He probado los PCR con saliva: es mejor que meterse un hisopo, pero... ¿son la panacea?

La 'review' de este producto, un test PCR mediante saliva que se hace desde casa, no tiene demasiado misterio.

El que hemos probado es de Igenomix, una compañía valenciana especializada en análisis genéticos para estudios de fertilidad o reproducción asistida que, en el último año, se ha reconvertido para lanzar varias líneas de testeo con PCR para dar otros usos a su capacidad diagnóstica y de laboratorio durante esta pandemia. Hace un par de semanas que lanzaron este 'kit', que cuesta 120 euros e incluye todo el proceso: lo envían a casa y lo recogen tras depositar la muestra.

La caja que te llega a casa contiene principalmente las instrucciones sobre cómo recoger la muestra, un formulario con la información del paciente y un tubo cilíndrico de plástico con una abertura más ancha para depositar la saliva. Los únicos requerimientos son dejar de comer, beber o mascar chicle durante media hora antes de proceder a la recolección.

Para generar la saliva suficiente, uno debe frotarse las mejillas durante un par de minutos, con eso basta para alcanzar el límite solicitado, descontando la espuma. A continuación se extrae la abertura, se coloca un tapón de cierre, se sacude tres segundos y está listo. Se mete el tubo en una cajita, la cajita en un sobre de plástico junto con la documentación y todo el conjunto en otro sobre prefranqueado. A la hora acordada, el mensajero apareció y se llevó todo el conjunto a los laboratorios de la empresa en Valencia.

Esto sucedió en torno a las 11:30 de la mañana del miércoles 4 de noviembre. A las 15:20 del día siguiente recibí un correo con el resultado de la prueba: "SARS-CoV-2 no detectado".

Apenas 24 horas más tarde recibí un correo con el resultado: "SARS-CoV-2 no detectado"

La verdadera clave de este tipo de test está en el método de recogida de la muestra. En el fondo tiene todo el sentido, ya que tanto las secreciones nasofaríngeas como la saliva orofaríngea que se produce en la garganta cuando tosemos acaban confluyendo en la saliva oral. Además, depositar un poco de fluido en un tubo es mucho más sencillo y rápido que el hisopo nasofaríngeo y, al mismo tiempo, más seguro para el sanitario de turno.

La prueba busca en mi saliva rastros de tres partes del virus: ORF1ab, la proteína N y la proteína S o 'spike'. El positivo solo salta si dos de los tres genes aparecen por encima de los límites de detección establecidos, que en caso de la PCR son muy bajos.

Además de Igenomix, otras muchas empresas como Genyca o Synlab están ofreciendo este servicio en España a precios similares. Muchas de estas compañías realizan test de fertilidad, y ahora entenderán por qué adaptarse a este nuevo negocio no les ha resultado demasiado difícil.

En junio, un grupo de expertos de la Universidad de Columbia adaptaron un método ideado para detectar anormalidades en los embriones previos a la implantación y lograron detectar SARS-CoV-2 en la saliva. El método que empleaban no era el PCR, sino una versión 'low cost' llamada LAMP (en inglés, amplificación isotérmica mediada por bucles) y menos sensible en la práctica que la prueba de referencia. Emplear PCR, como hacen estas empresas españolas, requiere de mayor complejidad técnica —por ejemplo, es necesario purificar el ARN del virus y someterlo a transcripción inversa— pero también se nota en los resultados del test.

¿Cuánto? Según algunos análisis publicados de distintos métodos de PCR con saliva, es capaz de detectar un positivo confirmado por laboratorio entre el 76% y el 81% de las veces. Además, en comparación con los LAMP, estos test acaban encontrando incluso cargas virales muy bajas, que son las que se hallan a partir del ciclo (Ct) 30. Esto tiene una parte buena y una parte menos buena.

Es bueno porque demuestra que el test es casi tan sensible como aquel que requiere de una muestra nasofaríngea —la empresa establece una correlación del 90% entre ambos procedimientos— pero del mismo modo, puede acabar detectando como caso positivo a gente con cargas virales bajas y sin capacidad real de infectar.

El gasto de este tipo de pruebas no es disparatado en comparación con una PCR convencional, que suelen rondar los cien euros. Y, además, en caso de duda sobre si estamos contagiados, permite aclararlo sin tener que salir de casa o exponer a nadie más al virus. Las principales dudas surgen sobre los escenarios donde uno de estos test resulta apropiado. Si de verdad estuviéramos enfermos o con síntomas de estarlo, ¿no sería lo más apropiado avisar al médico y que nos hagan el PCR en la sanidad pública?

La ventana de oportunidad de estos test de saliva para SARS-CoV-2 está sobre todo en los viajes

La ventana de oportunidad de estos test de saliva está sobre todo en los viajes. Cada vez más países o aerolíneas requieren de una prueba PCR en origen realizada 48 horas antes de la salida. Este tipo de test permiten cuadrar perfectamente los tiempos para tener los resultados cómodamente en el correo electrónico el día del despegue.

Es una ventana probablemente muy efímera, dado que tanto los test de antígeno, que usan hisopo pero mucho más corto y menos molesto, están cerca de su generalización y otros test de saliva basados en flujo lateral o inmunocromatografía —algo menos sensibles pero más económicos y sin necesidad de laboratorios o personal cualificado— están también a la vuelta de la esquina. Pero, sin duda, ser capaces de tener resultados PCR a partir de una muestra de saliva en apenas 24 horas es algo que hace unos meses se antojaba irreal, y permite ser bastante optimistas con respecto al control de la pandemia en el futuro.