¿Qué medicamentos son compatibles con la vacuna y cómo deben administrarse?
Las únicas personas para las que está contraindicada la vacuna son aquellas que presenten antecedentes de reacciones alérgicas graves a alguno de sus componentes
La vacuna contra el covid-19 está indicada para toda persona adulta, a excepción de quienes tengan antecedentes de reacciones anafilácticas graves a alguno de sus componentes. Cualquier persona con alergias alimentarias, a animales, al polen o a determinados materiales puede recibirla sin problema, independientemente de la medicación que tome. Los pacientes inmunodeprimidos o con problemas cardiovasculares no solo están, también, en disponibilidad de vacunarse, sino que por su condición de riesgo son quienes más lo necesitan.
"La pregunta no es quién tiene que tener precaución, sino cuál es la prioridad en la vacunación, empezando por los más vulnerables, la gente más mayor, quienes tienen obesidad, son diabéticos. Y a partir de ahí, si se tiene 'stock' suficiente, a todo el que sea posible", afirma Vicente Soriano, especialista en Enfermedades Infecciosas que trabajó como asesor para la Organización Mundial de la Salud (OMS) y profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). "Hay que vacunar a toda la población, y la única discusión es si también a los menores de 18 años, para quienes no es necesario hoy por hoy porque son asintomáticos en su mayoría", insiste.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta una serie de consideraciones sobre la compatibilidad de determinados medicamentos y la forma de administrarlos en los días previos y posteriores a la vacunación:
Anticoagulantes, antihipertensivos y vasodilatadores
El grupo de trabajo especializado en trombosis cardiovascular de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) emitió un comunicado el pasado mes de diciembre en el que desmentía que la vacunación contra el covid-19 tuviera alguna contraindicación para las personas tratadas con anticoagulantes. "No solo no está contraindicada en pacientes que están bajo tratamiento con anticoagulantes orales, sino que se recomienda fervientemente", aclaraba el texto. "La SEC ha tenido que luchar contra todo tipo de bulo callejero: primero con los antihipertensivos, luego con los vasodilatadores y ahora con los anticoagulantes. No se ha confirmado que ninguno de esos medicamentos agrave el covid y menos que produzca interacciones con la vacuna", ahonda el doctor Soriano.
Por tanto, la recomendación general es seguir tomando los fármacos en las mismas condiciones fijadas por los especialistas. "Lo arriesgado sería dejar de tomar la medicación", apunta el presidente de la SEC, Ángel Cequier. "Los pacientes con enfermedad cardiovascular precisamente ahora tienen que extremar la adherencia al tratamiento médico, pues la covid-19 presenta una evolución más desfavorable para ellos, con un mayor riesgo de complicaciones en caso de contagio", agrega.
La SEC matiza que en el caso de los pacientes anticoagulados con fármacos antagonistas de la vitamina K (Sintrom y Warfarina) es recomendable confirmar que se encuentran en rango de INR (entre 2 y 3) antes de vacunarse. "Tomando el Sintron se controla el tiempo de protombina, que es el tiempo que tarda la sangre en coagular", explica Soriano. "Habitualmente tiene que estar en un rango de 2,5 veces por encima de lo normal y así con una herida no se coagularía. ¿Por qué es importante esto? Las personas que llevan una prótesis metálica en el corazón, por ejemplo, coagularían, se formarían coágulos en la prótesis porque es un elemento extraño a nuestro organismo", añade.
Asimismo, cuando se toman anticoagulantes orales de acción directa (Pradaxa, Xarelto, Eliquis, Lixiana) se aconseja evitar el pico máximo del fármaco en sangre, por ejemplo, administrando la vacuna antes de la toma de la dosis correspondiente. "El pinchazo es intramuscular. Un pinchazo, aunque la aguja sea muy finita, si coincide con el momento en que estás anticoagulado te puede producir un hematoma, como ocurriría en los hemofílicos de manera natural", aclara Soriano. El protocolo a este respecto se recoge con detalle en un documento de consenso entre las principales organizaciones médicas que se publica en la Revista Española de Cardiología.
Antihistamínicos y vacunas contra la alergia
"Las vacunas actualmente disponibles frente a la covid-19 no están contraindicadas de forma general en personas con cualquier tipo de enfermedad alérgica", apunta la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) en un informe. Sí que lo están para quienes tengan antecedentes de reacciones alérgicas graves a alguno de sus componentes. De ahí que su recomendación sea ajustar el tiempo de espera por precaución que las autoridades médicas prescriben tras la inoculación a las necesidades de cada paciente:
- 15 minutos para la población general.
- 30 minutos para los que padecen alguna enfermedad alérgica común (polinosis, otras rinoconjuntivitis, alergia a alimentos o alergia a medicamentos entre otras) o historia familiar de alergia grave (anafilaxia).
- 45 minutos en el caso de tener antecedentes personales de alergia grave (anafilaxia), reacciones alérgicas graves con otras vacunas o mastocitosis.
Si la persona llamada a vacunarse contra el coronavirus ya se hubiera inyectado una vacuna para tratar su alergia, se recomienda dejar pasar un intervalo de entre siete y 10 días entre ambas dosis. Para las vacunas sublinguales (gotas, aerosoles, tabletas o comprimidos) se debe omitir la dosis el mismo día de la vacunación frente al coronavirus, según SEAIC. Si además hubiera alguna reacción a la vacuna contra el covid-19, se recomienda posponer la toma de los fármacos alergénicos hasta que los síntomas remitan.
"Presentar una alergia a penicilina, a analgésicos o a pólenes o alimentos vegetales o seguir un tratamiento con corticoides tópicos o inhalados por ejemplo, no tiene por qué contraindicar la administración de una vacuna", subraya la SEAIC. Eso sí, la indicación para quienes estén atravesando una crisis alérgica aguda, con síntomas intensos, durante el momento en que le toca vacunarse es posponer la administración de la dosis hasta la mejoría o resolución de los síntomas.
Tratamiento inmunosupresor o inmunomoduladores
Las personas inmunodeprimidas (incluyendo personas con el VIH, con recuento de CD4+ ≥200 cel/ml) o en tratamiento inmunosupresor (como por ejemplo, corticoides) pueden y deben vacunarse contra el covid-19. "Aunque no hay datos definitivos sobre la seguridad y eficacia de la vacuna en esas personas, deben recibir la vacuna a menos que esté contraindicada", expone el Ministerio de Sanidad en su documentación técnica. El motivo de que los beneficios superen con creces a los posibles riesgos es que tienen muchas más probabilidades de padecer formas graves de covid-19.
Ello implica que no se debe interrumpir el tratamiento inmunosupresor ni modificar la pauta de administración, salvo que así lo estipule el médico de cabecera. Soriano subraya que las vacunas autorizadas hasta la fecha no contienen virus vivos y, por lo tanto, no pueden infectar a las personas vacunadas, lo cual implica que el riesgo de estos pacientes es el mismo que el de la población general: "El problema que ha habido con otras vacunas con virus atenuados es que los pacientes inmunodeprimidos o que toman medicinas que pueden producir inmunodepresión, incluidos los corticoides, por ejemplo en asmáticos o en trasplantados pudiera producir un brote del virus. Esto no puede pasar con las vacunas contra el covid porque no utilizan virus atenuados. Utilizan ARN mensajero o bien un vector, que es un virus que no se multiplica".
"Lo que verdaderamente tiene riesgo es que sufran formas graves de covid grave y que dejen de tomar su medicación. En ningún caso tienen que dejar de tomar su medicación con estas vacunas. Con otras vacunas que se basen en virus atenuados habría que evaluarlo en cada caso", insiste.
"Los pacientes con algunas enfermedades autoinmunes o reumáticas que tomen algún fármaco inmunomodulador no deben dejar de tomar su medicación. Con la psoriasis en un primer momento se pensó que podía haber problema, que podían enfermar de forma más grave. Pues no es así, se ha confirmado que incluso se comportan mejor, porque algunos de los que se ponen graves desarrollan la tormenta de citoquinas y con estos inmunomoduladores resulta que van mejor", añade el experto.
¿Paracetamol antes o después de la vacuna?
La aparición de las reacciones más comunes asociadas a la vacunación, como fiebre, malestar general o dolor de cabeza, ha hecho que buena parte de la población se pregunte si es buena idea tomar algún fármaco para aliviar los síntomas o, incluso, para prevenirlos. Por lo general, los médicos solo recomiendan tomar analgésicos a las personas que noten estas molestias en el momento en que empiecen a sentirlas, no antes.
En su documentación técnica, el Ministerio de Sanidad sí que contempla la posibilidad de administrar paracetamol antes de la vacuna de AstraZeneca, pues es la única cuyos ensayos clínicos han probado que dicho tratamiento profiláctico no interfiere en la respuesta inmune. "¿Es recomendable entonces tomar paracetamol si te van a vacunar con AstraZeneca? Yo creo que se puede hacer, pero eso no significa que sea recomendable. Si has tenido muchas reacciones con otras vacunas o te da especial miedo lo podrías tomar, pero en general lo indicado es tomarnos un paracetamol cuando aparezcan síntomas", explica David Callejo, anestesiólogo y reanimador del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
"¿Es recomendable tomar paracetamol si te van a vacunar con AstraZeneca? Se puede hacer, pero eso no significa que sea recomendable"
Si se opta por esta vía excepcional —que por el momento no está recomendada para quienes reciban dosis de Pfizer, Moderna o Janssen al no haberse analizado todavía sus riesgos— hay que hacerlo conforme a lo indicado en los ensayos clínicos. Según los resultados de los estudios, lo adecuado sería tomar un gramo de paracetamol antes de la inyección de la dosis de AstraZeneca y un gramo de paracetamol cada seis horas durante las 24 horas siguientes a la administración del suero.
Prospectos de las vacunas
La vacuna contra el covid-19 está indicada para toda persona adulta, a excepción de quienes tengan antecedentes de reacciones anafilácticas graves a alguno de sus componentes. Cualquier persona con alergias alimentarias, a animales, al polen o a determinados materiales puede recibirla sin problema, independientemente de la medicación que tome. Los pacientes inmunodeprimidos o con problemas cardiovasculares no solo están, también, en disponibilidad de vacunarse, sino que por su condición de riesgo son quienes más lo necesitan.