Cruz podría romper con Petra para siempre tras su gran revelación en 'La Promesa'

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Ha sido un miércoles negro en el episodio de La Promesa de esta tarde, emitido en La 1 de Televisión Española a las 17:30. La muerte de Feliciano ha dejado consternado a todo el servicio del palacio cordobés, donde se desarrolla la acción de la serie protagonizada por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, entre otros actores.

Las pésimas noticias se ha confrontado con una mayor alegría en la planta noble, debido a la mejoría de Curro. Ello desemboca en un solo síntoma: el humor de perros de Cruz, potenciado desde que Pía le haya contado los motivos de la tristeza de su doncella, Petra Arcos.

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En el capítulo de hoy, después de que Feliciano muriese en brazos de Petra, Rómulo y Pía han accedido a la habitación, y han conseguido separar a Teresa del catre del recién fallecido. Petra, sin embargo, no ha admitido que Rómulo se la llevase a su cuarto, y se ha quedado cantándole nanas a su hijo, ya sin vida.

El poco tacto de Manuel

Rómulo ha contado la fatídica noticia al resto del servicio, y que Petra no podía separarse de él. Simona, Candela y María Fernández han llorado la muerte del chico, y han lamentado que Petra hubiese visto morir a su descendiente. Salvador ha llegado las noticias de que Curro había despertado, por lo que ha sido el último en enterarse de la situación de Feliciano.

Teresa: "Estoy tan acostumbrada a que los de abajo seamos invisibles"

Manuel y Abel le han contado a Jana que Curro había despertado, pero la chica no ha podido alegrarse lo más mínimo. La criada les ha contado que ha muerto, y Abel no ha tardado nada en darle un abrazo de consolación. Manuel no ha sabido cómo reaccionar, y apenas ha balbuceado que podía hacer cualquier cosa para ayudar. Posteriormente, Manuel le ha pedido perdón a la criada no haber reaccionado como debía, y le ha preguntado directamente si estaba enamorada de Abel. ¿Es el momento más adecuado para que Manuel muestre sus celos?

La revolución de Teresa

Teresa ha aparecido en la lavandería, y ha visto que sus compañeras estaban lavando los trapos que sirvieron para atender a Feliciano. La chica los ha apretado contra su pecho, y les ha señalado la alianza que el lacayo le regaló con su propuesta de matrimonio, y que aún llevaba en el dedo. También ha aprovechado para darle a Salvador la navaja que Feliciano le hizo prometer que le daría a su amigo.

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Jana se ha agachado para hablarle a Teresa y le ha preguntado qué podían hacer para ayudarle a aguantar el dolor. "No hay nada que podáis hacer, Jana. Ya no", ha comentado en susurros la sirvienta, quien ha dicho que ya era demasiado tarde. Cuando Catalina ha bajado a dar el pésame a Simona y Candela, se ha encontrado con Teresa, y le ha transmitido el mismo mensaje.

Catalina le ha hecho saber a la criada que su familia haría lo que necesitase. "Lo necesité, pero ya es demasiado tarde", ha contestado llena de odio. "Sé que usted lo lamenta de corazón, pero lo de su familia es otro cantar", ha explicado Teresa, quien se ha visto en pleno derecho de decir lo que pensaba el día que había perdido al amor de su vida. "Estoy tan acostumbrada a que los de abajo seamos invisibles para los de arriba, que no me sorprende", ha zanjado Teresa, frente a una Catalina sin palabras.

Jana, por su parte, ha acudido a observar cómo seguía Curro. El chico ha repetido que sentía como si le hubiesen dado una paliza, y Jana se ha alarmado, pues pensaba que tenía fiebre. Curro ha agradecido a Jana que le cediese su sangre, mientras que Abel le ha dado una medicación al paciente, ocultando que el termómetro marcaba una elevada fiebre. Jana no es tonta, y ha mirado el alarmante termómetro, por lo que no ha dejado de preocuparse por su hermano. ¿Seguiría el mismo camino que Feliciano?

El pésame de Cruz

Cruz le ha dicho a Pía que se había enterado del fallecimiento del "muchacho". Hace dos días que no veo a mi doncella personal, se ha quejado la marquesa, y a Pía casi se le escapa que se encontraba destrozada por haber perdido a su hijo. Por suerte, ha sustituido esa palabra por "hermano", y le ha contado que no se separaba del cuerpo inerte del chico. El ama de llaves ha pensado que quizás a la marquesa sí le escucharía si intentaba convencerla de salir de aquella habitación, para poder amortajar el cadáver.

Petra seguía dedicándole palabras de amor al cuerpo sin vida de su hijo. "Mi niño que nunca envejecerá y seguirá siendo hermoso por suerte", ha explicado la ya delirante doncella. Cruz ha abierto la puerta a su espalda, y Petra, sin enterarse, ha proseguido relatando recuerdos de infancia. La angustiada marquesa se ha acercado para darle el pésame "por la muerte de tu hermano".

Cruz ha intentado convencerla para llevarse a Feliciano, y Petra se ha negado. “Tu hermano lleva casi un día muerto, no puede estar así”. La doncella ha seguido en sus trece, y se le ha escapado que "nadie iba a separarla de su hijo". Cruz ha caído en la cuenta de la gran mentira en la que había vivido todo aquel tiempo. ¿Cargará contra Petra por ocultarle que tenía un hijo? ¿Sentirá culpa la marquesa por haber matado a Feliciano, con su plan de acabar con Curro?