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Un satélite Meteosat más potente llega pronto al espacio y va a revolucionar la previsión
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Un satélite Meteosat más potente llega pronto al espacio y va a revolucionar la previsión

El primero de una nueva generación de satélites meteorológicos ya está listo en la Guayana Francesa para ser enviado al espacio. Entre otras nuevas funciones, detectará rayos

Foto: El satélite Meteosat Tercera Generación (MTG).
El satélite Meteosat Tercera Generación (MTG).

Es el satélite más conocido de todos, porque millones de personas ven sus imágenes todos los días en televisión desde hace décadas, y ahora también en internet. Sin embargo, a lo largo de la historia no ha habido un solo Meteosat, sino muchos, desde que se lanzó el primero en 1977. Durante los siguientes 20 años, la Agencia Espacial Europea (ESA) estuvo enviando a la órbita geoestacionaria nuevos satélites meteorológicos de primera generación, pero la tecnología fue evolucionando y todos los que han salido al espacio en este siglo ya se consideran de segunda generación.

Es posible que la mayoría de nosotros apenas notemos los cambios, porque se van introduciendo poco a poco, pero nada tiene que ver la información meteorológica actual con la de hace años. Bastaría con comparar cualquier informativo para ver la espectacular evolución de los datos, las explicaciones y las representaciones; sin entrar en todo el trabajo que hay detrás. Pues bien, la próxima revolución ya está en marcha. Antes del final de este año tendremos en órbita el primer Meteosat de Tercera Generación (MTG) y, una vez más, todo va a cambiar: no solo lo que van a mostrarnos, sino la fiabilidad de las predicciones e, incluso, la mejora de los sistemas de alerta ante fenómenos meteorológicos extremos y cada vez más frecuentes. Los nuevos satélites meteorológicos están llamados a salvar vidas.

Foto: Elon Musk. (Reuters/Adrees Latif)

Eso sí, antes de ser lanzado, el primer satélite de esta nueva generación (denominada MTG-I 1) ha tenido que viajar por mar durante dos semanas, atravesando el océano Atlántico desde Francia hasta el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. A pesar de que la carga era muy sensible, la ESA informó hace unos días que el carguero había tenido un trayecto plácido y tanto el satélite como los 10 contenedores en los que viajaba el equipamiento llegaron en perfectas condiciones de temperatura y humedad. Los ingenieros ya están preparando todo para que despegue en un cohete Ariane 5 el próximo mes de diciembre.

Esta es la primera pieza del sistema de observación meteorológica de Europa para las dos próximas décadas, que estará formado por dos MTG-I, como el que está a punto de ser lanzado al espacio, y otro aparato denominado MTG Sounding (MTG-S). En total, habrá tres satélites que años más tarde serán reemplazados por otros tres. En definitiva, “vamos a tener dos tipos de satélite y cada uno llevará instrumentos muy diferentes”, explica en declaraciones a Teknautas Pilar Rípodas, jefa de área de Desarrollos Satelitales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En realidad, “el MTG-I es más parecido al actual satélite de segunda generación, pero, aun así, va a ofrecer muchos más detalles, con más frecuencia y datos completamente nuevos”, destaca.

placeholder El nuevo Meteosat, listo en la Guayana Francesa. (ESA/CNES/Arianespace)
El nuevo Meteosat, listo en la Guayana Francesa. (ESA/CNES/Arianespace)

El motivo es que llevará dos instrumentos completamente nuevos. Uno de ellos es un “generador de imágenes combinado flexible” que supondrá un salto de calidad en cuanto a la resolución espacial y temporal. Esto quiere decir que las imágenes tendrán más detalle, pero, además, “mientras que antes teníamos una imagen que se renovaba cada 15 minutos, ahora la tendremos cada 10”, comenta la experta. Los meteorólogos notarán una gran diferencia al observar la evolución de cualquier fenómeno meteorológico con un detalle sin precedentes. Por otra parte, el satélite actual ya ofrece estas instantáneas en diferentes regiones del espectro electromagnético; es decir, el visible y el infrarrojo, pero dentro de este rango ahora “vamos a poder ver más canales espectrales”, lo que permitirá detectar detalles clave. Por ejemplo, los meteorólogos podrán distinguir diferentes tipos de nubes.

Un fino detector de rayos en las tormentas

Aun así, el segundo de los nuevos instrumentos que portará MTG-I 1 promete ser más espectacular. Llamado Lightning Imager, será capaz de detectar rayos en el 80% de la superficie del planeta. Cualquier descarga que se produzca entre las nubes o entre las nubes y el suelo va a ser monitorizada por el nuevo satélite de la ESA, pudiendo identificar incluso las más débiles y a plena luz del día, ya que este dispositivo es extremadamente sensible. Aunque para América ya existe, “va a ser la primera vez que tengamos un detector de rayos en el espacio sobre Europa”, destaca la experta de la Aemet. Las imágenes desde el espacio van a ser muy llamativas, pero, además, desde el punto de vista de los profesionales, permitirá mejorar muchísimo el seguimiento de las tormentas, porque servirá para “localizarlas, ver cómo evolucionan y cómo nos pueden afectar”.

placeholder Imagen captada por la versión actual del Meteosat. (Aemet)
Imagen captada por la versión actual del Meteosat. (Aemet)

Esta información es clave sobre todo en las primeras etapas de la formación de las tormentas, porque detectar el inicio de este fenómeno meteorológico y, por lo tanto, prever su evolución en relación con el resto de datos atmosféricos puede servir para emitir alertas a la población. Esta posible anticipación cada vez es más importante, sobre todo en lugares como la costa mediterránea española, que sufre con frecuencia lluvias torrenciales. El cambio climático parece estar intensificando estos episodios en los últimos años. Para José Miguel Viñas, divulgador científico y meteorólogo de Meteored, detectar los rayos “intranube”, aquellos que se producen dentro de las tormentas, “va a servir para anticipar sistemas tormentosos que puedan dar lugar a una situación adversa, peligrosa o extrema, como inundaciones súbitas o granizadas”.

En un futuro, los dos nuevos satélites MTG-I sustituirán a otros dos que están operativos en la actualidad. Uno es el que ofrece imágenes cada 15 minutos del conjunto del globo terráqueo, el que va a ser sustituido por el que está a punto de salir al espacio; mientras que el otro las envía cada cinco minutos, pero de una parte más pequeña, centrándose en Europa. Es lo que se conoce como Rapid Scan o barrido rápido. Cuando el segundo MTG también esté en órbita para jubilar a este, llegarán imágenes cada dos minutos y medio.

placeholder Lluvia en Santiago de Compostela. (EFE)
Lluvia en Santiago de Compostela. (EFE)

Una vez en órbita, los nuevos satélites serán operados por la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (Eumetsat, por acrónimo en inglés), pero tendrán algunos otros usos más allá de los estrictamente meteorológicos. En concreto, los dos MTG-I llevarán pequeños instrumentos para la recopilación de datos de balizas científicas remotas y para búsqueda y rescate mediante la detección de balizas de emergencia. El que va a ser lanzado en diciembre será pionero en esta nueva misión.

Veremos el futuro cercano en 3D

Sin embargo, el nuevo sistema Meteosat de Tercera Generación va a sumar un tercer satélite, cuyo lanzamiento está previsto para 2024 y cuyas funciones van a ser completamente nuevas. El MTG-S portará un sondeador hiperespectral. “Es un instrumento muy novedoso, será la primera que vaya en un satélite geoestacionario sobre Europa y nos permitirá tener una visión 3D de la atmósfera”, comenta Pilar Rípodas. En la práctica, esto significa “ver en vertical” las diferencias de temperatura y humedad.

Lo cierto es que el pronóstico del tiempo se basa en modelos cada vez más complejos, alimentados por datos muy diversos, mientras que los satélites aportan la observación en tiempo real. Entonces, ¿en qué medida van a influir estas nuevas tecnologías en los pronósticos? “Por sí mismos, los satélites no ofrecen predicciones, pero, para realizar una buena predicción, la primera premisa es contar con una buena observación de la situación actual”, comenta la jefa de área de Desarrollos Satelitales de la Aemet.

Foto: Varias personas caminan por Conde de Casal de Madrid este sábado. (EFE)

Si la observación que puede realizarse en cada momento es más precisa y aporta más información, sin duda, “hará que mejoren las previsiones”. De hecho, con este primer satélite MTG-I 1 ya va a poder mejorar “la previsión a muy corto plazo”, precisamente, en situaciones de gran incertidumbre como las tormentas. En los próximos años, especialmente “cuando tengamos el sondeador hiperespectral”, asegura la experta, “todas las medidas se van a incorporar a los modelos numéricos, que son la base actual de las predicciones, y se espera que los modelos mejoren bastante”.

En opinión de Viñas, los nuevos satélites van a suponer un salto cualitativo, pero “no tanto en la predicción a medio plazo, aunque sin duda los modelos numéricos se alimentarán con los nuevos datos”, apunta, “como a corto plazo”, lo que técnicamente se conoce como 'nowcasting'. En particular, destaca la reducción de tiempos, porque tener imágenes cada pocos minutos va a suponer “ver casi en tiempo real la dinámica atmosférica”.

Es el satélite más conocido de todos, porque millones de personas ven sus imágenes todos los días en televisión desde hace décadas, y ahora también en internet. Sin embargo, a lo largo de la historia no ha habido un solo Meteosat, sino muchos, desde que se lanzó el primero en 1977. Durante los siguientes 20 años, la Agencia Espacial Europea (ESA) estuvo enviando a la órbita geoestacionaria nuevos satélites meteorológicos de primera generación, pero la tecnología fue evolucionando y todos los que han salido al espacio en este siglo ya se consideran de segunda generación.

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