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Querella al exjefe de Arthur D. Little España y varios directivos por 'sabotear' una 'startup'
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"No tenía dónde caerse muerto"

Querella al exjefe de Arthur D. Little España y varios directivos por 'sabotear' una 'startup'

La carrera por el turismo espacial en España esconde una turbia pelea judicial entre varias 'startups' que aspiran a dominar el negocio. Una nueva querella acusa a directivos de Arthur D. Little de revelación de secretos

Foto: Carlos Mira, expresidente de Arthur D. Little España y CEO y fundador de Halo Space, al que acusan en una querella criminal de revelación de secretos. (EFE)
Carlos Mira, expresidente de Arthur D. Little España y CEO y fundador de Halo Space, al que acusan en una querella criminal de revelación de secretos. (EFE)

El negocio del turismo espacial made in Spain no atraviesa su mejor momento. Dos de las startups de referencia en este sector, Halo Space y Zero 2 Infinity, se han enzarzado en una pelea judicial que salpica ya a varios altos directivos de la consultora estadounidense Arthur D. Little. En concreto, su presidente en España durante seis años, Carlos Mira, el actual CEO mundial, Ignacio García Alves, y otros empleados de la consultora, además del empresario Kemel Kharbachi, creador de EOS X Space, han sido acusados de presunta revelación de secretos por el fundador de Zero 2 Infinity, José Mariano López Urdiales. Este delito contempla penas de hasta cuatro años de cárcel.

Urdiales presentó recientemente una querella ante el Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid. El documento, al que ha tenido acceso este diario, ha sido ahora admitido a trámite por la jueza al frente del caso al estimar que hay indicios de posible delito de revelación de secretos. Arranca así una batalla judicial que se venía gestando desde 2019 y que coincide con el nacimiento del negocio del turismo espacial en nuestro país.

Ingeniero aeronáutico formado en la Universidad Politécnica de Madrid y el MIT, López Urdiales fundó Zero 2 Infinity en Barcelona hace 14 años con el objetivo de hacer realidad los vuelos turísticos hasta el borde del espacio, es decir, hasta poco más de 30 kilómetros de altura (se considera que el espacio comienza a partir de los 80 kilómetros de altura). Mucho antes, en 2002, Urdiales ya había publicado artículos y participado en ponencias internacionales analizando el potencial de un sector que aún no había nacido. La clave era desarrollar un globo o una cápsula capaz de transportar pasajeros y soportar las presiones atmosféricas a esas alturas.

Zero 2 Infinity lo logró por primera vez en 2012, cuando lanzó a 32 kilómetros de altura un globo de prueba un 44% más pequeño que el modelo final, pero equipado con un robot, cámaras y sensores que validaron el test, un hito que no había conseguido antes una compañía española. Era la época del boom de los vuelos a la estratosfera. Virgin Galactic anunciaba vuelos suborbitales y el austriaco Felix Baumgartner conseguía algo más complejo: lanzarse desde un globo a 39 kilómetros de altura, retransmitirlo en directo y convertirse en la primera persona en romper la barrera del sonido en caída libre.

Foto: Los tres cofundadores de Mr Jeff, con Eloi Gómez, consejero delegado (izquierda).

En ese momento, no había ninguna otra compañía en España y en casi toda Europa mejor posicionada a nivel técnico y de negocio que Zero 2 Infinity para subirse al negocio del turismo cercano al espacio. Entre 2012 y 2018, firmaron acuerdos con Thales, Airbus o la NASA para realizar más pruebas. Urdiales salía hasta en el Telediario (vídeo debajo). Su plan era organizar viajes a la frontera del espacio a 150.000 euros el billete.

"Durante esos años comenzamos a buscar financiación para dar los próximos pasos. Fue así como conocí a Kemel Kharbachi, en noviembre de 2018. Poco después me presentó a Carlos Mira, que en aquel momento era presidente de Arthur D.Little. Llegamos a un acuerdo por el cual ellos nos ayudarían a conseguir financiación", explica López Urdiales a El Confidencial en conversación telefónica. En realidad, fue el inicio de una turbia relación profesional que, según Urdiales, llevaría su empresa al borde de la desaparición por los engaños continuados de sus dos socios.

"Carlos Mira me decía constantemente que no me preocupara. 'Los fondos llegarán, los fondos llegarán". Los fondos no llegaron

La querella admitida ahora a trámite relata cómo en febrero de 2019 López Urdiales y Luis Ángel Delgado Corral, empleado de Arthur D. Little, firman un acuerdo de confidencialidad según el cual la información compartida no podía ser usada en beneficio propio o cedida a terceros. López Urdiales firma también en abril de 2019 un acuerdo de colaboración con Agora Next, empresa propiedad de Kemel Kharbachi, para que este le ayudara a conseguir hasta 10 millones de euros de financiación a cambio de un 10% de comisión de la cantidad final lograda. Urdiales, valiéndose de múltiples pruebas e informes periciales, asegura haber compartido "absolutamente toda la información" confidencial de la empresa, desde la tecnología empleada a su plan de negocio y financiero.

"Te voy a reventar la cabeza, te voy a matar"

Pasan los meses y la financiación prometida no llega. "Carlos Mira me decía constantemente que no me preocupara. 'Los fondos llegarán, los fondos llegarán", explica Urdiales. Los fondos no solo no llegaron, sino que a finales de 2020 él se "enteró por la prensa" de la constitución de una empresa llamada EOS X Space, creada por Kemel Kharbachi y en la que Carlos Mira aparecía como CEO. Ahí empiezan los primeros enfrentamientos.

placeholder El presidente de Agora Next y EOS X Space, Kemel Kharbachi. (EFE)
El presidente de Agora Next y EOS X Space, Kemel Kharbachi. (EFE)

"Yo le digo a Carlos Mira que lo que están haciendo no es ético, que han usado toda la información que les facilité, toda, para montar de forma paralela EOS X Space. Ellos no tenían ni idea del sector, yo llevaba casi dos décadas metido en esto. Sin embargo, Carlos se desentiende y, además, recibo amenazas de muerte de Kemel, que un día a finales de 2020 me llama y me dice: 'Te voy a reventar la cabeza, te voy a matar". Kemel, afincado en Mallorca durante años, sería condenado meses después por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona por un delito leve de amenazas.

A finales de 2021, se produce otro punto de inflexión. Inversores de EOS X Space demandan a Kemel Kharbachi por presunta estafa (caso por el que la Fiscalía de Mallorca pide a Kharbachi hasta cuatro años de cárcel), por lo que tanto Carlos Mira como Arthur D. Little deciden desvincularse del proyecto y montan su propia empresa de viajes a la estratosfera, Halo Space. En ella, Mira figura como fundador y CEO e Ignacio García Alves, actual CEO mundial de Arthur D. Little, como miembro del consejo de administración. "Halo Space ha hecho lo mismo, usar en beneficio propio toda la información que les facilitamos. Es imposible que la montaran sin haber tenido acceso a nuestros datos. Es más, ni se les habría ocurrido la idea", señala López Urdiales.

Desde entonces, Halo Space ha seguido operando y está más activa que nunca. La empresa prevé comenzar a operar vuelos comerciales en 2025 y planea realizar 400 viajes al año a partir de 2029. Contactado por este diario respecto a la querella, Carlos Mira ha rechazado ofrecer declaraciones. En su lugar, un portavoz de la compañía asegura por escrito que, "de momento, no hemos recibido notificación de ninguna demanda. Cuando la recibamos, nuestro equipo jurídico la analizará y está dispuesto a emprender todas las acciones legales disponibles para defender a Halo Space de falsas acusaciones. Zero 2 Infinity nunca ha tenido ninguna relación contractual con Halo Space o Arthur D. Little".

placeholder José Mariano López Urdiales, junto a una de las cápsulas prototipo de Zero 2 Infinity. (Z2I)
José Mariano López Urdiales, junto a una de las cápsulas prototipo de Zero 2 Infinity. (Z2I)

"Tanto Arthur D. Little como Agora Next firmaron acuerdos de confidencialidad con nosotros, acuerdos que no han sido respetados. Además, Agora Next tenía un contrato de búsqueda de inversión que le impedía cerrar financiación para empresas competidoras. Crear dos es incumplir eso", señala López Urdiales.

"No tenía dónde caerse muerto"

Contactado por este diario, Kemel Kharbachi, que ahora reside en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), remite al despacho de abogados que está llevando su defensa. "Negamos que haya habido revelación de secretos alguna. Y lo vamos a demostrar. En 2018, Kemel contacta con Zero 2 Infinity porque ya tenía en mente montar su proyecto de EOS X Space, y se da cuenta de que esta empresa no tenía capacidades técnicas ni económicas para llevar a cabo ningún proyecto. Es más, en aquel entonces ya estaba en concurso de acreedores", explica a El Confidencial José Luis González-Montes, director del Departamento de Derecho Procesal Civil y Penal del bufete Cremades & Calvo-Sotelo. "Dicho de forma propia, este señor responsable de Zero 2 Infinity no tenía dónde caerse muerto".

"He tenido que despedir a 14 personas y ahora estoy yo solo. Siento una enorme frustración por todo lo que ha pasado"

La defensa de Kemel Kharbachi presenta una versión de los hechos muy diferente. Como Zero 2 Infinity no tenía capacidades, Kharbachi decide contratar a la consultora Arthur D. Little para la dirección técnica de su proyecto, EOS X Space. "En el desarrollo del mismo, Carlos Mira se da cuenta de las posibilidades de negocio que existen. Cuando ya ha pasado un año y cinco meses, Mira exige a Kharbachi que ponga el 35% de la empresa a su nombre y cambie el consejo de administración para tomar el control. Kemel no cede a esa extorsión y al final la relación entre ambos se rompe", explica González-Montes.

La ruptura resulta en la creación de Halo Space por parte de Carlos Mira y Arthur D. Little. Meses después llegaría un cruce de demandas entre ambas compañías. Por un lado, Arthur D. Little y Halo demandaron a EOS X Space por uso ilegal de su marca; por otro, EOS X Space respondió de manera doble, con una demanda por lo civil por competencia desleal (pendiente de juicio) y con una querella penal (aún no admitida a trámite) por revelación de secretos y corrupción en los negocios. Ahora, la nueva querella de Zero 2 Infinity (López Urdiales) a sus exsocios complica aún más la pelea judicial.

placeholder Ignacio García Alves, CEO mundial de Arthur D. Little, al que el fundador de Zero 2 Infinity también acusa de revelación de secretos. (ADL)
Ignacio García Alves, CEO mundial de Arthur D. Little, al que el fundador de Zero 2 Infinity también acusa de revelación de secretos. (ADL)

La situación actual de las tres compañías es muy dispar. Mientras que en EOS X Space no funciona ni su página web (innacesible en el momento de la publicación de este artículo), pese a que Kharbachi anunció en junio haber conseguido 50 millones de euros de financiación extra, Halo Space asegura ser el "proyecto más avanzado del mundo y estar a la vanguardia del sector del turismo espacial". López Urdiales, por su parte, reconoce que Zero 2 Infinity lleva en situación crítica desde 2020.

"He tenido que despedir a 14 personas y ahora estoy yo solo. Aún tenemos actividad y algunos clientes, pero siento una enorme frustración por todo lo que ha pasado. Si no fuera por lo que nos han hecho, seríamos nosotros los que estaríamos al frente de este sector", explica Urdiales. Mientras Halo Space asegura que "subirá a la estratosfera a 3.000 pasajeros de aquí a 2029", Urdiales se conforma con "tener fe". "No sé cómo, ni cuándo, ni con quién, pero sé que vamos a ser los primeros en volar una persona al borde del espacio".

El negocio del turismo espacial made in Spain no atraviesa su mejor momento. Dos de las startups de referencia en este sector, Halo Space y Zero 2 Infinity, se han enzarzado en una pelea judicial que salpica ya a varios altos directivos de la consultora estadounidense Arthur D. Little. En concreto, su presidente en España durante seis años, Carlos Mira, el actual CEO mundial, Ignacio García Alves, y otros empleados de la consultora, además del empresario Kemel Kharbachi, creador de EOS X Space, han sido acusados de presunta revelación de secretos por el fundador de Zero 2 Infinity, José Mariano López Urdiales. Este delito contempla penas de hasta cuatro años de cárcel.

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