'Patria' llega al capítulo de la polémica con las torturas a etarras: por qué no es para darse de baja de HBO

¿Se acuerda de la polémica del cartel de ‘Patria’? En septiembre, HBO decidió promocionar el lanzamiento de la serie con un póster en el que se confrontaba la imagen de un asesinato de ETA con la de un etarra torturado. Seguramente con más estrategia de márquetin otra cosa, HBO logró que todo el mundo hablara de la supuesta controversia, para bien o para mal. Incluso hubo quien se dio de baja de la plataforma (o eso proclamó a los cuatro vientos tuiteros). Pues bien, el penúltimo episodio de ‘Patria’ debería ser el de la polémica, pero no da para darse de baja de HBO (salvo que quiera perderse el final de la serie, por lo que sea).

¿Torturas? Sí, las hay. ¿Equidistancia? Pues más bien no. Después de seis episodios, la serie de Aitor Gabilondo ha dejado claro que no se la puede tachar de equidistante, así que no iba a tirar por tierra todo el trabajo hecho ahora que estamos llegando al final de la historia. Y es que, aunque este sea el capítulo de las torturas, también es mucho más que eso. Es más, le diría que, si me tengo que quedar con algo del penúltimo episodio de ‘Patria’, tengo unas cuantas ideas antes de las supuestas escenas de la discordia.

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Pero vamos por partes. Lo de las torturas se puede resumir en gatillazo importante para el que venga buscando ‘bronca tuitera’ y en trama muy secundaria para los que estamos disfrutando de la serie. Mucho ruido y pocas nueces. Sin entrar en muchos detalles, las escenas de abusos policiales contra Joxe Mari (Jon Olivares) tras su detención no dejan más poso que el de mostrar una práctica que existió durante los años más violentos de ETA.

Como dijo en su momento Fernando Aramburu, lo de las torturas “no es suficiente para formarse una impresión completa de la serie, por más que esta incluya, como mi novela, un episodio de malos tratos en comisaría, cosa que solía ocurrir, si bien a espaldas de la ley”. Los abusos policiales a Joxe Mari no tratan de exculparle o redimirle. Esto no es ‘En el nombre del padre’ y todos sabemos quién es el mayor de la ‘Miren’ (Ane Gabarain).

Por ponerles un ‘pero’ a estas escenas tan poco polémicas, podría decirse que las torturas de ‘Patria’ son un poco de ‘brocha gorda’. Demasiado ‘topicazo’ de policía con la mano muy suelta y todo muy evidente, pero vamos, que tampoco hay tiempo para desarrollar mejor esta trama, pues el penúltimo episodio de ‘Patria’ se centra más en el dolor de los personajes a los que Joxe Mari y ETA destrozaron la vida.

Arantxa (Loreto Mauleón) y Nerea (Susana Abaitua) son las verdaderas protagonistas de este capítulo. A la primera, hermana de Joxe Mari, la seguimos en su intento por llevar una vida familiar ajena al conflicto vasco. Un empeño que choca con la realidad que, en forma de bomba, lleva la peligrosa reducción de ‘buenos y malos’ a su propia casa, a su matrimonio y a la relación con su madre.

A Nerea también la encontramos escapando del dolor por el asesinato de su padre, pero mientras la vía de escape de Arantxa es la familia que acaba de formar, la de Nerea es la búsqueda de alguien con quien formarla. Pero en esa búsqueda, casi como una especie de maldición por querer salir del agujero de la pena en el que se encuentran su madre y su hermano, la hija del Txato se encuentra con todas las cosas que le pueden hacer recordar cómo murió su padre y a manos de quién. Si esto es ser equidistante…

Por cierto, en el penúltimo episodio de ‘Patria’ también vemos a Joxe Mari en prisión, pero aquí de torturas poco (salvo que obligarle a hablar español en las llamadas telefónicas sea tortura). Es más, el ‘momento carcelario’ más intenso de la serie se produce cuando su hermano Gorka (Eneko Sagardoy) le visita. Otro que intenta escapar del conflicto de su hermano y los suyos, y de la estrechez de miras de algunos miembros de su familia. La verdad es que me ha faltado más de Gorka en lo que llevamos de serie.

Resumiendo, que el que iba a ser el episodio de las torturas, el séptimo y penúltimo capítulo de ‘Patria’, al final es el de las que intentan hacer su vida superando un conflicto que las devuelve constantemente a la casilla de salida, emotivo reencuentro incluido. Quizás, como a Bittori (Elena Irureta), el perdón de Joxe Mari es lo único que puede romper ese bloqueo, pero ese encuentro llegará en el próximo episodio, el último de ‘Patria’. No se dé de baja de HBO, al menos no por este capítulo.