El nuevo satélite de EEUU para vigilar a Rusia es el 'James Webb' de los espías
El Pentágono va a activar su 'James Webb' militar, un nuevo satélite espía para buscar lanzamientos de misiles con un sensor infrarrojo con resolución y alcance "sin precedentes"
La Fuerza Espacial de los Estados Unidos está a punto de activar un ‘James Webb’ militar equipado con sensores de tal resolución que, como el telescopio espacial, ofrecerá una visión desde el espacio sin precedentes. Pero, al contrario que el Webb, su objetivo no es la investigación científica del universo sino detectar y seguir lanzamientos de misiles de Rusia, China, Corea del Norte o Irán. Lo hará con una precisión y velocidad nunca vistas, afirma el Ejército norteamericano, algo que representa una capacidad crítica en estos momentos gracias a la nueva doctrina y retórica nuclear rusa.
El Comando de Sistemas Espaciales norteamericano acaba de anunciar que el observatorio está preparándose para “recibir su primera luz” — la primera vez que comenzará a transmitir imágenes — después de su lanzamiento el pasado mes de julio sobre un cohete Atlas 5.
Su nombre es WFOV, siglas en inglés de ‘amplio campo de visión’, que suena exactamente a la instrumentación del James Webb aunque no sea la misma tecnología. Según Joseph Makofski, director adjunto del Laboratorio de Herramientas, Aplicaciones y Proceso del Comando de Sistema Espaciales, WFOV demostrará el funcionamiento de todos los componentes del sistema, desde los sensores y electrónica del observatorio espacial a las computadoras encargadas de analizar el flujo de información enviado en tiempo real. Una vez esté en marcha, el Comando de Sistemas Espaciales asegura que los EEUU tendrán una “mayor capacidad para conocer la situación del campo de batalla, capturar datos técnicos y más”.
Cómo funciona
WFOV es un observatorio espacial diseñado para probar la tecnología que equipará la constelación de satélites para la alerta de misiles de los Estados Unidos en el futuro próximo.
Como apunta la coronel Heather Bogstie — líder senior para la alerta y el seguimiento resiliente de misiles del Comando de Sistemas Espaciales — sus características técnicas son totalmente nuevas y su capacidad de vigilancia “no tiene precedentes”. El punto clave de este observatorio militar es un nuevo tipo de plano focal, afirma, un sensor infrarrojo de 4.000 por 4.000 puntos, lo que sería un equivalente de un sistema 16K. Con este sensor y la óptica de gran angular, el sistema puede vigilar una zona de más de 3.000 kilómetros de diámetro en cualquier momento.
Bogstie dice que podrán “recopilar mucha información sobre objetivos actuales y amenazas emergentes, sus origen y perfiles, y esa información estará lista para que futuros programas la aprovechen”. La coronel asegura que, gracias a WFOV, el Ejército “sabrá exactamente dónde buscar y qué está buscando".
La inteligencia artificial es clave
La cantidad de ‘terabytes’ enviadas por WFOV será tan grande que la otra parte fundamental estará en el proceso de esos datos, que correrá a cargo de los computadores del Laboratorio de Herramientas, Aplicaciones y Proceso del Comando de Sistema Espaciales en Boulder, Colorado.
Es imposible que los humanos puedan seguir el ritmo de los datos producido por este satélite. Por eso, según el coronel Brian Denaro, oficial ejecutivo de sistemas de sensores espaciales del comando, tendrán que utilizar sistemas de inteligencia artificial capaces de procesar e interpretar el increíble flujo de información al que se enfrentan.
Estos sistemas serán los encargados de condensar y presentar la información realmente importante, alimentando los sistemas estratégicos y tácticos que, tanto en los centros de control como en el campo de batalla, resultarán en respuestas que irían desde envíar una alerta para interceptar un misil hasta enviar una flota armada a un escenario determinado.
Es un paso más hacia un mundo donde las computadoras tendrán una visión prácticamente omnisciente de todo lo que está sucediendo en a Tierra. Un planeta donde los Ejércitos dependerán de esa visión global y el juicio de la inteligencia artificial, cada vez más sofisticada, para la toma de decisiones críticas para el futuro de todo el planeta.
La Fuerza Espacial de los Estados Unidos está a punto de activar un ‘James Webb’ militar equipado con sensores de tal resolución que, como el telescopio espacial, ofrecerá una visión desde el espacio sin precedentes. Pero, al contrario que el Webb, su objetivo no es la investigación científica del universo sino detectar y seguir lanzamientos de misiles de Rusia, China, Corea del Norte o Irán. Lo hará con una precisión y velocidad nunca vistas, afirma el Ejército norteamericano, algo que representa una capacidad crítica en estos momentos gracias a la nueva doctrina y retórica nuclear rusa.