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"Nos basta con 1.500€ al mes". Los nuevos nómadas que viven viajando gracias a YouTube
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Internet como otra forma de vivir

"Nos basta con 1.500€ al mes". Los nuevos nómadas que viven viajando gracias a YouTube

Dejaron su vida para lanzarse a recorrer el mundo. Ahora han conseguido generar ingresos y crear una comunidad que les sigue allí donde van a través de los vídeos que suben a su canal

Foto: Foto: Los Mundo (Instagram)
Foto: Los Mundo (Instagram)

“No pillamos ninguna excedencia ni nada, dejamos el trabajo directamente y nos lanzamos”. Marta Timbau trabajaba como cámara en una televisión estatal y Marià Miño era periodista. Tenían un trabajo estable, 3.000 euros al mes entre los dos, una vivienda en alquiler y un mes de vacaciones al año que les empezó a saber a poco en cuanto comenzaron a viajar. Tras unas vacaciones en La India, lo tuvieron claro. Necesitaban encontrar una manera de vivir viajando, adaptar su trabajo o empezar a generar ingresos por otras vías. Emprendieron su ruta en 2012 y, aunque se han ido ganando la vida de distintas formas, ahora han decidido centrarse en YouTube. No son los únicos, cada vez son más los ‘youtubers’ que documentan sus viajes y, administrando correctamente su canal con otros negocios complementarios, han conseguido hacer de esta plataforma una fuente de ingresos considerable.

“Una de las claves es generar dinero en ruta, la otra es gastar menos”, explican a Teknautas Marta y Marià, de Furgo en ruta, el proyecto de esta pareja que lleva 9 años viajando en su Volkswagen California. Un vehículo de 78 caballos y 26 años que les ha llevado a recorrer 18 países distintos. A día de hoy, dicen, gastan entre 3 o 4 veces menos de lo que gastaban antes de lanzarse a la carretera. Una vida más austera, en constante contacto con la naturaleza, en la que ellos deciden dónde despertarse cada mañana y de la que sus más de 33.000 suscriptores disfrutan a través de su canal. Pero, ¿se puede vivir viajando por el mundo gracias a YouTube?

Foto: Foto: YouTube.

“Para ir bien necesitamos unos 1.500 euros al mes, aunque la media sería mil”, cuenta a este periódico Marta Bruyel, de Los Mundo. Ella y su marido, Daniel Gimeno, llevan dos años viajando y documentándolo en su canal. Pero no lo hacen solos, les acompañan sus tres hijos pequeños y sus dos gatos. La familia al completo ha emprendido un viaje en los 8 metros cuadrados de su camión 4x4. Argentina, Uruguay, Chile, Perú, o Bolivia han sido algunas de las paradas de esta aventura que, planean, durará unos seis años. Desde que empezaron en YouTube han conseguido que su cuenta les genere los ingresos necesarios como para poder sobrevivir mes a mes, y eso que su plan inicial no incluía centrarse en esta plataforma.

De serie documental, a videos semanales en YouTube

Daniel Gimeno tenía un negocio de cerrajería en Madrid, pero había empezado a estudiar para ser documentalista. Junto con Marta, tenía en mente emprender un proyecto audiovisual. Antes de formar una familia, ambos habían viajado mucho, tanto juntos como por separado, pero, cuando llegó el momento de tener hijos, tuvieron que asentarse. Sin embargo, la idea de dejarlo todo para seguir viajando nunca dejó de rondar por sus cabezas.

“Dani dijo ‘vendo la empresa y nos vamos para largo, nos vamos 6 años, 10, lo que sea’. A mí me pareció una locura, pero acepté”, cuenta a Teknautas Marta Bruyel. Daniel vendió su parte de la empresa con el propósito de hacer una serie documental que les fuera financiando su viaje, aunque no tardaron en encontrar una alternativa mucho más tentadora. “Había que buscar productoras o una televisión que lo quisiera comprar. Era complejo y queríamos tener libertad creativa y no tener que depender de un jefe ni de nadie a quien tuviéramos que mandarle los materiales. Y allí estaba YouTube”.

La plataforma les permite subir el material que ellos eligen y, aunque no han abandonado del todo su idea de hacer un documental al uso, actualmente son los vídeos que suben a YouTube los que financian su ruta. Sin embargo, no es fácil compaginar el canal con la crianza de sus tres hijos. A día de hoy, practican el ‘homeschooling’, es decir, la educación desde casa. En concreto, desde su camión 4x4.

“Nos centramos en matemáticas y lengua, porque lo que son ciencias naturales y sociales lo vemos en el día a día”, explica. “Andan libres por el mundo, es mucho más experiencial, apoyamos ese conocimiento y lo reforzamos. Si vamos a subir a un volcán hablamos de los volcanes. Si estamos viendo ruinas mayas, les hablamos de los mayas. Se tocan muchos temas a través de lo que vemos”.

Los Furgo en Ruta también tuvieron en mente la producción de una serie documental. De hecho, un primer proyecto, Furgoadictos, se emitió en la televisión catalana. “Hicimos una serie y tuvimos la suerte de que nos compraron un par de temporadas”, exponen. Aquello les permitió ahorrar para su actual viaje y comprarse su actual furgoneta. Después, ambos dejaron sus respectivos trabajos.

“Salimos en junio del 2012. Pusimos fecha porque, si no lo haces, te vas poniendo mil excusas. Mandamos nuestra furgoneta a Sudamérica, con el plan de hacer una serie de televisión de nuestro viaje”. “Habíamos ahorrado lo suficiente como para subsistir unos dos años y medio. Una vez grabada, tendríamos tiempo de parar, editar y, si conseguíamos venderlo, con los ingresos seguiríamos el viaje. Y si no se vendía, ya veríamos lo que hacíamos”.

"El viaje podría durar los años que quisiéramos si teníamos forma de generar dinero"

No se vendió. “Estábamos haciendo todo al revés otra vez, teníamos la serie hecha y tú lo que tienes que hacer es vender la idea y esperar a que te compren la serie. Ahí vimos que no iba a ser posible, pero habíamos aprendido a generar dinero de otras maneras”, explica Marta. “Por aquel entonces casi no se movía YouTube, subíamos vídeos para los amigos y por si alguna televisión o productora lo veía, pero nos cansamos de esa dinámica y empezamos a combinarlo con otras cuestiones que sí nos daban más ingresos”, añade Marià.

Él había estudiado música, así que con una guitarra y un teclado pequeño empezaron a tocar por bares y restaurantes. “Nos paramos en San Martín de los Andes, en pleno diciembre, y ganamos como mil dólares en un mes haciendo música y vendiendo artesanía”. “Nos cambió el chip, nosotros íbamos con una filosofía más europea de ahorrar y encontrar un trabajo más o menos estable. Ahí nos dimos cuenta de que el viaje podría durar todos los años que quisiéramos mientras tuviéramos la forma de generar dinero”, relata Marta.

Durante años su principal fuente de ingresos fue la realización de vídeos promocionales para hoteles y otros comercios. “Marià armaba el guion, yo grababa y editaba”, explica Marta. Pero llegó la pandemia. Había menos turismo, las calles estaban más vacías, hacían menos conciertos y dejaron de surgir ofertas para hacer vídeos. En enero, aconsejados por varios amigos, decidieron poner el foco en su canal. “Decidimos meterle 100% a YouTube. Hay gente que piensa que es hacer cuatro videos con el móvil, pero hay veces que te quedas trabajando 8 horas e incluso más. Pero es un trabajo que nos gusta”, dicen.

Además, combinan YouTube con la venta de fotografías de stock, un trabajo que se ha convertido en la principal fuente de ingresos para Kike Arnaiz, otro de los ‘youtubers’ que dejó su vida para emprender un continuo viaje. “Vendí la mayoría de objetos materiales, dejé el alquiler de la casa y me fui con una mochila y una cámara. Me gustó bastante esto de vivir viajando y con el tiempo he hecho de ello mi profesión". "No he vuelto a tener una casa desde entonces, más que un coche camperizado que me ha ayudado a viajar durante la pandemia”, declara a este periódico.

Al subir contenido a sus redes sociales, su comunidad empezó a crecer. “Eso me ayudó a tener más fuentes de ingresos y, aunque me permitan vivir de esto, diría que mi trabajo sigue siendo principalmente el de fotógrafo, como base”, expone Kike Arnáiz. “Pero va todo relacionado. Por ejemplo, grabo vídeos para YouTube, y los clips que utilizo para el canal también los puedo poner a la venta en stock, así que es un 'win-win'”. Ahora tiene más de 500.000 seguidores en YouTube y casi 300.000 en Instagram, donde publica las fotografías de sus viajes por unos 70 países distintos.

¿Cuánto ganan con YouTube?

Desde que empezaron hace 9 años hasta el pasado enero, Furgo en Ruta había sumado unos 8.000 suscriptores. En 8 meses, han llegado hasta los 33.000. “Cuesta mucho, pero la gente que te sigue luego es muy fiel. Nos reconocen por la calle, nos contactan. Además, te empiezan a contactar marcas para hacer publicidad pagada, y de ahí generas un dinero extra que viene genial”. “En enero estábamos cobrando unos 30 dólares al mes con YouTube. En agosto hemos cobrado ya 800”. Suben dos vídeos semanales y se mantienen activos en redes con el objetivo de crear una comunidad fuerte. “Si le echas horas, profesionalidad y el contenido que pones es interesante, funciona”, comenta Marta Timbau.

Pero depender de YouTube también puede ser peligroso. "Dependes de tu audiencia. Nosotros estamos contentos, pero YouTube depende de muchos factores. En agosto nuestros seguidores se van de vacaciones, ven menos nuestros vídeos y el dinero que ganamos puede oscilar", comentan los Furgo en Ruta. Por eso, ellos siguen haciendo música y venden sus discos a través de su web.

Los Mundo tienen una estrategia parecida. Un video cada domingo a modo de diario de viaje y, desde los dos últimos meses, otro más los jueves con ‘tips’ para llevar una vida nómada. “Sirve para ayudar a la gente que quiera llevar una vida parecida a la nuestra”. Las visitas a su canal de YouTube les proporcionan una media de 900 € al mes. El resto, unos 800€, corre a cuenta de los vídeos y fotos promocionales que publican en redes como Instagram y el propio YouTube. Es decir, gran parte de sus ingresos se generan gracias a las marcas que contactan con ellos y que les pagan más a medida que su comunidad de seguidores aumenta. “Si antes igual por un minuto cobrábamos 400, ahora son 800 o 900”, termina Marta Bruyel.

“No pillamos ninguna excedencia ni nada, dejamos el trabajo directamente y nos lanzamos”. Marta Timbau trabajaba como cámara en una televisión estatal y Marià Miño era periodista. Tenían un trabajo estable, 3.000 euros al mes entre los dos, una vivienda en alquiler y un mes de vacaciones al año que les empezó a saber a poco en cuanto comenzaron a viajar. Tras unas vacaciones en La India, lo tuvieron claro. Necesitaban encontrar una manera de vivir viajando, adaptar su trabajo o empezar a generar ingresos por otras vías. Emprendieron su ruta en 2012 y, aunque se han ido ganando la vida de distintas formas, ahora han decidido centrarse en YouTube. No son los únicos, cada vez son más los ‘youtubers’ que documentan sus viajes y, administrando correctamente su canal con otros negocios complementarios, han conseguido hacer de esta plataforma una fuente de ingresos considerable.

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