Los 'riders' ya tienen su primer convenio de empresa en España: estas son sus condiciones

En menos de seis meses, el tiempo que ha transcurrido desde que entró en vigor la llamada ley 'rider' hasta ahora, los repartidores de comida a domicilio han pasado de ser un gremio aparentemente repleto de falsos autónomos a contar, por primera vez, con un convenio de empresa en España. El primero en suscribirlo y anunciarlo junto a los sindicatos, foto y presentación pública mediante, ha sido Just Eat.

La compañía reconoció públicamente el pasado verano que las negociaciones con los representantes de los trabajadores estaban sucediendo, lo que daba fe de que avanzaban a buen ritmo. En realidad, estas conversaciones se remontan año y medio en el tiempo. Pero esta plataforma no es la única que está trabajando en este sentido. Se espera que en los primeros compases de 2022 se produzcan anuncios similares por parte de Stuart, un actor reconvertido a flota para terceros; y Rocket, una compañía de 'delivery' ucraniana con base en Alemania que tiene sobre la mesa un importante plan de expansión para el mercado patrio.

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"Es un acuerdo pionero, ya que no existe un convenio en el sector de las empresas de las empresas de reparto de comida a domicilio que haya sido capaz de documentar hasta este punto las relaciones laborales", asegura en conversación con este periódico Patrik Bergareche, director general de Just España, que asegura aspirar a que esto sirva como precedente para un futuro convenio sectorial en un momento clave para esta industria en Europa. No hay que olvidar que hace unos pocos días Bruselas publicó su propuesta de directiva para poner orden en el mercado de las plataformas digitales. La Comisión apunta a una "presunción de laboralidad", una posición que ya adoptó el Gobierno de Pedro Sánchez a través de la reforma impulsada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Un negocio "dinámico"

Bergareche, que ha presentado el acuerdo en Madrid junto a representantes de CCOO y UGT, explica que, "tras un duro trabajo", se ha conseguido un texto que incluye medidas concretas y claras para adaptar las "relaciones laborales a un entorno dinámico como el del reparto a domicilio". "Nuestra demanda es muy cambiante. Un día de partido, por ejemplo, te puede subir un 40% la demanda. Lo que hemos hecho es establecer mecanismos para que seamos capaces de dar respuesta a estas particularidades, pero respetando la protección social de los trabajadores".

Estas medidas se resumen en cuatro grandes acciones. Por una parte, el texto allana las condiciones a nivel nacional. El problema es que los convenios en hostelería se circunscriben al ámbito regional. "Adaptar la tecnología a las distintas provincias y a las distintas condiciones sería casi imposible, supondría un gasto tremendo", puntualizan desde la compañía. En resumen, que un 'rider' de la empresa que trabaje en Madrid tendrá el mismo 'terreno de juego' que uno que trabaje en Almería. Otra de las cosas que han hecho Just Eat y los sindicatos es una meticulosa descripción de las categorías profesionales, "desde el puesto de directivo hasta el de repartidor, pasando por todos los cargos intermedios". "Es un trabajo que no se había hecho anteriormente y abre la posibilidad a promociones. Un repartidor que trabaje bien puede acabar ahora como jefe de Operaciones", remata Bergareche.

Hay dos puntos claves para poder articular esa "flexibilidad" que exige una actividad como el reparto de comida a domicilio. Por una parte, se han pactado una serie de condiciones para la ejecución y asignación de una serie de horas complementarias. Si la empresa decide reforzar una franja y el turno es de obligado cumplimiento (esta carga extra también puede ser voluntaria), deberá contar con su aceptación. Otro de los puntos que recoge el texto es el de que, bajo determinadas circunstancias, se puedan hacer contratos temporales. Esto permitiría adaptarse a regiones con mayor estacionalidad. El ejemplo que ponen desde la compañía es el de la logística, que se refuerza en periodos clave como las navidades y las rebajas, con empleados temporales.

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También han incluido un punto que aborda la "no pérdida del poder adquisitivo". Con este fin, han pactado una revisión de los salarios al principio de 2023, que se realizará tomando como referencia el IPC de 2022. El convenio, por cierto, entra en vigor en enero, con las condiciones salariales pactadas al final del verano.

Otro de los puntos que pretenden facilitar es el de la "desconexión digital". Para ello, han incluido la obligación de proporcionar un móvil de empresa al repartidor para ejercer su trabajo. De esta manera, la empresa podrá hacer el seguimiento necesario para la prestación del servicio. Al acabar el turno, el trabajador 'devolverá' el móvil como si fuese otra parte del equipo, como puede ser la moto o la mochila de reparto.

"Este acuerdo viene a demostrar que la búsqueda de rentabilidad es compatible con el respeto a los derechos laborales de las y los trabajadores"’, sostiene Chema Martínez, secretario general de CCOO Servicios. "En el acuerdo con Just Eat se viene a demostrar que la voluntad real y leal de regulación mediante negociación colectiva permite la misma en condiciones dignas", remata Juana Olmeda, secretaria general de FSC-CCOO. "Hemos conseguido extirpar la precariedad que existía, tanto en condiciones como en salarios, y definir los cimientos de una arquitectura de derechos y deberes sobre la que habrá que seguir construyendo", ha afirmado contundentemente el secretario de Acción Sindical de FeSMC-UGT, Álvaro Alfaro.