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Reducir la anestesia general, positivo para el medio ambiente
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LOS GASES USADOS SON CONTAMINANTES

Reducir la anestesia general, positivo para el medio ambiente

Los gases usados en este procedimiento incrementan la contaminación y pueden quedar en la atmósfera hasta 114 años

Foto: Anestesia a una mujer iStock
Anestesia a una mujer iStock

Ante el cambio climático y los gases de efecto invernadero todos (o casi todos) piensan en la influencia de las emisiones de dióxido de carbono y metano de coches y fábricas, pero hay una serie de gases que también influyen y en los que no nos habíamos percatado: los gases de las anestesias.

No es frecuente que consideremos que la anestesia general sea parte del problema, pero lo es, y es algo que ocurre miles de veces al día, en los hospitales de todo el mundo. Los gases que intervienen en el sueño de los pacientes, como el óxido nitroso y el desflurano pueden permanecer hasta 114 años en la atmósfera, dañando la capa de ozono y amplificando aún más el cambio climático.

Foto: Depresión postparto. Foto: Pixabay

Aunque no existen datos definitivos sobre su contribución global, diversos estudios en Estados Unidos sugieren que el sistema de salud es responsable de entre el 5 y el 10 por ciento de las emisiones contaminantes, y se cree que los gases anestésicos constituyen la mitad de la huella de carbono de un quirófano. Ahora, un nuevo estudio ha descubierto que cambiar a la anestesia local cuando sea posible podría ayudar a reducir las emisiones globales de efecto invernadero en una cantidad significativa.

Ahorro de 97.365 kilómetros de conducción

Cuando se administran gases de anestesia general a un paciente, menos del 5 por ciento son metabolizados por el cuerpo. El resto se expulsa directamente a la atmósfera. Una vez fuera, el potencial de calentamiento global de un anestésico halogenado es hasta 2.000 veces mayor que el CO2. Al mismo tiempo, se estima que el óxido nitroso por sí solo, que se ha utilizado regularmente durante 150 años, contribuye en un 3 por ciento al total de las emisiones en los Estados Unidos hoy en día. Estos gases también tienen un potencial de calentamiento global extremadamente alto. De hecho, el uso de desflurano durante sólo una hora equivale a hasta 750 kilómetros de conducción.

Cuando se administran gases de anestesia general a un paciente, menos del 5 por ciento son metabolizados por el cuerpo: el resto van a la atmósfera

Utilizando un hospital de Nueva York como ejemplo del mundo real, con unos 10.000 de estos procedimientos al año, sólo el 4 por ciento se realizó bajo anestesia general, en comparación con el promedio anterior del 75 por ciento. Este descenso, según los investigadores "ahorró" el equivalente a casi 12.000 kilogramos de carbón quemado o más de 97.365 kilómetros de conducción

No obstante, según nos cuenta Science Alert, los autores subrayan que "la decisión de utilizar un método anestésico específico debe basarse principalmente en la técnica óptima para ese paciente en particular". Sin embargo, en los casos en que se puede utilizar la anestesia local, las pruebas indican que es mucho más eficaz para aliviar el dolor que la anestesia general, tiene menos efectos secundarios desagradables, acorta la estancia en el hospital e incluso puede ser preferida por los pacientes.

Ante el cambio climático y los gases de efecto invernadero todos (o casi todos) piensan en la influencia de las emisiones de dióxido de carbono y metano de coches y fábricas, pero hay una serie de gases que también influyen y en los que no nos habíamos percatado: los gases de las anestesias.

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