidado con ella: "Del amor al odio solo hay un paso, y yo lo acabo de dar".

Una (¿merecida?) bofetada

Al día siguiente, Martina ha abordado el desayuno ya desde la ira: "Me siento abochornada", ha dedicado a su madre. Cruz ha intermediado entre ellas, diciendo que Martina tenía razón de que su actitud no había sido la más decorosa. Margarita ha preguntado a su cuñada si acaso ella no se casó con Alonso al poco tiempo de morir Carmen, y la marquesa ha dicho que aquello no era lo mismo.

Martina ha acusado a Margarita de vender su decoro a cambio de una vida acomodada

Martina ha reprochado a Margarita que no guardase un luto prudencial por su padre, y que ahora estaría revolviéndose sobre su tumba. La joven ha acusado a su madre de vender su decoro a cambio de tener una vida acomodada: "Eso, de toda la vida, ha tenido un nombre". La madre le ha propinado una gran bofetada a su hija, ha dicho que estaba harta de oírla, y le ha pedido a Cruz que dejase de alentar el comportamiento infantil de su hija.

Martina ha huido de aquella escena, y Curro la ha encontrado en el jardín. El joven ha querido saber cómo estaba ella, pues se había enterado de la discusión. "Todavía me arde la mejilla", ha reconocido la prima de los Luján, quien ha pensado erróneamente que Curro estaría disfrutando de todo aquello por todas las veces que ella lo había rechazado. El hermano de Jana ha aconsejado a Martina que viviese su vida, y dejase de intentar hundir a su madre sin motivo.

En otro orden de los sucesos, Lope se ha enterado del flirteo que Santos le ha dedicado a Vera, y ha decidido advertirle de que era su novia. Ni corto ni perezoso, el hijo de Ricardo le ha dicho al cocinero que aquella era mucha mujer para él, y que cuando le dejase, él le daría una vida mucho mejor. Lope ha llegado a insultar a Santos como nunca antes se le había visto interactuar con nadie.

Después, el lacayo nuevo ha agradecido a Petra sus buenas palabras, pues ambos tenían una misma visión de la disciplina que debía llevar el servicio. El chico ha regalado los oídos a la doncella hablando con orgullo de Cruz, y ha criticado a Margarita por sus coqueteos después de enviudar. "Esa mujer siempre ha ambicionado un título nobiliario", ha indicado Petra, hablando de sus orígenes humildes como hija de un comerciante de fruta. ¿Hasta dónde llegará esta perversa alianza entre criados?

Pelayo, con la verdad por delante

Por su parte, Manuel ha conseguido ganar a Catalina al ajedrez, y la hermana ha dicho que tenía la cabeza en otra parte. Han sido, en realidad, las preocupaciones, las que han ganado la partida. La chica ha reconocido estar desesperada: "Siento que tengo la espada de Damocles encima de mí". Catalina ha explicado que el plazo de dos semanas que le dio Alonso para salvar el negocio de mermeladas iba a expirar, y temía que acabase en manos de Lorenzo. Era injusto, cuanto menos, que las mujeres acabasen acatando las leyes de los hombres.

"No hay ni un solo hombre que pueda ensombrecer tu energía y tu talento", ha reconocido Manuel, dejándole claro que Alonso sabía lo fuerte que ella era. Catalina ha repasado los cambios sociales que el negocio había proporcionado a las mujeres de Luján, y ha comentado que no deseaba perder todo aquello. Al otro lado de la pared, Pelayo escuchaba la conversación.

Foto: Manuel ha reconocido a Blanca que algo sucedía con Jana en el capítulo de este miércoles de 'La Promesa'. (RTVE)

El conde de Añil ha reconocido que todo lo que le pasaba al negocio de las mermeladas eran culpa suya, y lo había hecho muy mal. Catalina ha dicho que ya no se podía cambiar el pasado, pero Pelayo he pensado que podía cambiar el presente: estaba dispuesto a hacer una jugada "suicida" que lo cambiaría todo. "No me importan las consecuencias", ha afirmado el joven noble. Catalina ha preguntado de qué se trataba, y él le ha contestado que se enteraría en su momento.

El momento ha llegado: Pelayo ha reunido a Catalina y a Alonso, advirtiendo al marqués que lo que escucharía no sería de su agrado. La hija ha intentado que su amado se callase, pero el conde ha proseguido con su gesto de honestidad. "He estado traficando con armas en La Promesa", ha anunciado por fin.

Pelayo ha explicado que míster Cavendish era su comprador, y que usaba las mermeladas como tapadera, que Lorenzo estaba al tanto y que le chantajeó para entrar en el negocio. También ha relatado que Cavendish estuvo a punto de matarle, y que Catalina le salvó. El chico ha pedido a Alonso que no cometiese una injusticia, pues él era el único culpable de que el negocio casi se echase a perder. Alonso ha reaccionado cogiendo a Pelayo de las solapas de su traje, y le ha llamado "canalla". ¿Llegará a perdonar Alonso a Pelayo? ¿Es este el fin para Catalina y el conde? ¿Se vengará el capitán De la Mata de que le haya delatado?

Aunque en el episodio anterior de la serie La Promesa, el personaje de Catalina le solicitó a Pelayo que le diese tiempo para ordenar sus sentimientos hacia él, en el capítulo de este jueves de la ficción de época de La 1 de Televisión Española, el conde de Añil se ha jugado su nobleza con tal de ser la persona transparente que la hija de Alonso busca. Pero su jugada kamikaze podría pasarle factura de manera inmediata.

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