Fran González revela, cuatro años después, en qué se gastó el millonario bote de 'Pasapalabra'

Cuatro años después de su brillante paso por Pasapalabra, Fran González se ha sincerado sobre cómo el concurso, ahora en Antena 3, ha influido en el devenir de su vida. Hay que remontarse al 22 de enero de 2019 para encontrarnos con la gesta del asturiano, quien abandonaba el programa con un bote de 1.542.000 euros bajo el brazo tras 168 entregas peleando en El Rosco.

"Aunque suene a tópico, no me cambió mucho la vida el dinero del premio", reconoce Fran en declaraciones a El Español, una entrevista donde explica que ese importante bote sí supuso un colchón importante para mejorar tanto su vida como la de su familia. Porque si en algo ha invertido el joven el dinero ha sido en aumentar considerablemente la calidad de vida de los suyos.

Tras pagar el 48% del premio a Hacienda o, lo que es lo mismo, cerca de 700.000 euros, González invirtió buena parte del resto del dinero en comprarse un par de casas, una de ellas en la que reside, y en la empresa familiar de ahorro energético e instalación de placas solares: "En el fondo, ganamos todos", resume sobre el impacto que tuvo en su familia el premio.

Y es que además de esto, Fran repartió una parte de esa cantidad con sus hermanos: "Les di dinero para que pudiera mejorar su calidad de vida en general, y además también anulamos la hipoteca que estaban pagando mis padres; me compré un coche y todavía queda un buen pellizco para futuras necesidades, viajes, estudios...", confiesa ahora el asturiano.

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Al margen de esto, en su día a día también ha experimentado un cambio sustancial, viviendo mucho más desahogado gracias a las inversiones realizadas. Tanto es así que, al no tener grandes vicios, ha pasado de comprar entre tres y cuatro libros al mes a seis o siete, además de haber podido continuar con su formación académica y realizar diferentes viajes por Europa.

"Dos años después de ganar el bote hice otro Máster, en este caso de Oncología y Biomedicina en la Universidad de Oviedo, aunque siento que tengo que darle un giro radical a mi vida. En investigación no he tenido la oportunidad de demostrar mi valía y me he estado preparando para hacer el BIR (Biólogo Interno Residente), ojalá me haya salido bien el examen... Si no consigo plaza, creo que voy a dedicarme a actividades de Cooperación Internacional porque tengo la intención de hacer un par de voluntariados y ayudar a la gente que lo necesita, algo muy necesario", concluye González.