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En esta cueva lunar cabe Barcelona entera y este español ha descubierto cómo explorarla
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la nasa participa en el proyecto

En esta cueva lunar cabe Barcelona entera y este español ha descubierto cómo explorarla

La cámara ideada por Adrián Jarabo, investigador en la Universidad de Zaragoza, es capaz de adivinar desde un satélite la forma o morfología de las cuevas que pueblan nuestro satélite

Foto: El cráter lunar Marius. (NASA)
El cráter lunar Marius. (NASA)

En otoño de 2017, científicos japoneses publicaron el descubrimiento de una cueva en la Luna de 50 kilómetros de largo. La salida de este tubo de lava se ubica en las colinas de Marius, un conjunto de promontorios (de hasta 500 metros de alto) surgidos alrededor del cráter del mismo nombre.

El estudio de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, publicado en 'Geophysical Research Letters', solo podía adivinar las dimensiones de este tubo volcánico, pero sin llegar a conocer bien las características interiores de la cueva.

Foto: Polo sur de Marte bajo el que se ha encontrado el lago. (ESA)

Esta gruta gigante ya ha sido señalada como un potencial refugio para astronautas, incluso se ha especulado que dentro cabe una ciudad del tamaño de Filadelfia, o lo que es lo mismo, Barcelona, pero antes habrá que conocer lo que hay dentro y si es accesible.

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Para ello, un joven ingeniero español, Adrián Jarabo, ha ideado una cámara que, colocada a bordo de un satélite, sería capaz de reconstruir estas zonas no visibles de la geografía lunar. Quizá por ello, la NASA lleva un tiempo colaborando con él y otros de sus compañeros en la Universidad de Zaragoza a través de NIAC, su programa para proyectos innovadores.

Por si fuera poco impulso, Jarabo ha recibido recientemente una beca Leonardo de la Fundación BBVA para hacer realidad este proyecto. "Soy informático, me dedico a los algoritmos y por suerte la tecnología de la cámara está ya desarrollada", explica el maño, "ahora el resto está en manos de gente que sabe un poquito más de óptica, de hecho, la beca irá a financiar la investigación en técnicas de construcción de imágenes que no son visibles".

placeholder Adrián Jarabo, beca Leonardo 2018 en TIC de la Fundación BBVA. (Kike Para)
Adrián Jarabo, beca Leonardo 2018 en TIC de la Fundación BBVA. (Kike Para)

La idea consiste en colocar la cámara, junto con el sistema de iluminación que va acoplado, en un satélite que orbite alrededor de la Luna. "Idealmente, a entre uno y 10 kilómetros de altura", explica Jarabo. "Las cuevas lunares son parecidas a los tubos volcánicos que hay en la Tierra y se trata de reconstruirlas 'in situ', estando allí".

Cómo funciona

La cámara no es convencional, de hecho se parece más a un interferómetro como el que se empleó para descubrir las ondas gravitacionales. O como Jarabo la define, "se parece a esas cámaras ultrarrápidas que sirven para filmar balas a cámara lenta, con la diferencia de que la bala va a 1.000 metros por segundo y esto va 300.000 veces más rápido".

placeholder Así funciona la cámara para explorar cuevas lunares.
Así funciona la cámara para explorar cuevas lunares.

El equipo de iluminación emite un haz de luz, es decir, fotones. Lo que hace la cámara en realidad es capturar la información temporal de la propagación de esa luz, cómo viaja y de qué forma interactúa con las distintas superficies, algo que va dejando huella en el tiempo de distintas formas. "Como más o menos sabemos cuánto tiempo le cuesta a un fotón ir desde donde lo hemos emitido hasta que vuelve a la cámara, podemos intuir el camino que ha seguido incluyendo las partes que no podemos ver", aclara el informático, "les preguntamos a esos fotones dónde han estado o cuánto tiempo les ha costado llegar".

placeholder La cámara ideada por Jarabo para reconstruir cuevas lunares. (Cedida)
La cámara ideada por Jarabo para reconstruir cuevas lunares. (Cedida)

En cualquier caso, el zaragozano ve antes su invento en la Tierra que en la Luna. "El de las cuevas lunares es un proyecto a largo plazo, es el desafío más difícil que podíamos plantearnos", dice, "y sabemos que si logramos hacer realidad la cámara, va a tener muchas posibles aplicaciones, ligeramente más sencillas, pero en nuestro planeta".

En otoño de 2017, científicos japoneses publicaron el descubrimiento de una cueva en la Luna de 50 kilómetros de largo. La salida de este tubo de lava se ubica en las colinas de Marius, un conjunto de promontorios (de hasta 500 metros de alto) surgidos alrededor del cráter del mismo nombre.

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