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Así son los nuevos Galaxy Z Flip 5 y Fold 5 de Samsung: el diablo (y el éxito) está en los detalles
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CAMBIOS NO MUY GRANDES, PERO IMPORTANTES

Así son los nuevos Galaxy Z Flip 5 y Fold 5 de Samsung: el diablo (y el éxito) está en los detalles

Los móviles plegable se han convertido en el dispositivo favorito de los coreanos. La nueva generación no es ninguna revolución pero resuelve algunos problemas signiticativos. Los hemos probado y estas son las claves

Foto: El Z Flip 5, con su nueva pantalla exterior. Foto: M. McLoughlin
El Z Flip 5, con su nueva pantalla exterior. Foto: M. McLoughlin

Los móviles plegables parecen haberse convertido en los dispositivos favoritos de Samsung. O al menos al que dan más bombo. Es la gran apuesta de los surcoreanos y parece que lo seguirá siendo durante muchos años. El mayor fabricante de smartphones del mundo va a seguir haciendo sus Galaxy de siempre, pero van a insistir mucho en esto de las pantallas flexibles. Consideran que tarde o temprano se va a convertir en una tendencia y sus ventas se contarán por decenas de millones.

Ese convencimiento es lo que les llevó a lanzar un producto que nadie había pedido en 2019 y ese convencimiento es lo que les ha hecho permanecer firmes en la fe de que en algún momento será un boom tecnológico. Puede parecer cabezonería de los asiáticos, teniendo en cuenta que hay muchísimos usuarios a los que ni se les pasa por la cabeza comprarse uno, ni ahora ni en los próximos años. Pero también hay que señalar que está ganando su público, aunque sea todavía minoritario. Prueba de ello es que en 2022 las ventas de estos teléfonos aumentaron en España un 70%. Un dato que vendría a refrendar que el interés por estos formatos es cada vez mayor.

Foto: Foto: M. McLoughlin.

Samsung pretende dar otro empujón a estas cifras y ganar más adeptos para esta parroquía con su nueva generación, que han sido presentados este miércoles en un evento internacional celebrado en Seúl. Han pasado de experimentos y han repetido una vez más la fórmula que lleva repitiendo años: plegable tipo concha, el Z Flip 5; y un plegable tipo libro, el Z Fold 5. No hay en esta generación ningún cambio no esperado, una novedad que sorprenda y rompa la baraja.

No hay nada que no se haya visto ya en otros móviles, suyos o de la competencia. No han tocado la capacidad de la bateria, no han tocado la cámara o cosas como la carga rápida. El diseño es en esencia el mismo con ligeros pero vitales ajustes. El objetivo de estos nuevos terminales de Samsung es hacer lo mismo pero hacerlo mejor que hasta ahora. Los rivales han apretado y a los asiáticos les tocaba ponerse al día y lo han hecho.

Hemos podido tener un primer contacto con el Galaxy Z Flip 5 y el Fold 5 antes de su puesta de largo y aquí van nuestras primeras impresiones y las claves de esta nuevos terminales.

Z Flip 5, mucha pantalla por dentro y (ahora) por fuera

Cuando hay un nuevo móvil, lo primero que entra por los ojos son los cambios de diseño, especialmente cuando se incorporan nuevos elementos o se cambian descaradamente algunos de los existentes. En este sentido, el Fold va a pasar más desapercibido porque su fuselaje permanece prácticamente intacto a simple vista.

En el exterior sigue ofreciendo una pantalla de 6,2 pulgadas con resolución HD+. Una pantalla con proporción de 1:9, lo que le hace ser especialmente estrecha si la comparamos con un teléfono estándar como un iPhone o un Galaxy S23 y a veces no resulta del todo cómodo utilizarla. En el interior sigue contando con una pantalla de 7,86 pulgadas, con una resolución de 2176 x 1812 píxeles y una tasa de refresco adaptativa que puede funcionar con valores entre 120 y 1 Hz. Seguimos con cinco cámaras, una bajo el panel en el interior, una cámara selfie externa y una configuración de tres cámaras traseras.

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Foto. M. Mcloughlin

El Z Flip 5 vuelve a estar un peldaño por detrás en este punto porque cuenta con una cámara principal únicamente de doble lente, además de la cámara en la pantalla interior de 6,7 pulgadas, que también permanece sin grandes cambios frente a la pantalla vista el pasado año.

Pero a lo hay que prestar atención en este modelo es a la nueva pantalla OLED exterior, que crece hasta las 3,84 pulgadas. Es más del doble que las 1,9 pulgadas que tenía el Z Flip 4. Una medida realmente corta que solo le permitía consultar notificaciones y poco más como si se estuviera mirando la pantalla de un smartwatch. Ahora, como se puede ver en las imágenes, el panel se estira notablemente. No es completamente simétrica, porque a diferencia de otras soluciones similares como el Motorola Razr 40 Ultra, lo que ha hecho es bordear la cámara y no envolverla con la imagen, cosa que visualmente me resultaba bastante molesta.

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Foto. M. Mcloughlin

Esta nueva pantalla era un cambio muy necesario. Lo empezó a ser cuando Oppo, con su N2 Flip, puso por fuera una pantalla más grande que la suya, que permitía manejarse con más soltura. Pero en el momento que esto se volvió una urgencia para Samsung, es cuando Motorola presentó un modelo similar al Flip Z5 con un panel que cubría prácticamente toda la parte frontal cuando estaba cerrado. Además, a diferencia de Oppo, el software funcionaba a las mil maravillas y se podía utilizar Google Maps, Youtube o WhatsApp de forma completa sin abrir el teléfono y de forma bastante cómoda.

La experiencia con el panel del Z Flip 5 que hemos tenido en este primer contacto ha sido muy buena, apunta alto. Las transiciones cuando se pliega y se abre el teléfono, el teclear mensajes... Todo bastante redondo. Aquí tiene mucho que ver el buen trabajo que ha hecho Samsung con el software, el mejor que podemos encontrar en un plegable a día de hoy.

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Foto. M. Mcloughlin

Cierre de gota: adiós a la cuña

Cuando llegaron los plegables tuvieron que renunciar a dos de las grandes conquistas de la telefonía móvil de los últimos años: la resistencia al agua y al polvo. Samsung se preocupó por trabajar lo primero, la protección contra los líquidos, y desde la pasada generación sus dispositivos ya cuentan resistencia IPX8. El asunto del polvo aún queda pendiente y nadie ha conseguido certificar en este sentido

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Foto. M. Mcloughlin

Pero había algo que Samsung no había hecho todavía y su competencia sí. Conseguir que la bisagra se cerrase completamente. Hasta ahora se cerraban en cuña y dejaban un espacio al aire. Y eso lo han conseguido tanto en el Flip Z5 y en el Fold 5. ¿Por qué es importante? Porque aunque sigue sin tener la certificación contra el polvo (esto no significa que una mota o varias te lo vayan a estropear al momento), es una barrera importante para que se cuelen sustancias al interior cuando está plegado, algo que podía ocurrir con relativa facilidad con el anterior diseño.

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Foto. M. Mcloughlin

Aquí hay una buena noticia extra. Gracias a esta bisagra en forma de gota, ambos teléfonos han conseguido reducir sus dimensiones cuando están cerrados. No una barbaridad, pero cualquier avance en este sentido es de agradecer. El Z Flip 5 pasa de 17 milímetros en su parte más gruesa a 15,3 mm. Algo mayor es la caída en el caso del Fold 5: pasa de 15,8 a 13,4 milímetros. El peso se mantiene prácticamente igual. Esto es un paso en la buena dirección, especialmente en el caso del Fold. Sin embargo, siguen lejos del Honor Magic V2, presentado hace unos días en China, que mide apenas 9,3 milímetros de grosor cerrado, una marca que se acerca mucho al de un móvil tradicional.

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Foto: M. McLoughlin

En lo que se refiere a la arruga de la parte central de la pantalla, no he percibido avances ni retrocesos. Es el peaje que hay que seguir pagando por estos terminales. Es cierto que se ha disimulado frente a las primeras generaciones de producto, pero sigue visible, especialmente cuando estás reproduciendo una pantalla blanca o cuando inclinas mucho la pantalla.

Sobre la resistencia del mecanismo de la bisagra, Samsung asegura que soporta más de cien aperturas diarias durante 5 años. La cifra es alta. Lo que hay que comprobar es cómo envejece el teléfono en ese tiempo y cómo afecta el uso prolongando a la mencionada arruga o la capa protectora de plástico que recubre el panel flexible. Una cosa son las pruebas en el laboratorio y otra muy diferente es el uso en la vida real.

Snadragon 8 Gen 2

Otra de las grandes novedades es la elección del Snapdragon 8 Gen, el mejor procesador jamás construido por Qualcomm. Hace tiempo que Samsung decidió aparcar los Exynos, sus propios procesadores, para su gama alta y apostar por los de la compañía estadounidense. No es un Snapdragon 8 Gen 2 cualquiera. Es una versión optimizada especialmente para sus dispositivos. Es un chip fabricado en el nodo de los 4 nanómetros, como los que compra la competencia. Lo que le diferencia es que Qualcomm ha aumentado la velocidad tanto de la CPU como de la GPU. En el primer caso, sube hasta los 3,36GHz frente a los 3,22GHz de modelo general. En la CPU, alcanza 719MHz. Es probable que esto le diga poco o nada, pero basta con saber que la velocidad del reloj es una de las cosas que marca la potencia junto al número de módulos o los nanómetros y la densidad de transistores.

Este Snapdragon es el mismo que montaban los Galaxy S23, por lo que su rendimiento y buen hacer está fuera de toda duda. La RAM y el almacenamiento dependen del modelo. El Galaxy Z Flip 5 viene con 8GB de RAM y 256 o 512 de almacenamiento. El Fold 5 aumenta sus prestaciones hasta los 12GB de RAM y 256, 512 o 1TB.

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Foto. M. Mcloughlin

La inclusión del Snapdragon 8 Gen 2 es más importante de lo que parece en este caso. Han mantenido los sensores fotográficos del pasado año, por lo que las mejoras que percibamos en las imágenes que tomemos dependerá de las mejoras que promete el nuevo procesador en lo que se refiere al procesado o el video computacional.

Misma batería, ¿más autonomía?

Habrá que ver también si todo el músculo de este Snapdragon es suficiente para mejorar sustancialmente la autonomía de estos modelos, ya que la batería tiene la misma capacidad que la de hace un año. No hay cambios tampoco en la carga rápida. Samsung, al igual que Apple o Google, evita entrar en la carrera energética que han entrado los fabricantes chinos y ofrece una carga rápida más comedida de 25W (50% en 30 minutos), apostando por preservar la salud de la batería en el tiempo.

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Z Fold 5. Foto: M. McLoughlin

En el caso del Flip la autonomía pedía una mejora a gritos. En la pasada generación, teníamos un tiempo de pantalla de 4,5 horas, lo que se traducía en que para llegar al final del día había que hacer malabares o darle un chute a media tarde si hacíamos un uso muy intensivo. No solo es cuestión de poner un procesador más potente, también han mejorado la pieza que se encarga de refrigerar el motor de los nuevos móviles, por lo que es probable que corra menor riesgo de sobrecalentarse que su predecesor.

En esta ecuación también hay que meter la nueva pantalla. Al ser más grande y más usable para acciones cotidianas como mandar un WhatsApp se puede presuponer que necesitaremos abrir el teléfono menos veces a lo largo del día y tirar menos de la pantalla interior, lo que puede servirnos para ahorrar energía.

Precio al alza

Lo que no ha permanecido igual serán los precios. El pasado año, el Z Flip 4 más básico partía de 1089 euros y ofrecía 128GB de almacenamiento y 8GB de RAM. Ahora la versión básica ofrece el doble de memoria interna pero sube su precio hasta los 1209 euros. El Z Flip 5 más caro costará 120 euros más, 1329 euros, a cambio de tener 512GB de RAM. No es fácil de digerir estos incrementos de precio en un mercado que está en pañales. Los Fold también incrementan su precio,con una horquilla que va desde los 1909 euros hasta los 2269 euros.

Este encarecimiento alejará a muchísimos usuarios, pero gran parte de los que se escandalizarán con este precio son usuarios que jamás se gastarán ese dineral en un terminal. También hay que tener en cuenta el momento que atraviesa el mercado de los móviles. Mientras que en términos generales las ventas están en constante caída, los fabricantes están creciendo en el segmento premium, que es, además, el que más margen les deja en la caja. SI tenemos en cuenta este punto, la estrategia de Samsung se comprende algo mejor.

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Foto: M. McLoughlin

Nuevos relojes: Watch 6 y 6 Classic

Los nuevos Z Flip y los nuevos Fold no han venido solos. Además de con una nueva hornada de tabletas, estos móviles vienen acompañados de dos nuevos modelos de reloj: el Galaxy Watch 6 y el Galaxy Watch 6 Classic. Ambos vendrán en dos tamaños con pantallas de 1,5 pulgadas para los modelos más grandes y de 1,3 pulgadas para los modelos más pequeños. El modelo Classic recuperará uno de los elementos más icónicos de los relojes de Samsung, un bisel giratorio que nos ayudará a navegar por las diferentes aplicaciones y menús del aparato. La pantalla aumenta el brillo hasta los 2.000 nits y el reloj contará con un sistema de carga rápida que en ocho minutos nos dará autonomía como para ocho horas. La compañía ha mejorado el análisis de sueño, la medición del entrenamiento y otras métricas de salud, que nos permitirán, por ejemplo, tener alertas de ritmo cardiaco personalizado. Se pondrá a la venta el 11 de agosto y sus precios oscilarán desde los 319 euros hasta los 499 euros. 

Los móviles plegables parecen haberse convertido en los dispositivos favoritos de Samsung. O al menos al que dan más bombo. Es la gran apuesta de los surcoreanos y parece que lo seguirá siendo durante muchos años. El mayor fabricante de smartphones del mundo va a seguir haciendo sus Galaxy de siempre, pero van a insistir mucho en esto de las pantallas flexibles. Consideran que tarde o temprano se va a convertir en una tendencia y sus ventas se contarán por decenas de millones.

¿Me lo compro? Samsung