La ola de calor más terrible tuvo lugar en 2003: la mortalidad creció un 15% en verano

La primera ola de calor ya ha llegado a España y desde este miércoles se esperan temperaturas máximas superiores a los 39 grados en todo el país, salvo en Galicia, Cantabria, Ceuta, Melilla, y Canarias.

Ahora bien, ¿qué se entiende por ola de calor? Desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lo encuadran como periodos de tiempo con temperaturas anormalmente elevadas que se mantienen durante varios días. Sin embargo, los grados y su duración varía según la zona geográfica.

En Sevilla, por ejemplo, en torno al 60% de los días de julio y agosto, las temperaturas superan los 35ºC, pero no se vive una ola de calor. Es por esto que la Aemet ha fijado este concepto para los episodios que durante al menos tres días "el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del 95% " de sus máximas ente diarias " de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000".

Pero, a pesar de las alertas amarillas que podrían acompañarnos hasta el 1 de julio, este no será el peor verano boreal que se vivirá en la Península: el de 2003 fue mortal para la población. De hecho, sus consecuencias en la población se sufrieron en más países de Europa, siendo Francia el que, sin duda, vivió una mayor crisis.

Verano excepcional en España

El Gobierno registró entonces la muerte de 141 personas, lo que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) supuso un aumento de la tasa de mortalidad del 15,2% en los meses de junio, julio y agosto respecto a 2002.

En ese verano, fallecieron 12.919 personas más que en el año anterior durante ese mismo periodo, afectando especialmente a los de 70 años o más.

Las principales causas de las defunciones fueron el golpe de calor y la deshidratación. Contradiciendo las estimaciones del Ministerio de Sanidad, el Instituto de Salud Carlos III cifró un total de 6.500 fallecimientos relacionados con la ola de calor ese verano.

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En esos tres meses, hubo hasta 10 ciudades que alcanzaron su máximo histórico de altas temperaturas. De entre ellas, destacaron especialmente Jerez de la Frontera y sus 45,1 ºC, casi a la par que en Badajoz (45ºC) o Huelva (43,4ºC) en el mes de agosto de 2003.

Aunque en Córdoba no batieron récord con respecto a otros máximos, fue la cuidad líder del ránking con 46,2ºC.

Según un informe publicado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en el mes de septiembre de ese mismo año, aquel verano se vivió un “episodio excepcional” en el clima, con temperaturas mínimas iguales o superiores a los 20ºC.

La mayor cifra de muertes en Francia

En las ciudades galas tampoco hubo consenso en el regustro de muertes durante la 'canícula' de 2003. Mientras que el minsitro de Sanidad por entonces, Jean-Francois Mattei, fijó como datos oficiales los fallecimientos de entre 1.600 y 3.000 franceses, un estudio publicado por la mayor sociedad francesa del país, Pompas Fúnebres Generales (PFG), calculó que solo en las tres primeras semanas de agosto de ese año hubo 14.400 muertes más que en ese periodo en 2002.

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La cifra de mortalidad del país en ese año fue la mator registrada hasta el momento en Francia.

Seguna ola de calor más destacable

En España, la 'canícula' que tuvo lugar entre el 30 de julio y el 14 de agosto de 2003 fue la segunda más destacable desde 1975, fecha en la que se iniciarion estos registros. También ocupa el segundo lugar entre las de mayor duración manteniendo las altas temperaturas, por detrás de la producida en 2015.

Además destacó también por el número de provincias afectadas: 38 (solo superada por la de 2012, que perjudicó a 40).