Cristina Pedroche y sus décimas campanadas: "Este año es el vestido más efímero de todos"

Hace 10 años, sin prepararlo ni pretenderlo, Cristina Pedroche inició un camino histórico en la televisión en España. Desde La Sexta y con Frank Blanco, la joven madrileña, que por aquel entonces tenía 25 años, ocupó decenas de titulares y generó un gran revuelo en la sociedad por aquel vestido negro con transparencias que lució en la retransmisión de las campanadas (en Antena 3 las dieron Carlos Sobera y Anna Simón). Ella tan solo hacía alarde una vez más de su espontaneidad y naturalidad.

La audiencia acompañó aquel gesto inesperado y se convirtieron en el tercer canal más visto en la franja horaria (por detrás de La 1 y Telecinco). Atresmedia vio el potencial de la presentadora y 365 días después saltó a Antena 3 para liderar el evento televisivo. Desde entonces, los españoles han ido sumándose a la ahora cadena más vista del país hasta que en el año 2021, el conocido como efecto Pedroche y la expectación que produce su estilismo, marcó un hito y por primera vez en la historia de la pequeña pantalla la cadena privada era la más vista en el espacio de las uvas por delante de la pública. Hazaña que repitió en 2022.

Pero más allá del vestido, del show que envuelve a su elección y las ya retrógradas y aburridas críticas, es la gran noche de Cristina. A lo largo de esta década, la comunicadora ha ido haciendo suya esta velada tan especial con la que busca sorprender, entretener y concienciar a la población con su potente mensaje. Dejando claro que realmente estamos ante un canto a la libertad, al feminismo y la autenticidad.

Un año más atiende en exclusiva a El Confidencial, con las mismas ganas e ilusión de compartir su pequeña gran creación con todo el planeta. De manifestar ese talento que quizá no todos entienden, pero que está ya más que demostrado. De poner la guinda al pastel en el que trabaja de forma incansable durante meses. La cuenta atrás para las Pedroche campanadas afronta ya sus últimas horas.

PREGUNTA. Cristina, décimas campanadas en televisión...

R. Madre mía, 10 años. Miro para atrás y me doy cuenta de lo que ha cambiado mi vida. Por aquel entonces estaba empezando con Dabiz, que no se lo decía a nadie porque tenía la ilusión de que saliera bien... y al final mira cómo nos ha ido. Y de las primeras campanadas recuerdo la ilusión y la inocencia. De hacerlo y ponerme lo que quería porque no lo iba a ver nadie, pero al final sí que lo vio alguien...

Ahora tengo otro tipo de ilusión y si me pongo intensa, quiero que mi hija, cuando sea mayor, lo vea y diga "es mi madre" [se emociona].

"Lo físico, lo tangible en estas campanadas, surgió tras haber dado vida"

P. ¿El hecho de ser madre te ha cambiado en estas campanadas?

R. En cuando a dar las campanadas en sí, no. Siguen siendo lo que son, uno de mis trabajos más importantes en el que me involucro y lo doy todo. Realmente lo hago siempre, pero este llama mucho la atención. Lo que sí me ha cambiado la maternidad es que ha hecho que me dé cuenta de la diferencia entre las cosas importantes y las urgentes.

Antes sentía las cosas urgentes como las más importantes. Y no es así. Las cosas urgentes las tengo que hacer ya, pero no significa que sean importantes. Lo importante es que mi hija y mi familia estén bien, que tengan salud. Y es urgente que el vestido esté perfecto, las fotografías listas, hacer promoción de campanadas, pero no son cosas importantes.

P. ¿El concepto en el que has trabajado sí está ligado a la maternidad?

R. El año pasado teníamos claro lo que queríamos hacer este, pero necesitábamos un hilo conductor que ya hemos encontrado. Lo físico, lo tangible, surgió tras haber dado vida. Una vez que me sale vida por el pecho y mi hija sigue creciendo por mi teta, han surgido muchas cosas.

P. ¿Qué puedes adelantarnos del discurso?

R. Que tiene que ver con lo que soy yo ahora. Podría repetir los de ocasiones anteriores porque son perfectos, pero este es muy importante. No quiero decir que sea el más importante porque todos lo son, como el de la violencia de género, el apoyo al colectivo LGTBI o el reciclaje, pero este viene a sumar a todos los demás.

"Lo que quiero es que la gente se lo pase bien y se entretenga esa noche"

P. Entre el discurso que das y el vestido que luces, ¿con qué te quedas?

R. Con el discurso. El vestido al final es la percha que hace que la gente esté atenta y lo vea, pero lo importante son las palabras que decimos. El vestido es una cosa efímera y superficial, por eso, intento que sea lo más profundo posible y que se quede en la gente de alguna manera. Te doy una pista nueva: este año es el vestido más efímero de todos. Veremos cómo el año que viene se lo ponemos a Dabiz.

P. Cada año intentas superarte y sorprender, algo que se complica... ¿lo vas a conseguir una vez más?

R. Creo que sí, y eso que en esta ocasión estoy siendo muy generosa con las pistas [risas]. Es verdad que leo las conjeturas de la gente y con la de cosas que estoy diciendo se están yendo por otros lados, pero sí, habrá sorpresa. O al menos esa es la intención. Lo que quiero es que la gente se lo pase bien y se entretenga, que es la última noche del año, la más especial. Que se olviden de las cosas malas y se centren en lo bueno. Siempre hay un motivo para celebrar.

P. Dices que el dato de audiencia no te importa demasiado, ¿es 100% real?

R. Sí. Es más, es que no me acuerdo de los datos de las campanadas. El otro día me dijeron, "este año hay que hacer un 40% de share". Y digo, "¿un 40 de qué?", porque no sé el dato del año pasado. Lógicamente, quiero que cada vez vaya mejor y se sume más gente porque siento que así se quedan con parte del discurso. Que comparten mis palabras. Y celebrar las alegrías siempre es guay.

"No es la importancia del vestido, de la 'performance' o si gusta, es historia de España"

P. Si bajara, ¿no te afectaría?

R. A mí no. Otra cosa es que no me llamen más para hacerlas. Yo lo hago para mí, para salir de allí con la cabeza bien alta, con la satisfacción de haberlo hecho como yo quería, pasármelo bien, que Chicote esté también contento, que la gente de Atresmedia sienta que todo ha salido bien e irme a mi casa a cenar. Que encima este año está mi hija. Es que las campanadas es mucho más que un trabajo para mí, es parte de mi vida.

P. Te has convertido en una tradición más de la Navidad, ¿eres consciente de eso?

R. Lo soy cuando veo que mi engagement en Instagram comienza a subir en diciembre y se vuelve una cosa loca [risas]. Es lo más que la gente piense en mí y tenga ganas de verme. Puede que este año sea el último, pero lo que he conseguido es increíble. Quizá suena mal que yo lo diga, pero basta ya de la falsa humildad, esto es historia de la televisión. Y es algo que me voy a llevar para siempre.

Otra cosa es que te guste o no mi forma de despedir el año y dar la bienvenida al nuevo, pero de toda la vida se han comido las uvas en Televisión Española hasta ahora. Y es lo más. No es la importancia del vestido, de la performance o si gusta o no, esto es historia de España.

P. Estás más que acostumbrada a las críticas, pero en este momento de tu vida, ¿las afrontas de forma diferente?

R. Sí, porque siento que mi coraza es más permeable al no estar mentalmente bien. Entonces lo que hago es directamente no leer nada. Cada vez leía menos, pero ahora me estoy cuidando para que no me afecten. Ya de por sí siento que a veces las hormonas me dejan algo triste sin sentido y no quiero un añadido. Cuando subo algo a Instagram leo los primeros 10 minutos porque los haters todavía no han llegado.

"En estos 10 años me he llevado muchas desilusiones, por eso ya le doy valor al que está"

P. Aparte de tu familia y tus amigos, ¿de quién te hace más ilusión saber la opinión sobre tu noche?

R. En estos 10 años me he llevado muchas desilusiones. A mí me gusta que gente importante para mí me escriba un mensaje esa noche. Me duele cuando no me llegan de gente a la que admiro, compañeros de la tele, jefes, periodistas... personas a las que tengo cariño. Me ha pasado que encima, les escribo yo preguntándoles, y me dicen "por supuesto que te he visto, pero pensé que debías tener muchos mensajes...". Pero quizá no tengo tantos...

Muchas veces te das más cuenta del que falta que del que está. Y es una pena. Por eso, desde hace ya bastantes años le doy valor al que está. El que está y piensa que tengo otras ocupaciones, es que realmente no está. Pero que luego tampoco me escriban el día 2 para felicitarme por las audiencias cuando saben que eso me da igual.

P. Cierras un año en el que por fin has presentado un concurso, pero no ha funcionado como se esperaba en términos de audiencia, ¿qué crees que ha pasado con Password?

R. Bajo mi punto de vista, que no soy la persona que decide cuándo se ponen los programas, no era un espacio para emitirse en prime time. Se grabaron unos especiales que sí eran para ese horario nocturno, pero es un concurso ideado para la tarde. No se puso porque es verdad que ahora en Antena 3 todo es un éxito, algo que celebro, pero en su emisión los sábados se ha visto resentido.

Me quedo con las cosas positivas y con que todo sucede por algo. Con los que han visto el concurso y han sido fieles. Con los mensajes de todas esas personas a las que les ha encantado cómo lo he hecho. Aquellos que han destacado que no soy una presentadora al uso, algo que muchos lo usan como un ataque y yo me lo he tomado como algo positivo. Me gusta que se note mi personalidad. Es verdad que lo vivo demasiado y a veces grito un poco de más, pero es que cuando te metes en la grabación se te pega la emoción y que la gente se lleve dinero es un sueño. Me cuesta celebrarlo menos [risas].

P. ¿Vas a seguir en Atresmedia? ¿No te apetece probar cosas nuevas?

R. Me apetece probar muchas cosas nuevas, pero si puede ser en mi casa, mejor. Atresmedia es mi hogar. Llevo 10 años dando las campanadas y con contrato de cadena, pero desde 2010 trabajando aquí, desde Sé lo que hicisteis. Yo quiero seguir porque es donde estoy a gusto. Seguro que surgen nuevos proyectos en el grupo.

P. Figuras como presentadora en ese contrato, ¿qué te gustaría hacer exactamente?

R. Me encantan los concursos y sabía que me iban a gustar cuando los probara. Adoro estar en contacto con la gente. Pero también me gustaría hacer algo de entrevistas. No un formato de entrevistas al uso, algo diferente. Veremos qué pasa en este 2024.