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¿Debería España permitir a los farmacéuticos recetar medicamentos?
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ya se hace así en eeuu, canadá, uk o australia

¿Debería España permitir a los farmacéuticos recetar medicamentos?

En España, las bajas tasas de reposición de doctores ha hecho que los sindicatos propongan alargar su jubilación. Un estudio propone el modelo anglosajón, dando poder a las farmacias

Foto: Un médico prescribiendo medicamentos (iStock)
Un médico prescribiendo medicamentos (iStock)

En España, la crisis nos ha dejado con un déficit de unos 10.000 médicos, principalmente porque aquellos que se han jubilado no han sido repuestos en un número suficiente y porque en el MIR no se convocan tantas plazas —unas 7.000 anuales— como para mantener ocupados a los 8.000 médicos que ingresan cada año en la carrera. Como consecuencia, muchos acaban emigrando.

En resumen, tenemos menos médicos de los que necesitamos pero con más trabajo del que pueden abarcar. Para paliar este problema, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos sugirió dar vía libre a los profesionales sanitarios para extender su carrera hasta los 70 años, si así lo deseaban y se encontraban en condiciones. En otros países con problemas similares, como Reino Unido, Estados Unidos, Australia o Canadá, la solución ha sido radicalmente diferente: dar más poderes a las farmacias para aliviar la carga de trabajo de los centros de salud.

Foto: Inmigrantes bajan del Aquarius en el puerto de Valencia el 17 de junio. (EFE)

Ahora, un meta-análisis publicado en el 'British Journal of Clinical Pharmacology' que evalúa 65 estudios realizados en países donde esta práctica sí es habitual desde hace unos años arroja resultados bastante positivos y menos resquemor por parte de los médicos del que cabría esperar. Por tanto, ¿deberían poder los farmacéuticos españoles recetar fármacos?

"Con la actual escasez de médicos y la amplia capacitación clínica de los farmacéuticos, es una medida apropiada para el cuidado del paciente y el uso de recursos limitados", afirma Derek Stewart, profesor en la Facultad de Farmacia de la Universidad Robert Gordon y uno de los autores del estudio. El científico espera que su trabajo, el primero en evaluar la experiencia de obtener medicinas en la farmacia en distintos países, sirva para "documentar su desarrollo e implementación alrededor del globo".

Sin embargo, en nuestro país ampliar los poderes de prescripción de recetas a farmacéuticos o enfermeras es algo que despierta mucho escepticismo.

"No, aquí en España nunca nos lo hemos planteado ni es algo que, como colectivo, esté encima de la mesa", explican a Teknautas desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, "más allá, claro, de los medicamentos sin receta". La pregunta les resulta hasta sorprendente a estas alturas, pese a que en otros países se hace con normalidad e incluso, con resultados positivos:

¿Podría hacerse en nuestro país?

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El modelo, principalmente anglosajón, de permitir a los farmacéuticos ofrecer medicamentos con receta nació precisamente para aliviar a los facultativos de aquellas tareas no demasiado complejas y que otro profesional con cierta formación clínica pudiera hacer. Así empezó el Reino Unido, que rompió el hielo en 2003 permitiendo a los farmacéuticos hacer una prescripción complementaria, esto es, un médico o un dentista son los únicos habilitados para hace el diagnóstico pero el farmacéutico o el equipo de enfermería pueden extender la receta.

En 2006, todavía bajo el mandato del laborista Tony Blair, el Gobierno británio dio un paso más y legalizó la prescripción independiente para profesionales no-médicos. Ahora allí, cualquier farmacéutico que haya pasado por la preparación requerida puede diagnosticar una infección y recetar un antibiótico sin salir de su botica. En Escocia, el país donde más se han implementado estas medidas, en 2017 el 40% de las farmacias tenían ya la autoridad para recetar medicinas.

¿Existen diferencias?

Siguiendo el mismo ejemplo, poder obtener un antibiótico para tratar una infección de garganta en la farmacia de la esquina tiene, por supuesto, sus ventajas. Entre ellas, los autores del estudio enumeran "la facilidad de acceso a servicios sanitarios, mejores resultados para el paciente, mejor uso de las habilidades de los farmacéuticos o reducción de la carga de trabajo de los médicos".

Pero también existen bastantes desventajas, en particular cuando se otorga a los farmacéuticos la capacidad de diagnóstico. Entre los inconvenientes están la "responsabilidad de los farmacéuticos a la hora de recetar, habilidades de diagnóstico limitadas, falta de acceso al historial clínico del paciente o asuntos relacionados con la organización o la financiación".

placeholder Algunas farmacias como esta, en Pozuelo de Alarcón, tienen incluso neveras con Coca-Cola Zero en su interior. (M.V)
Algunas farmacias como esta, en Pozuelo de Alarcón, tienen incluso neveras con Coca-Cola Zero en su interior. (M.V)

En cualquier caso, aquellos países que lo han aprobado no han dado señales de querer volver atrás. Una revisión anterior, realizada por Cochrane, comparó 46 estudios que habían recibido sus recetas de farmacéuticos y enfermeras con otros que habían visitado a un médico. Posteriormente analizaron sus niveles de presión sistólica, hemoglobina glicosilada, colesterol LDL o adherencia a la medicación. Los resultados en ambos grupos eran comparables, es decir, no había diferencias apreciables entre los que obtuvieron sus medicinas de un médico, de un farmacéutico o de una enfermera.

En España, la crisis nos ha dejado con un déficit de unos 10.000 médicos, principalmente porque aquellos que se han jubilado no han sido repuestos en un número suficiente y porque en el MIR no se convocan tantas plazas —unas 7.000 anuales— como para mantener ocupados a los 8.000 médicos que ingresan cada año en la carrera. Como consecuencia, muchos acaban emigrando.

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