¿Has tenido Covid-19? Los test que decidirán si sales de casa o no tras el confinamiento
La encuesta epidemiológica que prepara Sanidad permitirá evaluar la expansión del coronavirus y diseñar medidas específicas según la situación de cada provincia
Todos los epidemiólogos y todos los estudios coinciden: las cifras de diagnosticados de Covid-19 no tienen nada que ver con los casos reales, solo son la punta del iceberg y será difícil tomar decisiones correctas tras la cuarentena si no conocemos qué porcentaje de la población ha pasado ya la enfermedad. ¿Hay millones de españoles infectados, como calculó hace días el Imperial College de Londres? Por fin, sabremos la verdad.
Este martes conocimos que el Gobierno tiene previsto realizar pruebas a miles de familias para saber si han pasado la enfermedad. El Ministerio de Sanidad, a través del Instituto de Salud Carlos III, ha diseñado una propuesta para llevar a cabo una encuesta epidemiológica que ya ha enviado a las comunidades autónomas. En el documento, se especifica que se va a estudiar “una cohorte de un mínimo de 62.400 personas”, lo que corresponde a “cerca de 30.000 hogares”. El plan es hacer un test rápido que identifica anticuerpos contra el virus, cuya presencia indica que la persona tiene o ha pasado la enfermedad. Es un estudio de seroprevalencia, es decir, análisis en sangre que demostrarán el alcance de la infección en la población.
Como estos test pueden dar falsos negativos (uno de los motivos puede ser que hayan pasado pocos días desde el inicio de la infección, pero no el único), si la prueba sale negativa se realiza una PCR, una técnica genética más fiable pero más lenta y costosa que desde el principio ha servido para realizar los diagnósticos oficiales. El documento especifica que se volverá a los hogares cada 21 días para realizar mediciones de nuevo “durante todo el tiempo que se considere necesario mantener la vigilancia”. Así, el ministerio no solo tendrá una fotografía fija de lo que sucede en este momento sino que podrá ve la evolución de la pandemia en España.
Para seleccionar los hogares que entrarán en el estudio, echará una mano el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero el documento ya especifica que se incluirán 600 personas en cada provincia más un número proporcional a la población. Así, en Madrid participarán un total de 5.000, mientras que Soria no pasará de las 700.
Los epidemiólogos consultados por Teknautas creen que este diseño de la muestra está encaminado a adoptar diferentes medidas según la situación de cada territorio y que, cuando comiencen a levantarse las medidas generales de confinamiento, no todos vamos a ser iguales: los datos de la provincia en la que vivas determinarán hasta qué punto podrás volver a la normalidad.
“No es lo mismo vivir en una provincia que tenga un 60% de afectados que en otra que tenga un 10%. Las medidas se podrán aquilatar a nivel provincial con esta encuesta”, afirma Carlos Álvarez Dardet, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Alicante. “¿Para qué van a estar encerrados los de Huelva si allí hay muy poca transmisión?”, se pregunta.
Este experto no alberga dudas de que el plan es adecuado a la situación. “Es lo que hay que hacer y es necesario, quizá se podría mejorar, pero de momento está muy bien. No solo va a clasificar a la gente que ha tenido o tiene la enfermedad, sino que está enfocado a identificar a los que no la han tenido”, destaca.
¿Pruebas a mayor escala?
En ese sentido, las cifras previstas son suficientemente representativas incluso a nivel provincial. “Es la encuesta más grande de este tipo realizada en el mundo”, apunta el catedrático de la Universidad de Alicante. De hecho, “hacer algo más grande supone un gasto que no tiene sentido y generaría una información que no sé cómo se podría manejar”.
Una de las responsables de realizar este estudio es Juliana Reyes, epidemióloga del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre ITS y Sida de Cataluña (CEEISCAT), que ya está organizando los preparativos. “Lo que se va a hacer es una muestra aleatoria y representativa, además, se estratifica y se tienen en cuenta los grupos con más riesgo. Así estimamos el total de la población infectada. ¿Podríamos hacer siete millones y medio de test en Cataluña? No hay infraestructuras ni test suficientes, las casas comerciales no dan abasto con todo lo que se está pidiendo”, explica.
De hecho, el CEEISCAT ya tenía previsto realizar una encuesta epidemiológica en la comunidad catalana en colaboración con el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), pero ante la propuesta del Ministerio de Sanidad, fusionará los protocolos y se sumará al estudio nacional. El número de test que propone el Instituto de Salud Carlos III coincide con lo que tenían en mente.
Para el epidemiólogo Amós García Rojas, que preside la Asociación Española de Vacunología, el plan es equilibrado entre costes y resultados. “Hay algunos antecedentes de encuestas epidemiológicas de este tipo para estudiar enfermedades prevenibles por vacunas, se hizo una en 1996 y otra cuyos resultados aún no se han publicado, son estudios que nos aproximan de manera bastante certera al marco de las infecciones en nuestro país”, recuerda.
En cambio, una estrategia más grande de test masivos “tendría muchas dificultades”, asegura, “porque se basaría únicamente en test rápidos que generan falsos negativos si se aplican a personas contagiadas pero que no han generado anticuerpos, ya que estos tardan en aparecer una semana”, apunta.
De hecho, añadir ahora esa posibilidad a la encuesta epidemiológica y a los test de PCR sería prácticamente inviable, en su opinión. “Hay que centrarse en una línea estratégica que nos permita evaluar la situación en nuestro país y la encuesta de seroprevalencia es un instrumento muy sólido”, señala. Sin embargo, reconoce que esto anula otra de las posibilidades que se habían planteado, la de identificar a portadores asintomáticos.
Las islas pueden ser laboratorios
García Rojas, que reside en Las Palmas, apunta otra posibilidad que comienza a estar sobre la mesa: que Canarias y Baleares se conviertan en “laboratorios de ensayo para el desconfinamiento”, dado que su situación epidemiológica parece más favorable. “Puede ser que con los resultados de la encuesta epidemiológica tengamos más elementos de conocimiento para ir tomando decisiones, pero en Canarias, afortunadamente, estamos en una situación más ventajosa que en otras comunidades autónomas, comparativamente nuestra cifra de fallecidos por 100.000 habitantes no es tan dramática, aunque no nos guste. Se está planteando que cuando acabe esta segunda prórroga del estado de alarma, comencemos a ensayar cómo sería la descompresión”, comenta.
No obstante, alerta de que el fin de la cuarentena debe ser “muy planificado, organizado y adecuado a los datos. Como dicen los montañeros, el descenso también es difícil y a veces hay que bajar frenando. Cualquier error en el descenso se puede pagar caro”, añade.
En una provincia como Las Palmas, donde se van a realizar un mínimo de 1.300 test, tendrá mucho valor conocer lo que sucede en cada una de las islas, como zonas relativamente aisladas unas de otras. Lo mismo destaca la epidemióloga del CEEISCAT con respecto a algunas ciudades catalanas. “La idea es saber si ha habido una transmisión intensa en algunas zonas, como puede ser Igualada. Esto identificará los puntos calientes de la infección y hará que levantar las medidas de mitigación sea diferente en diferentes zonas”, comenta.
Por eso, considera que es urgente comenzar a realizar los test cuanto antes, sobre todo teniendo en cuenta que hasta ahora la mayor parte de las pruebas se han realizado a personas que tienen síntomas e incluso con cuadros clínicos graves, pero “hay muchas sin síntomas que no están diagnosticadas e incluso ha habido tal colapso del sistema que a muchos de los pacientes que los tienen les han dicho que se queden en casa, que aunque sea Covid-19 no se les puede hacer el test”. Por eso, es importante “tener números que nos creamos, de momento no se sabe cuál es la magnitud de la transmisión ni de la infección”.
También es importante calcular la tasa de mortalidad sobre el total de personas infectadas, una cuestión básica para conocer el verdadero peligro que representa cualquier enfermedad, que en este caso sigue siendo un misterio.
Salvoconductos para inmunizados
No obstante, los expertos avisan: el hecho de que la desescalada sea a nivel provincial e incluso local puede tener consecuencias que aún no se han planteado. “No te vas a poder mover de provincia”, advierte Álvarez Dardet. Si se llega a esa situación o se implementan medidas como tener un “carné de inmunidad” para quienes ya hayan pasado la enfermedad, algo ya planteado por comunidades como Castilla y León, el catedrático cree que deberían debatirse otras cuestiones relacionadas con los derechos individuales: “Hay que tener cuidado con tomar medidas policiales y confiar más en la población. Aplaudimos a los sanitarios y eso está bien, pero esto lo está parando la población y tenemos que confiar más en los ciudadanos”.
“Si el resultado de la encuesta es que el 50% de la población está infectada, habría que hacer salvoconductos para dejar que los que están inmunizados salgan primero, es lo que han hecho en China; pero ahora mismo no sabemos si esto puede ser una de las medidas, todo depende de los datos”, señala Juliana Reyes. Alcanzar cifras altas sería un paso hacia la inmunidad de grupo: “Tenemos que saber cuántas de las personas que se han infectado pueden proteger a las que no”.
Todos los epidemiólogos y todos los estudios coinciden: las cifras de diagnosticados de Covid-19 no tienen nada que ver con los casos reales, solo son la punta del iceberg y será difícil tomar decisiones correctas tras la cuarentena si no conocemos qué porcentaje de la población ha pasado ya la enfermedad. ¿Hay millones de españoles infectados, como calculó hace días el Imperial College de Londres? Por fin, sabremos la verdad.