Es noticia
La primera pelota de baloncesto del mundo que no necesita hincharse cuesta $2.500
  1. Tecnología
  2. Novaceno
Entrevista exclusiva

La primera pelota de baloncesto del mundo que no necesita hincharse cuesta $2.500

La creadora y el cerebro detrás del marketing de la Wilson Airless Gen 1 nos cuentan la genésis y cómo se fabrica la primera pelota de baloncesto sin aire de la historia

Foto: La Wilson Airless Gen 1 en los tres colores disponibles: negro, natural y color de balón clásico. (Wilson)
La Wilson Airless Gen 1 en los tres colores disponibles: negro, natural y color de balón clásico. (Wilson)

El próximo día 16 habrá unas 200 Wilson Airless Gen1 disponibles para la venta. Sí doscientas, no faltan ceros. La primera versión comercial de ’La Pelota de Baloncesto Que No Necesita Inflarse Porque Ya Está Llena de Agujeros’ costará 2.500 dólares. Y sí, ahí no hay ceros extra: el precio de cada uno de estos balones será de dos mil quinientos dólares estadounidenses y cero céntimos.

Estarán disponibles exclusivamente en el sitio web de Wilson y mi instinto me dice que todas ellas desaparecerán en segundos, a juzgar por la respuesta que tuvo el prototipo original y lo que me cuentan por videoconferencia Nadine Lippa y David Picioski, directora de innovación y director global de asociaciones y colaboraciones de Wilson Sporting Goods, respectivamente.

Foto: La nebulosa gigante NGC 2014 y su vecina NGC 2020. (ESA)

Hay razones por las que el precio es tan alto y el número tan limitado, todas ellas estrechamente entrelazadas, según me dicen durante la entrevista. Esta es la historia de cómo lograron convertir un prototipo increíble que encanta a todo el mundo —incluso estrellas de la NBA— en un producto real que cualquiera con 2.500 dólares y una conexión rápida a Internet puede comprar ya mismo.

Primero está la cuestión de la fabricación. Estas pelotas de baloncesto sólo se pueden producir en cantidades muy limitadas debido a las limitaciones de la tecnología 3D actual. Aunque el equipo de diseño dirigido por Lippa ha podido agilizar el proceso de fabricación mejorándolo logísticamente y ajustando el diseño de la pelota, ella me dice que todavía están en el comienzo de una larga curva de aprendizaje que mejorará con el tiempo.

placeholder Modelo negro de la Wilson Airless Gen 1. (Wilson)
Modelo negro de la Wilson Airless Gen 1. (Wilson)

Ajustando el diseño y la logística

“En cuanto al equipo [de fabricación] que se utiliza, es más o menos el mismo [que el del prototipo]”, me dice. "Seguimos usando la misma impresora, seguimos usando el mismo tipo de lijado y teñido". Para aumentar el volumen de impresión 3D y lograr un producto comercial de primera generación, Wilson llevó parte de su producción a un proveedor donde tienen todo el equipo necesario en una sola ubicación, asegura, lo que le brinda más control sobre el proceso en su totalidad y aumenta la velocidad de producción.

El diseño de la pelota también tuvo que cambiar, pero sin afectar el rendimiento del prototipo, que tiene el mismo rebote y comportamiento de una pelota de baloncesto oficial de la NBA. “Hemos creado unos agujeros extra en los canales de la pelota, que son como la franja negra que verías alrededor de una pelota de baloncesto convencional”, describe. La razón de ser de esos agujeros es facilitar la liberación de polvo. La Wilson Airless Gen1 está impresa con láser en un lecho de polvo de polímero elastomérico y ese polvo tiende a quedar atrapado dentro de la estructura de la pelota. "Al agregar esos agujeros, se puede quitar más fácilmente", dice Lippa.

placeholder Modelo blanco, sin teñir, con el color natural del polímero elastomérico. (Wilson)
Modelo blanco, sin teñir, con el color natural del polímero elastomérico. (Wilson)

Básicamente, la nueva pelota disponible comercialmente tendrá la misma arquitectura, pero con algunas mejoras en el diseño para permitir una producción mayor. Este requerimiento era obligatorio porque el prototipo fue un gran éxito mientras viajaban por todo el mundo con él, describe. "Hubo tanta gente que expresó interés en querer tener una, que no queríamos desviarnos demasiado del diseño inicial", señala Lippa. "Tuvimos la oportunidad de realizar algunas mejoras técnicas y de fabricación para crear algo mejor".

El otro aspecto importante de los ajustes de diseño fue que el rendimiento debía ser el mismo en todas las bolas. Una cosa es imprimir media docena de prototipos para que los usen en juegos de exhibición y otra es fabricar cientos de unidades. “Tenían que tener el mismo rendimiento que la primera, pero la clave es la coherencia de una impresión [de una pelota] a otra”, me dice. De hecho, señala que la coherencia de su comportamiento es uno de los aspectos clave de la producción optimizada y el diseño ajustado.

placeholder Detalle de la marca Airless Gen 1. (Wilson)
Detalle de la marca Airless Gen 1. (Wilson)

La nueva pelota también vendrá en tres colores: el negro del prototipo, un color de cuero que recuerda a las pelotas clásicas y una versión “al natural”. Es decir, sin teñir. Lippa lo describe como un blanco marfil, que es el color natural del polímero utilizado en el proceso de impresión que puedes ver en las fotos que acompañan este artículo.

Cada pelota contará con un panel de personalización que, además de llevar el logo de Wilson, identificará cada una de forma individual siguiendo la convención de cualquier coleccionable de edición limitada. "Una pelota pondrá 1 de 50", dice Lippa, "otra será la número siete de 75" (supongo que 50 y 75 serán cada uno para uno de los tres colores disponibles, pero ella no quiso decir cuál es cuál en el momento de la entrevista).

Un artículo coleccionable

Según Picioski, este factor de exclusividad es producto de una necesidad convertida en ventaja. “Creemos que la cantidad que tenemos actualmente es realmente adecuada para nosotros, Nadine y el equipo de I+D”, afirma. A medida que el producto crezca con cada nueva generación, cree que, naturalmente, Wilson podrá realizar algunos aumentos en el número de cantidades. Pero, por ahora y hasta que la tecnología pueda satisfacer la demanda masiva, será un producto muy caro, lo que automáticamente conducirá a un tipo muy específico de compradores potenciales.

"Hemos pensado mucho en esto y creemos que el público objetivo de este producto es una confluencia de algunos grupos diferentes", describe Picioski. Uno son los aficionados al deporte que aman el baloncesto. Luego está el grupo de los coleccionistas: "Vemos esto muchísimo en el arte, la moda, las zapatillas de deporte... Personas que realmente quieren productos raros de edición limitada y les encanta estar en esta pequeña minoría de personas que realmente pueden poseerlos". Finalmente, están los entusiastas de la tecnología, las personas que realmente aprecian y codician las últimas innovaciones en tecnología e ingeniería, me cuenta: "Todos estos nuevos inventos y creaciones que salen cada año siempre tiene ese grupo de personas que quieren ser los primeros en tenerlo en sus manos”.

Picioski cree que la audiencia de este producto fusiona todos estos grupos. En cantidades “un poco menos de doscientas” será difícil ver si ese grupo es grande o pequeño. Viendo el mercado de las zapatillas, por ejemplo, es casi seguro que haya cientos de miles de compradores que estén deseando comprar ya una Wilson Airless Gen1 y tenga dinero de sobra para hacerlo. De hecho, es probable que Shaquille O'Neal los compre todos para regalarlos en la Navidad de 2024 de una tacada. Sin duda, habrá amantes del baloncesto con bolsillos lo suficientemente grandes como para gastar 2.500 dólares en esta maravilla tecnológica.

El futuro tomará su tiempo

El resto de nosotros tendremos que esperar. No sabemos cuántos años, pero al escuchar a Lippa hablar sobre el futuro, claramente queda muchísimo tiempo por delante: “Creo que uno de los aspectos más interesantes de este proyecto es que tenemos un plan muy flexible en términos de lo que pensamos que es viable, pero estamos aprendiendo junto con todos los demás [en la industria del deporte y otras] que participan en este viaje de fabricación aditiva”. Ella dice que toda la gente en la industria de la impresión 3D y la industria del deporte todavía están aprendiendo juntos cómo pasar de uno a diez a 100 a 1000 y a decenas de miles de unidades impresas.

Lippa cree que este espacio apenas está comenzando a florecer y, cuantas más empresas se involucren en él, más viable será para todos, más fabricantes habrá en todo el mundo, y más bajarán los precios de la fabricación y los materiales. Y habrá más experiencia: “Ahora veo personas que solicitan empleo y que ya han estudiado impresión 3D en el instituto”, me cuenta. "Esto no era algo que hubiera podido estudiar cuando yo estaba en la universidad". Por ahora, dice que están “caminando sobre el filo de la navaja”.

La verdadera prueba comienza ahora

Para que te hagas una idea de lo afilado que es esa navaja, ni siquiera saben todavía cómo se comportará la pelota en el mundo real. Sí, la han probado cientos de miles de veces en el laboratorio, en máquinas diseñadas especialmente para comprobar el factor de rebote. Y profesionales del baloncesto y jugadores amateur la han probado y se han maravillado ante su comportamiento, igual que una pelota hinchable real.

Pero todavía no han introducido ninguna de las pelotas en un entorno real como en el que se utilizan las pelotas tradicionales, me dice, donde simplemente están abandonadas en un gimnasio y luego se juega con ellas cuando sea, después de pasar frío o calor, sequedad o humedad. “Desde un punto de vista técnico, todavía no tenemos una idea real de cómo se comportará en ese entorno. Podemos ejecutar pruebas aceleradas y siempre las realizamos según los estándares. Eso fue parte de nuestras mejoras de diseño y de identificar partes de la pelota que podrían fortalecerse aún más”.

placeholder Otra vista de la bola negra que muestra el logo de Wilson.
Otra vista de la bola negra que muestra el logo de Wilson.

En este momento, sin embargo, no tienen idea de lo que sucederá con estas pelotas de baloncesto una vez que lleguen a la calle. "Cualquier científico de materiales te dirá que la mejor manera de probar un producto es ponerlo en el campo y escuchar a las personas que realmente lo están usando". Veremos qué pasa dentro de un año más o menos. Yo, la verdad, no puedo esperar a tener una de estas pelotas en mis manos y ver lo sorprendente que es el primer rebote de un objeto tan extraño y contradictorio.

Como Picioski me cuenta, eso es exactamente lo que ellos quieren: empezar a botar esta pelota en el mundo real. “Esperamos crear una nueva audiencia y luego hacerla crecer, nutrirla, iteración tras iteración, mientras buscamos desarrollar la pelota y hacer la producción aún más grande. Ésta es sólo la primera generación”.

El próximo día 16 habrá unas 200 Wilson Airless Gen1 disponibles para la venta. Sí doscientas, no faltan ceros. La primera versión comercial de ’La Pelota de Baloncesto Que No Necesita Inflarse Porque Ya Está Llena de Agujeros’ costará 2.500 dólares. Y sí, ahí no hay ceros extra: el precio de cada uno de estos balones será de dos mil quinientos dólares estadounidenses y cero céntimos.

Tecnología
El redactor recomienda