Juan y Medio (Canal Sur): "Es fácil ser líder metiéndote con todos"

Ha pasado por todas las cadenas en sus más de 30 años de trayectoria televisiva, pero, sin lugar a dudas, Canal Sur ha sido, es y será el verdadero hogar de Juan y Medio (Lúcar, 1962). Con 'La tarde aquí y ahora' plenamente afianzado en la parrilla de la autonómica y en la mente de todos los andaluces, el de Almería siempre se ha sentido cómodo en los espacios televisivos hechos por y para escuchar a las personas. Sin ningún tipo de condescendencia, sin juicios de valor, simplemente aportando un altavoz a los que no lo tienen para que puedan expresarse en plena libertad.

Sus primeras experiencias en la pequeña pantalla le marcaron poco a poco su hoja de ruta, la de la conducción de formatos familiares. Juan debutó a principios de los 90 como gancho de 'Inocente, Inocente', las tradicionales galas solidarias navideñas de las que, en varias ediciones, acabaría siendo el presentador. No obstante, su curriculum contiene espacios de diversos géneros como los primeros debates del 'reality' 'El bus' o el debate de actualidad 'Paranoia semanal', aunque el entretenimiento y el 'talk show' para todos los públicos siempre han sido los grandes fuertes del almeriense.

"Ponemos en su sitio a los mayores, en un mundo hecho para los jóvenes"

'Vídeos, vídeos' (Telecinco), 'Un siglo de canciones' (Canal Nou), 'Punto y medio' (Canal Sur), 'Diario y medio' o 'El amor está en el aire' (estos dos últimos en Antena 3) son solo algunos de los programas que precedieron al actual 'La tarde aquí y ahora', producido por Indalo y Media, empresa del propio presentador. El mismo formato fue lanzado en Castilla-La Mancha Televisión bajo la marca de 'En compañía' y con Ramón García al frente. La sección estrella del espacio, la de personas mayores buscando pareja, ya es una seña de identidad de ambos canales. "Tenemos verdadera devoción por ellos. Todo lo que tenemos se lo debemos a nuestros mayores. No nos duelen prendas en ponerlos en un sitio... en un mundo hecho para la juventud", confiesa en su entrevista con EL CONFI TV.

La sociedad y la televisión han avanzado con creces, algo que Juan comprueba cada día, desde hace 13 años, a través la óptica de los mayores de 65. Cuestiones como el feminismo o la importancia de la salud mental calan en ellos, a pesar de haberse criado en una época bien distinta: "Claro que he visto avances en ese sentido. En Andalucía ya se ve con buenos ojos que una persona deje de sufrir [...] Sobre todo, las mujeres se sienten amparadas para llamar al programa, y en el barrio o en su familia ya no las rechazan por ir".

Inevitablemente, la creciente concienciación social sobre determinados asuntos implica un mayor cuidado a la hora de decir según qué cosas ante millones de espectadores. El conductor de la radiotelevisión andaluza es consciente de ello: "Existe un 'ofendidito premium', como yo lo llamo, al que le molesta todo. Y luego existe una gran cantidad de cadenas que hacen caso a esa gente. A lo mejor te escriben diez mil felicitándote y cuatro quejándose, y te llaman por esos cuatro. Te plantean tonterías como si fuesen un problema".

PREGUNTA. 'La tarde aquí y ahora' está más que consolidada en las tardes de Canal Sur, algo nada fácil con la brutal competencia que existe en esa franja. ¿Por qué conecta tanto con los andaluces?

RESPUESTA. Es el programa que más aporta a su cadena y es bonito poder sacar pecho de eso. Con la de plataformas que hay, con los teléfonos móviles y con esa competencia tan dura, es difícil que tres personas anónimas, sin ningún escándalo que contar, generen interés en el público. La soledad es brutal, son colectivos de cientos de miles de personas que están muy solas. Se sienten desgraciadas y 'La tarde' les habla de sus problemas desde el máximo respeto y cariño.

Tenemos verdadera devoción por nuestros mayores, y todo lo que tenemos se lo debemos a ellos. No nos duelen prendas en colocarlos en su sitio en un mundo en el que todo está hecho para los jóvenes. Ellos aportan mucho más de lo que reciben en medios de comunicación, en infraestructuras, etc. Migraciones, sometimiento por ser mujeres... las personas mayores cuentan cosas que no son fáciles, pero ocurre el milagro de que lo pasamos muy bien.

"Los mayores han estado siempre sometidos, juzgados. Nadie les ha hecho caso"

P. ¿Cuál es la gran lección que te han dado los mayores en todo este tiempo?

R. Esa lección se resume en una frase: "Ellos solo tuvieron obligaciones y nosotros solo tenemos derechos". Ellos han estado sometidos, juzgados. Les hablas de un ansiolítico y ni saben lo que es, no se lo han podido tomar. Nadie les ha hecho ni puñetero caso. Entonces no existía la depresión, ni el "voy a desahogarme con mi terapeuta". Los hombres estaban abocados al alcohol y al tabaco; las mujeres, a estar metidas en casa, en sus labores y poco más. Me veo muy pequeño ante la obra de esta gente.

P. Estos dos últimos años han sido tremendamente duros para ellos. Supongo que habrás notado su hartazgo por la pandemia del coronavirus.

R. Pues por eso, con mucho miedo, cuando todo el mundo moría, me iba a trabajar cada día. No dejé de salir en antena. Fue elección propia no nombrar el coronavirus durante esa época en 'La tarde', cuando todos los programas giraban alrededor de este. La gente que estaba asustada y preocupada pudo comprobar que se podía ver la tele sin escuchar la palabra de turno. No venían invitados al plató siquiera, no teníamos artistas, ni nada.

P. A lo largo de los más de diez años de emisión de 'La tarde aquí y ahora', ¿has visto un cambio de mentalidad en las personas mayores sobre diversos temas que antes no se ponían tanto sobre la mesa?

R. Claro que he visto avances en ese sentido. Es un goteo diario durante muchos años. En Andalucía ya se ve con buenos ojos que una persona deje de sufrir. Sobre todo, las mujeres se sienten amparadas, ya no esperan el rechazo de la familia o incluso del barrio por acudir a la televisión. Los hijos lo ven con tranquilidad, no piensan que la persona que está con su padre se va a quedar con todo. Antes las familias buscaban que no se diese el paso, ahora son los propios familiares los que te llaman.

El cambio se ve cuando nos llaman desde otros países para venir a hacer un piloto de 'La tarde'. Han venido desde México, desde muchas partes de Europa, y ahí se ve que cuesta mucho reconocer que no es un fracaso estar soltero e ir a la tele.

P. Eso sí, da la sensación de que cada vez hay menos programas que escuchan a la gente de la calle.

R. Cada vez la gente vive más y, por lo tanto, se queda más años viuda. Los hijos también están más ocupados e incluso se tienen menos hijos. La soledad alcanza unos niveles patológicos. Hemos unido a miles de personas, ya han nacido hijos de aquellos mayores o discapacitados que hemos unido. Algunos han muerto ya y nos llaman sus hijos dándonos las gracias.

Viajo todo lo que puedo y te sorprenderías de la cantidad de gente que nos ve. A lo mejor ETB no la entienden, o la cadena catalana o la gallega. Por eso, se asoman a Canal Sur para conocer la vida de las personas. Además, que Televisión Española tampoco tiene programas de estas características.

"La televisión actual podría ser más amable e inteligente"

P. Parece que los andaluces se sienten muy apegados a Canal Sur, especialmente la generación que creció con 'La banda'. Has trabajado y tienes contacto con otros canales regionales, ¿crees que en Andalucía están más ligados a su televisión pública que en otras comunidades?

R. No te creas. TV3 tiene bastante seguimiento, así como ETB. ¿Por qué pasa esto? Pues porque hacemos televisión de cercanía. Aquí, en Andalucía, gusta mucho la Semana Santa, el deporte de los equipos andaluces, las romerías, los festejos, los toros... Eso no te lo dan otros canales. Se hace una televisión muy apegada a la personalidad del andaluz.

P. Aunque el consumo de los jóvenes crece en Canal Sur, las audiencias reflejan que el mayor consumo se da entre espectadores de más de 65 años. No son pocas las personas que dicen que Canal Sur es una cadena para mayores...

R. La gente puede decir lo que quiera, pero no se basa en la realidad. Además, no tenemos Fórmula 1, no tenemos fútbol, no tenemos ficción, no tenemos 'realities'. Es fácil ser líder metiéndote con todos, diciendo cosas bochornosas y con abogados que te defiendan de todo. Lo dicen con total impunidad y con toda la publicidad, con los mejores estudios. Nosotros salimos a luchar con una espada de cartón y ellos con una láser. Sin embargo, ahí estamos.

P. Son unos cuantos años mano a mano con Eva Ruiz, con quien formas una gran pareja televisiva. ¿Qué te aporta como presentadora? ¿Cómo es ese trabajo previo a la emisión del programa cada día?

R. Es la mejor, no hay nadie como ella. Te lo digo con conocimiento de causa. He trabajado en todas las cadenas y creo que es la mejor comunicadora de este país. Tiene sentido del humor, es culta, es bella, tiene carácter, tiene personalidad... Es una criatura para 'comérsela'. Sobre el trabajo diario, te digo que nosotros somos una maquinaria muy engrasada. Las compañeras y compañeros previamente han entrevistado a las personas que van a venir. Contactas con todo el mundo, les hablas, te organizas, te presentan sus perfiles y subrayamos las cosas que conviene destacar de cada invitado. Luego, en cada entrega, mezclamos a gente de 50 con otra de 80, por ejemplo.

P. Estuviste muchos años trabajando con la otra cara de la moneda, con los niños, en 'Menuda noche'. ¿Crees que el espacio tenía más recorrido del que finalmente tuvo?

R. Yo quiero creer que sí y, no es que lo diga yo, es que lo avalaban las audiencias. Quizá, junto con 'La tarde', era el producto más conocido de la cadena en toda España. Las plataformas digitales, como Movistar Plus+, lo tenían incluido en su oferta. Por algo sería.

"Existen los 'ofendiditos premium'. Luego también están las TV que les hacen caso"

P. No tienes redes sociales. ¿Por qué medio sueles leer las opiniones que se vierten sobre 'La tarde aquí y ahora'?

R. No tengo tanto tiempo para dedicar al teléfono. Ya, sin quererlo, lo uso dos o tres horas al día, imagínate si estuviese en redes. Prefiero vivir la vida a la que me la viva el móvil. Además, tengo la suerte de tener buenas críticas. Me siento tan querido y tan respetado por el público y por los compañeros que a mí no me da ningún miedo enfrentarme a las redes por ese motivo. Lo que pasa es que no lo hago porque prefiero leer un libro.

P. Hace un tiempo comentaste a Pablo Motos en 'El hormiguero' que llegaste a rechazar ofertas de otras cadenas porque estabas muy a gusto en Canal Sur. ¿Te siguen tanteando?

R. Cada vez que empieza o acaba una temporada. Es halagador, empecé con muchos de ellos, pero ya no es un tema de dinero. A los 58 o 59 años, si estuviera preocupado de trabajar por le dinero... No tengo hijos, tengo mi hipoteca pagada, el coche es mío... Por eso hago lo que me llena más. Me parece tan hermoso poder ayudar a las personas mayores y poder reírme cada tarde en mi tierra... Voy de forma esporádica a algún programa porque me invitan, pero, teniendo un directo diario, es una 'paliza' que te mueres. Ya tuve esa etapa, ahora vivo mi vida tranquilamente.

P. Si echas la vista atrás y comparas aquella televisión con la actual, ¿piensas que hay menos libertad para decir según qué cosas?

R. Por supuesto. Ahora se ofende muchísima más gente, estás continuamente transgrediendo los límites del humor por cosas que ni entiendes. Existe un 'ofendidito premium', como lo llamo yo, al que le molesta todo. Luego también están las cadenas que le hacen caso a gente. A lo mejor escriben diez mil felicitándote y cuatro quejándose. Pues te llaman por esos cuatro, te plantean tonterías como si fuesen un problema. Es difícil hacer humor hoy en día, pero, bueno, para esos está la libertad de expresión. Tanto de ellos como la mía.

"En Andalucía ya se ve con buenos ojos que una persona deje de sufrir"

P. ¿Hay algún gran formato que eches en falta hoy en día?

R. Me gustaría que hubiese un gran programa de entretenimiento, como el que hacía José María Íñigo. Ahí lo mismo había una entrevista que, de repente, actuaban Tom Jones o Camilo Sesto. Un espacio al que vaya gente que aporta y desarrolla cosas, sin tener que ser necesariamente artistas. Gente que tenga algo que contar sin herirlo, sin meterte con él, que no parezca que va allí a condición de que pase por un calvario. Creo que todo podría ser más inteligente, más amable y más preparado.

P. Entiendo que tienes poco tiempo libre, pero seguro que al llegar a casa consumes televisión. ¿Qué sueles ver?

R. Veo deporte y documentales. La política me interesa, pero no me gusta. Adoro viajar, así que los canales en los que se muestran otros países y sus costumbres me fascinan. También veo programas de música, del concierto de Año Nuevo a los Rolling, pasando por Serrat. Además, leo mucho, así que siempre que tengo un hueco pongo la tele de fondo y leo. Luego veo series, claro, porque hay series estupendas.