Marcos Orengo (Feliciano) se despide de 'La Promesa': "Me llevo una cicatriz de recuerdo"

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Se ha marchado con poco aviso de antelación, y es que las tramas de La Promesa siguen sorprendiendo a sus fieles espectadores, que no fallan a su cita diaria entre semana de la serie de época de La 1 de Televisión Española. El personaje de Feliciano falleció ayer, en un episodio lastrado por la tragedia y las sentidas despedidas. Con este inesperado final, el actor Marcos Orengo, que daba vida al atormentado lacayo, cierra así su etapa en la ficción de Bambú Producciones.

El personaje de Feliciano Arcos será uno de aquellos difíciles de olvidar para los seguidores de la serie creada por Josep Cister Rubio. El muchacho llegó al palacio en busca de su supuesta hermana, Petra Arcos (Marga Martínez), y con una mano delante y otra detrás. A partir de aquel momento, grandes narrativas se desataron a través de su personaje: desde su inculpación en la muerte del padre de los Arcos, hasta su enamoramiento con Teresa (Andrea del Río), pasando, desde luego, con la revelación del auténtico vínculo de sangre con el personaje de Petra.

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Después de 122 capítulos, el personaje de Orengo se hizo un hueco en los corazones de los espectadores, por su predisposición para el trabajo, su vis enamoradiza y el drama que le ha ido persiguiendo durante todo su paso por la serie. Ahora, toca darle sepultura desde que una bala le alcanzase en la partida de caza organizada por los marqueses, en la que Cruz (Eva Martín) y Lorenzo (Guillermo Serrano) planeaban matar, en su lugar, a su acompañante Curro.

Un recuerdo grabado en la piel

Emitido el capítulo de ayer, la cuenta oficial de la red social X (antes, Twitter) de La Promesa ha compartido un vídeo, en el que Orengo se despide de la ficción, y cuenta su anécdota más impresionante del viaje, de la que se lleva un recuerdo en forma de cicatriz.

"Me dijeron que tenía la mano rota por dos sitios, pero aprendí muchísimo"

Cuando su personaje descubrió que Petra era, en realidad, su madre y no su hermana, Feliciano sufrió varias crisis de ansiedad, en las que se marchaba al campo y propinaba puñetazos de ira contra el tronco de un árbol. Orengo cuenta, en el vídeo antes mencionado, lo complicado que fue para él rodar aquellas escenas, y lo mal parado que salió en una de ellas.

"La secuencia de ir al campo y estar solo a mí me daba mucho miedo desde guion, porque si estás en una conversación puedes llorar un poco más, tu compañero te da mucho, puedes apoyarte en él", relata el actor, que ha aparecido también en Servir y proteger, de nuevo con Andrea del Río. "Pero estando solo me preocupaba mucho pensar que no llegaría a esa emoción, que luego lo que debería haberme preocupado era tener demasiada emoción".

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"Aquí queda la bonita cicatriz que me deja La Promesa", enseña a cámara Orengo, mostrando el costado de su mano, donde le tuvieron que dar puntos después de atestar el árbol con demasiado ímpetu. “Fue por inconsciencia, por no saber controlarme mucho, que reventé aquel árbol con todas mis fuerzas”, comenta el actor y compositor.

Un cabestrillo necesario

Durante los siguientes episodios, Feliciano tuvo que llevar cabestrillo en la serie, hasta el día del accidente de caza. Pero lo cierto es que aquel complemento ortopédico debía llevarlo igualmente Orengo, dañado de verdad por aquellos golpes. "Me rompí la mano en el ensayo", admite el chico, quien, aun así, prosiguió rodando las tomas reales que después se utilizarían en montaje.

"Hicimos dos tomas más, cuatro en total", relata Orengo, antes de concluir que le dijeron que tenía la mano rota por dos sitios. "Pero aprendí muchísimo", ha concluido el actor de 28 años, "le prometo a todos los productores del mundo que no volverá a ocurrir".

Los espectadores de La Promesa echarán de menos a Feliciano, y ahora comprobarán cómo prosigue las tramas de la serie de las tardes de La 1 de TVE en su ausencia. Su muerte no solo ha dejado a Teresa soltera de nuevo, sino que además podría suponer un grave enfrentamiento entre Petra, la hasta ahora fiel doncella de la marquesa, y Cruz, la responsable, junto a Lorenzo, de su muerte.