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¿Construir casas en la Luna? La orina humana puede ser el material clave
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SEGÚN UNA INVESTIGACIÓN DE LA ESA

¿Construir casas en la Luna? La orina humana puede ser el material clave

Una serie de pruebas realizadas por investigadores de la ESA sugieren que la urea del ser humano consigue crear materiales que resisten las extremas temperaturas del satélite

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Conquistar la Luna es uno de los grandes anhelos del ser humano desde tiempos inmemoriales. Desde siempre, hemos soñado con encontrar otro mundo en el que poder habitar y nuestro satélite es el más cercano que tenemos. De hecho, desde que en 1969 se consiguiera poner un pie allí por primera vez en la historia, siempre se ha trabajado con el objetivo de conocerla mejor, pero ahora, podría haberse dado un paso definitivo para su conquista. ¿La culpable? La orina.

Desde aquel hito del siglo pasado, varias expediciones más consiguieron llegar hasta nuestro satélite, en el que se analizó la superficie, se recogieron muestras, y se estudiaron algunos elementos básicos de la Luna. Sin embargo, la mejor manera de poder conocerla en profundidad es poder llevar a cabo una misión de larga duración, algo de momento impensable al no haber inventado los materiales que lo permitan. Al menos, hasta hoy.

Foto: A la izquierda, la fotografía original; a la derecha, la retocada por la NASA. (Foto: NASA)

Y es que unos estudios de la Agencia Espacial Europea (ESA) podrían ser básicos para conseguirlo: se podría haber hallado la manera de construir pequeños refugios lunares en los que los astronautas podrían superar las condiciones climatológicas adversas de nuestro satélite. Los investigadores han realizado una serie de pruebas con urea humana, mezclados con polvo lunar: el resultado que salió de la impresora 3D demostró ser hasta 10 veces más resistente que el mejor material antes descubierto.

Desde hace tiempo, los investigadores trabajan con un enfoque conocido como utilización de recursos in situ, una manera de permitir los viajes sin llevar enormes cargas de material a bordo, que también implicaría un importante sobrepeso y, con ello, que se malgaste el combustible en el transporte. Por ello, se han buscado diferentes soluciones en las que interviene el polvo lunar como elemento básico y la encontrada gracias a la orina humana parece tener gran efectividad.

"La comunidad científica está particularmente impresionada por la gran fuerza de esta nueva receta en comparación con otros materiales, pero también se siente atraída por el hecho de que podríamos usar lo que ya está en la Luna", afirma Marlies Arnhof, iniciadora y coautora del estudio de la ESA. "La esperanza es que la orina de los astronautas se pueda usar en una base lunar futura, con pequeños ajustes en el contenido de agua. Esto es muy práctico y evita la necesidad de complicar aún más los sofisticados sistemas de reciclaje de agua en el espacio", explica Marlies.

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(EFE)

Evidentemente, el ingrediente principal es el polvo lunar, que se encuentra en cualquier lugar de la superficie de nuestro satélite. Si a eso le sumamos que cualquier persona tiene 1,5 litros de desechos líquidos al día, se podría haber encontrado la forma ideal de crear un material que sirviera para futuras construcciones en la Luna. "La urea es barata y fácilmente disponible, pero también ayuda a fabricar material de construcción fuerte para una base lunar", señala Marlies.

El principal problema que había hasta el momento tenía que ver con las temperaturas, que varían de los -171 grados nocturnos a los 114 grados diurnos, además de la necesidad de soportar las condiciones espaciales severas, como puede ser el vacío. Y las pruebas realizadas confirman que estos materiales soportan desde los -80 grados a los 114 grados, un inicio prometedor para encontrar un material susceptible de ser construido en la Luna.

Ahora el equipo de investigadores de la ESA, en el que se encuentran científicos de los Países Bajos, Noruega, Italia, y España, tratan de entender de qué manera pueden utilizar las fibras de basalto de la Luna para reforzar esa mezcla. Quién sabe si en un futuro próximo podría desplazarse allí una pequeña colonia lunar construida gracias a estos materiales. Un descubrimiento que puede que acabar la manera de entender el espacio: vivir en otro mundo podría no estar tan lejos.

Conquistar la Luna es uno de los grandes anhelos del ser humano desde tiempos inmemoriales. Desde siempre, hemos soñado con encontrar otro mundo en el que poder habitar y nuestro satélite es el más cercano que tenemos. De hecho, desde que en 1969 se consiguiera poner un pie allí por primera vez en la historia, siempre se ha trabajado con el objetivo de conocerla mejor, pero ahora, podría haberse dado un paso definitivo para su conquista. ¿La culpable? La orina.

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