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El asesinato de Bing Liu es un trágico suceso local, no una conspiración sobre el covid-19
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"IBA A PUBLICAR AVANCES SOBRE EL COVID-19"

El asesinato de Bing Liu es un trágico suceso local, no una conspiración sobre el covid-19

Investigador de la Universidad de Pittsburgh aparece acribillado. Sus compañeros revelan que estaba a punto de hacer un descubrimiento significativo sobre el coronavirus y la imaginación hizo el resto

Foto: El investigador fallecido Bing Liu. (EC)
El investigador fallecido Bing Liu. (EC)

El pasado 2 de mayo, un biólogo computacional de 37 años llamado Bing Liu apareció muerto con heridas de bala. Bing, de origen singapurense, era investigador en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania, EEUU) pero ahora mismo está en el centro de una conspiración con la pandemia de SARS-CoV-2 como telón de fondo.

En una nota de despedida, sus compañeros del departamento de Biología Computacional y de Sistemas glosaron las virtudes del científico trágicamente desaparecido. Además de señalar que era un investigador prolífico —con cuatro publicaciones en lo que llevamos de 2020— y un mentor excelente, dejaron caer que "Bing estaba a punto de hacer hallazgos muy significativos para comprender los mecanismos celulares que subyacen a la infección por SARS-CoV-2 y la base celular de las complicaciones siguientes". Esta frase bienintencionada ha dado pie a que muchos se monten una película de argumento previsible y calidad cuestionable.

Foto: Foto: Reuters.

"El asesinato de Bing Liu alimenta la teoría de la conspiración". "Matan a tiros a un investigador chino que estaba a punto de hacer 'hallazgos muy significativos' sobre el coronavirus". "Asesinaron a científico que buscaba la cura del covid-19". Entre muchos otros titulares similares.

Hay varios motivos para descartar que el asesinato de Bing tuviera como objeto interrumpir su contribución científica a la comprensión de la epidemia. El primero y más urgente es que la policía lo ha descartado. Poco después de la muerte de Bing se identificó en un coche a menos de doscientos metros de su casa el cuerpo sin vida del sospechoso de su asesinato, Hao Gu, un arquitecto de 'software' de 46 años.

La policía ha descartado que el asesinato de Bing tuviera que ver con sus investigaciones y apunta a una relación personal con el supuesto asesino

"No hemos encontrado evidencia de que este trágico evento tenga algo que ver con su empleo en la Universidad de Pittsburgh, cualquier trabajo que se realice en la Universidad de Pittsburgh y la actual crisis de salud que afecta a los Estados Unidos y al mundo", dijo en un comunicado el sargento de policía Brian Kohlhepp, que añadió que el móvil del crimen tiene que ver con una "longeva disputa" relacionada con una relación personal. Lo único que sabemos es que el cadáver de Bing fue encontrado por su esposa y que ambos hombres se conocían según publica el 'Pittsburgh Post-Gazette' que ha revelado la policía.

El portavoz de este cuerpo no ha querido dar más datos sobre la relación entre ambos, aunque ha detallado como sucedió: el día de los hechos, alrededor de las doce de la mañana, Bing tenía abiertas las puertas delantera y trasera de su domicilio por el buen tiempo, su mujer no estaba en casa, Gu entró sin encontrar ningún impedimento y le disparó en la cabeza, cuello, torso y una extremidad. Luego se subió al coche y se suicidó allí mismo.

El motivo no está claro y la investigación prosigue, pero la policía tiene claro que hay "cero evidencias" que relacionen la muerte de Bing con su investigación del coronavirus.

¿Qué estaba investigando?

Eso por un lado. Por el otro tenemos esos significativos avances que Bing estaba haciendo con respecto al covid-19. El investigador fallecido se dedicaba, básicamente a construir algoritmos para modelizar procesos biológicos relacionados con el cáncer o con la inmunidad humana, según detalla su página web en la universidad.

De sus cuatro publicaciones de este año, ninguna tenía que ver específicamente con esta pandemia. La última que vio la luz, fue un 'preprint' en arXiv que se publicó el día 26 de abril y se titulaba 'Un marco de análisis basado en chequeo de modelos para modelos de biología de sistemas'. También tenía un artículo sobre el párkinson en proceso de revisión y próximo a ser publicado en 'Nature Neuroscience'.

placeholder Un investigador de la Universidad de Pittsburgh trabaja en un candidato a vacuna para el covid-19. (Reuters)
Un investigador de la Universidad de Pittsburgh trabaja en un candidato a vacuna para el covid-19. (Reuters)

En resumen, Bing era un científico notable en su campo, pero era uno más de los muchísimos biólogos computacionales que ahora mismo están trabajando a contrarreloj para tratar de descifrar los mecanismos de infección del covid-19. De hecho, a día de hoy se han publicado ya cientos de 'papers' y 'preprints' relacionados con el sistema de infección del SARS-CoV-2 o cómo dispara ese proceso inflamatorio llamado tormenta de citoquinas en algunos pacientes.

Muchos medios han interpretado —interpretar es mucho decir, más bien han reproducido— su muerte como una conspiración por acallar a un lobo solitario que encontró un descubrimiento sobre el covid-19 para el que el mundo no estaba preparado. Afortunadamente, hace ya más de un siglo que la ciencia no funciona así. Ahora todo está conectado, el virus ha sido destripado a día de hoy 4.690 veces en todo el mundo y todas son accesibles a un investigador experimentado. De hecho, los compañeros de Bing añadieron a su obituario: "Haremos un esfuerzo por completar lo que él comenzó en homenaje a su excelencia como científico".

La propia Universidad de Pittsburgh está siendo un ejemplo en esto, ya que están liderando el desarrollo de un candidato a vacuna o de ensayos clínicos para acelerar las terapias. La muerte de Bing Liu ha sido una noticia trágica para su familia, amigos, compañeros de universidad y seguramente también para la compresión de los mecanismos de infección del covid-19, que costará un poquito más de trabajo sin la contribución de este investigador.

Pero ya.

El pasado 2 de mayo, un biólogo computacional de 37 años llamado Bing Liu apareció muerto con heridas de bala. Bing, de origen singapurense, era investigador en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania, EEUU) pero ahora mismo está en el centro de una conspiración con la pandemia de SARS-CoV-2 como telón de fondo.

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