Cómo el éxodo interestelar cambiará a la humanidad para siempre

A medida que se acerca la festividad de Pesaj, recordé lo corta que es la historia humana. El éxodo de Egipto se remonta a los siglos XII y XIII a. C., la época de Ramsés II o III, el primer o segundo faraón que gobernó el Antiguo Egipto. Pero esto ocurrió hace unos 3.200 años, menos de una millonésima parte de la edad de la Tierra, que es a su vez un tercio de la edad del Universo. A lo largo de la historia cósmica, la historia del Éxodo es una gota en el océano. Dado que el Pesaj se celebra durante ocho días, se necesitarían 22.000 años para celebrar la historia de la Tierra, por no hablar del vasto tiempo y espacio que abarca el Universo observable o de las regiones del espacio-tiempo más allá de nuestro horizonte cósmico.

El Éxodo tradicional liberó a unos miles de personas de la esclavitud, creó su sentido de comunidad y estableció su vínculo con Dios. ¿Qué implicaría el momento del Éxodo cósmico para la humanidad? Mi visión como astrofísico es sencilla: nuestro éxodo cósmico significaría la liberación de una comunidad espacial de personas de los confines de la gravedad de la Tierra. ¿Qué reemplazaría a Dios en esta historia? Una civilización extraterrestre avanzada.

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Las tecnologías extraterrestres podrían provocar aparentes milagros en la Tierra del personaje que desencadenó el tradicional Éxodo. Las tecnologías de nuestro futuro, y en particular los dispositivos que muestran Inteligencia General Artificial (AGI), nos impresionarían tanto como los actos de Dios impresionaron a los israelitas.

Los israelitas se establecieron en Canaán después de 40 años vagando por el desierto. Este largo período fue necesario para que establecieran una nueva mentalidad, libre de la esclavitud y los cultos que caracterizaban su mentalidad en Egipto.

¿Dónde se asentaría nuestra nueva comunidad espacial? Su Canaán probablemente sería un planeta habitable alrededor de otra estrella. El viaje a la estrella más cercana dura 40.000 años con nuestro mejor cohete químico, tiempo suficiente para permitir que una nueva comunidad espacial se libere de la mentalidad terrestre.

¿Quién serviría como Moisés para la nueva comunidad espacial? Es posible que ese bebé ya haya nacido.

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A Moisés le convencieron de creer en una entidad sobrehumana, Dios, después de presenciar una zarza ardiendo que nunca se consumió. ¿Un fenómeno anómalo no identificado (FANI) serviría como momento de zarza ardiente para nuestro nuevo Moisés? Si es así, hay que mirar las versiones clasificadas de los tres informes del Director de Inteligencia Nacional al Congreso de los Estados Unidos en 2021, 2022, y 2023, ¿contiene algún signo de una FANI que se parezca a la zarza ardiente? ¿Las propiedades anómalas del meteoro interestelar IM1 y del objeto interestelar 'Oumuamua, eran indicativas de un origen tecnológico? Cualquier anomalía tecnológica extraterrestre podría establecer nuestro vínculo con una entidad sobrehumana, como lo hizo con Moisés, e inspirarnos a embarcarnos en un viaje a las estrellas.

Hace ocho años, el 22 de abril de 2016, el renombrado físico teórico Stephen Hawking visitó mi casa para el Pesaj. Sus palabras quedaron grabadas en video por mi móvil e incluían las declaraciones:

“Buenas noches y gracias a Avi y Ofrit por ser los anfitriones de la celebración de Pesaj de esta noche. Es un placer estar de regreso en Harvard. La semana pasada en Nueva York, Avi y yo anunciamos una nueva iniciativa que trata sobre nuestro futuro en el espacio interestelar... Hasta ahora solo hemos estado observando las estrellas desde la distancia. Ahora, por primera vez, podemos llegar a ellas…”

Es notable que una historia bíblica de nuestro pasado pueda inspirar nuestro futuro entre las estrellas. Todo lo que tenemos que hacer es abrir nuestras cámaras y telescopios, así como nuestra mente, a la posibilidad de que una entidad sobrehumana nos salve de nuestras miserias terrestres. Nuestras religiones tradicionales celebran el pasado. En esta festividad de Pesaj, todos deberíamos reflexionar sobre nuestro futuro entre las estrellas y esperar que pronto llegue a nuestro buzón un mensaje de paz y prosperidad en forma de un paquete tecnológico extraterrestre.

Si efectivamente se produjera un éxodo cósmico, ¿cómo serían las celebraciones periódicas de este acontecimiento histórico? Las festividades relacionadas contarán la historia de los milagros tecnológicos que liberaron a la comunidad espacial de personas de la Tierra y establecieron su vínculo con una entidad sobrehumana. El evento se celebrará dondequiera que vaya la comunidad espacial; inicialmente en una nave espacial y eventualmente en exoplanetas. El viaje será largo, pero valioso. Suficiente para que los viajeros dejen atrás la mentalidad de conflictos tóxicos y destrucción que caracterizó su vida en la Tierra. Esto sentará una nueva base para una comunidad inspirada por una visión de paz y crecimiento. Esta comunidad se adaptará mucho mejor al principio de supervivencia del más apto en el espacio interestelar.

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Avi Loeb es jefe del proyecto Galileo, director fundador de la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, director del Instituto para la Teoría y la Computación del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y autor del bestseller Extraterrestrial: The first sign of intelligent life beyond earth.

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