Las 'startups' de BCN que consiguen millones de inversores 'tech' con suscripciones de café

"No somos una 'start-up' ni una idea de nicho. Piensa que el 90% de los españoles adultos aseguran tomar café al menos ocasionalmente", cuenta Joaquín Mach. Este empresario catalán es uno de los cofundadores y co-CEO de Incapto Coffee. Esta compañía de Barcelona, que empezó a funcionar en verano de 2020, pretende no solo cambiar una fórmula mayoritaria de consumir y preparar café como son las cápsulas, sino también la forma en la que la compran millones de personas. Lo que ellos proponen es que, de la misma forma que pagas una suscripción a Netflix o a Amazon, también lo hagas a sus productos y recibas el género cada mes en tu casa. La idea ya ha convencido a uno de los fondos más importantes de capital riesgo en España, JMV Ventures. La familia Entrecanales ha liderado la ronda de 3,5 millones que Incapto ha conseguido levantar a pesar de tener poco más de año y medio de edad.

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"Vimos rápidamente que había una oportunidad de negocio. En los países del sur de Europa, las cápsulas siguen siendo en el ámbito del hogar, el 50% del mercado, con todo lo que ello implica para el medio ambiente", añade Mach, que pone además el acento en que en lugares como España los cafés de especialidad tienen mucho margen de crecimiento frente a la oferta más consolidada que existe en otros países del mundo.

Para montar la 'start-up' se asoció con Francesc Font, su actual socio, también con muchos años de experiencia en los negocios digitales y la venta 'online'. El conocimiento cafetero lo puso la tercera cara visible de esta compañía, Beatriz Mesas, que ha trabajado en empresas del sector durante varios años. A día de hoy son más de 30 personas entre sus oficinas en Barcelona y el tostador que tienen en Tarragona cerca de la localidad de Reus.

El pasado curso, el primero que cubrieron de principio a fin, lo cerraron con más de 10.000 clientes (la "inmensa mayoría" suscriptores) así como 500 empresas "conectadas" y una facturación de 2,3 millones de euros. "Decimos conectadas porque no nos limitamos simplemente a proporcionarles el café", explica Mach. Ellos facilitan una máquina profesional a las compañías que contratan con ellos. Una máquina de café profesional a la que han incrustado una serie de componentes que permiten llevar la cuenta de las consumiciones y los carga en una plataforma en la nube. "Nosotros no les cobramos el alquiler, cobramos por consumo", cuentan. "El sistema te permite no solo llevar ese control. También te permite saber cuándo las reservas del cliente empiezan a agotarse y volver a suministrarles más paquetes", aclaran.

Es el segmento donde más esperan crecer este año. "Hay que tener en cuenta que cuando empezamos estábamos en plena pandemia y la mayoría de nuestros eventuales clientes estaban con las oficinas o los locales cerrados. Pero ahora estamos notando mucho empuje en este sentido". Otro de los objetivos es iniciar la expansión internacional a Francia, Italia y Portugal. Algo en lo que les ayudará la mencionada ronda de inversión. Liderada por JME Ventures, también han participado Banco Sabadell (que ya invirtió el año pasado en ellos y ahora aumenta su participación), Atresmedia, Bellmoore Consulting, el fondo Bynd y Dozen Investment.

Sus propias cafeteras

Para el mercado particular, sí que comercializan sus propias cafeteras. "Cuando empezamos a trabajar la idea y el modelo de negocio nos dimos cuenta de que había dos grandes barreras, por así decirlo. La primera era que no había mucha conciencia de que las cápsulas eran tan contaminantes. La segunda, la compra de la máquina", afirma. Explican que cuando vas a buscar cafeteras automáticas, "por lo general", te encuentras que los modelos "superan los 600 o 700 euros" y que te ocupan "media cocina". Ellos buscaron un proveedor que les diseñase y les fabricase las máquinas siguiendo estos parámetros de que fuesen más asequibles y manejables. Unas máquinas que a lo largo de este año esperan producir ya localmente. Para su promoción y que el público las pueda ver, han abierto sus primeras tiendas físicas en Barcelona.

"El lanzamiento de cualquier producto electrónico al mercado es cosa de muchos meses. Validaciones, permisos...", cuentan. Estas cafeteras, de la misma forma que las que actualmente comercializan, se podrán adquirir libremente por Amazon. Pero también tienen una manera muy peculiar de venderlas, con un sistema similar al que los operadores hacen con los teléfonos móviles. Si firmas una 'permanencia' en la suscripción, te sale más económico. La nueva generación de máquinas permitirá, entre otras cosas, conectarse a una app. "Una de las cosas que se podrá hacer es establecer diferentes perfiles porque en casa, cada uno toma el café a su manera", anuncia March. "Además, se podrá gestionar la suscripción fácilmente desde el móvil. Nosotros no somos una cuota fija como el gimnasio o Spotify. Puedes pedir más o menos dependiendo de tus necesidades, si te vas de viaje y no quieres que te enviemos el paquete este mes...".

Del barrio a internet

El café de especialidad está viviendo su particular 'boom' en España. Incapto no es la única que ha apostado por este modelo de suscripción. Otra de las que está dando mucho que hablar es Syra Coffee, otra 'start-up' catalana, que ahora ha anunciado una importante expansión por España. Esta empresa, también de corta edad, pretende abrir 15 locales en Madrid, donde ya tiene 3 operativos.

En Barcelona tiene 14 tiendas operativas y esperan a lo largo de este año tener medio centenar por todo el país. Al realizar el anuncio, el fundador y CEO de la cadena, Yassir Raïs, explicó que el desembarco masivo en la capital "era un paso lógico" después de haber llegado prácticamente a todos los barrios de la Ciudad Condal. Obviamente, esta expansión física vendrá acompañada de un importante refuerzo de canal 'online'. "El enfoque es diferente. Ellos pretenden crear la confianza que te da una tienda de proximidad, hecha por especialistas, para dar a conocer sus cafés de especialidad y que eso sirva para que el cliente dé también el salto al canal 'online'", explica Philippe Gelix, fundador de la 'fintech' Kantox e inversor en Syra.

Gelix explica que la compañía está multiplicando sus ingresos por 2,5 cada año y ahora pondrán también mucho foco en el mundo empresarial, una oportunidad para crecer "después de la buena acogida" que ha tenido entre los particulares. "El modelo de suscripción tiene mucho sentido y mucho recorrido ahí", explica Gelix, que ve natural que este tipo de empresas en algún momento se animen también a la venta de cafeteras. "Al final tienen mucho poder de prescripción", añade, puntualizando que ese proceso se puede hacer a través de asociaciones con socios y fabricantes de las mismas. "El foco de la empresa ahora es la calidad, no la cantidad. Y sobre todo, la rentabilidad".

Preguntado por si el modelo de suscripción puede extenderse a más categorías de producto, Gellix asegura que en algunos casos puede tener mucho sentido. "Si te vas a vivir a Barcelona un año o dos a estudiar, ¿por qué te vas a gastar miles de euros en amueblar la casa?", se pregunta. Ese precisamente es el objetivo de Rentchester, una pequeña empresa vallisoletana, fundada en 2019 y que hace menos de un año levantó 750.000 euros de financiación.

Lo que propone esta empresa española son alquileres que van desde un mes hasta los 36, bien con paquetes cerrados con base en la estancia que se quiera amueblar o alquilar modelos y cosas concretas. Al terminar la suscripción, se puede alargar o comprar definitivamente. La idea ha calado y ya han firmado una colaboración con IKEA para ofrecer este servicio. En esta misma línea, hace unos meses empezó a funcionar en España Groover, una plataforma alemana que levantó 60 millones de financiación el pasado mes de abril. Se trata de una compañía que te alquila aparatos electrónicos, desde unos AirPods, un iPhone hasta cámaras réflex, robots aspiradores o portátiles. Esta tendencia de 'netflixización' de nuestras compras parece que cada año que pasa es mayor. Empezó con la música, siguió con las películas y las series, parece que empieza a coger fuerza en los videojuegos de la mano de compañías como Microsoft, Nintendo o Sony y ahora llega a cosas tan cotidianas como los muebles o el café.