La caravana para el Tesla Cybertruck con la que querrás salir corriendo

El Tesla Cybertruck todavía no ha salido al mercado, pero ya tiene su R2-D2: una caravana diseñada para poder dormir en ella mientras carga tu camioneta, hija secreta de un coche de 'Blade Runner' y un tanque de 'Tron'. Viéndola, dan ganas de comprarse el combo y huir corriendo del mundanal ruido. Carretera y manta.

Llamada P17A, la fabrica la compañía californiana Polydrops, que lleva cuatro años diseñando y vendiendo casas con ruedas para los nómadas que quieren vivir y trabajar en cualquier sitio, un movimiento cada vez más extendido que va a ser aún más importante en el futuro.

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Jesús Díaz

Lo más importante del P17A no es su estilo 'cyberpunk' ni ese confortable interior que da sueño nada más verlo, sino que es un generador eléctrico. Esto es fundamental, porque usar una caravana convencional con un vehículo eléctrico reduce notablemente la distancia de viaje máxima gracias al peso adicional, la reducción de la eficiencia aerodinámica y el consumo extra de energía.

El P17A resuelve este problema con paneles solares de 520 W de potencia y baterías integradas, capaces de almacenar 12 kWh de electricidad con que mantener o ampliar el alcance del vehículo eléctrico. La caravana tiene un aislamiento de poliestireno expandido de 15,2 centímetros y una arquitectura diseñada para mantener una temperatura constante con un mínimo gasto energético, evitando el uso de aire acondicionado en verano o calefacción en invierno.

Según Polydrops, sus pruebas con un Tesla Model 3 les llevaron cómodamente de Los Ángeles a la ciudad de Lone Pine con una sola carga: un viaje de casi 400 kilómetros a una velocidad de casi 100 kilómetros por hora.

La vuelta de los nómadas

La mayoría de españoles, obsesionados con comprar el pisito, creen que las caravanas y autocaravanas son una cutrez de domingueros, turistas franchutes y feriantes. Pero en el resto del mundo, la percepción ha cambiado diametralmente. Sobre todo en los Estados Unidos, donde antes la autocaravana y el tráiler siempre se habían asociado a los quinquis americanos; los 'trailer trash', que llaman allí.

Para muchos, si no tienes una casa, no tienes un hogar, una equivalencia claramente absurda que ignora la historia de la humanidad desde hace más de dos millones de años.

De hecho, como apuntaba recientemente la escritora, humorista y pensadora americana Fran Leibovitz, una de las aberraciones del lenguaje moderno es decir 'personas sin hogar' ('homeless') en vez de 'personas sin casa' ('houseless)'. Leibovitz argumenta que la expresión 'homeless', aparte de hortera, es usada para estigmatizar y deshumanizar a los que no tienen una casa por desgracia o por elección. Como si, por no vivir en un adosado, no tuvieras derecho a hacer un hogar en cualquier parte. Y, si no tienes un hogar, no eres de confianza. Tanto, que no puedes ni abrir una cuenta bancaria.

Afortunadamente, en los últimos años en Estados Unidos, esto ha cambiado. El resurgir de la caravana ya no es solo una opción de vida más, sino una vida envidiable para muchos de los que se quedan en casa. Solo hace falta pasarse por el 'tag' #vanlife (vida de furgoneta) en Instagram o cualquier otra red social para ver los millones de personas que viven confortablemente en ninguna parte y en todas partes, sin tener un apartamento o un adosado. Solo furgonetas, caravanas y autocaravanas tuneadas, diseñadas para trabajar desde cualquier lugar, ser eficientes, confortables y útiles.

Brent Rose, periodista y famoso personaje del nomadismo, explica a Novaceno que el incremento del número de personas que han abrazado este estilo de vida ha sido masivo en los últimos años. Al principio, cuando se lanzó a la carretera en 2015 para escribir su serie 'Connected States', no había tanta gente. Pero en poco tiempo hubo una explosión que sigue en aumento.

Rose me dice que el renacimiento del nomadismo está impulsado por muchos factores, principalmente el incremento del coste de vida en las grandes ciudades y la disponibilidad de internet de alta velocidad en cualquier parte. Esto último es fundamental: muchos de estos nuevos nómadas son personas con profesiones liberales, solteros y parejas que pueden trabajar desde cualquier sitio con su conexión a internet 4G.

La pandemia — que según Rose ha disparado los precios de los alquileres de estos vehículos — no ha hecho más que acelerar este cambio. La gran mayoría de las empresas norteamericanas han adoptado el teletrabajo como algo natural cuando antes era la excepción, lo que ha liberado a millones de empleados para realizar su labor desde cualquier parte. Su impacto ha sido tan enorme que el alquiler de las oficinas en Manhattan y otros centros empresariales de los Estados Unidos se ha desplomado. Las oficinas están vacías y muchas empresas no han renovado o han cancelado sus contratos de alquiler porque no es rentable.

Nómadas por naturaleza

Rose también me comenta que las redes sociales han convertido el nomadismo en algo romántico y envidiable.

Esto quizá se deba a que el ser humano, como apuntaba Carl Sagan en 'Pale Blue Dot', es nómada por naturaleza. Los poco más de 12.000 años que hemos pasado asentados en pueblos y ciudades son solo un pequeño paréntesis en nuestra trayectoria como especie, que fue nómada durante 2,5 millones de años. “A pesar de las ventajas materiales, la vida sedentaria nos ha dejado inquietos e insatisfechos. Incluso después de 400 generaciones en villas y ciudades, no hemos olvidado. El camino abierto nos llama suavemente, como una canción casi olvidada de nuestra infancia”, dice Sagan. “Sospecho que este atractivo ha sido meticulosamente fabricado por la selección natural como un elemento esencial de nuestra supervivencia. Los largos veranos, los inviernos suaves, las ricas cosechas, la caza abundante: nada de eso dura para siempre”.

Según Sagan, el nomadismo es la clave de nuestra supervivencia y la razón por la que el mundo ha evolucionado y la especie ha sobrevivido desde que salimos del corazón de África hasta nuestra expansión por todo el planeta. “Tu propia vida o la de tu tribu, o incluso la de tu especie, puede deberse a unos pocos seres inquietos, atraídos por un deseo que casi no pueden articular o comprender hacia tierras sin descubrir y nuevos mundos”. A veces, esos viajes eran motivados por razones mayores, como el hambre o la persecución racial. Otras, por el mero afán explorador o la ambición de unos pocos. La siguiente frontera del nomadismo está fuera de nuestro propio planeta y, como dice el fabricante del Cybertruck, será clave para la supervivencia de nuestra especie.

Al final, la misma razón que impulsó a los primeros humanos a explorar el mundo y nos impulsará a explorar otros planetas es exactamente la que está impulsando a muchos a romper con las convenciones establecidas y pillar carretera y manta. Por eso miro este P17A y el Cybertruck y me imagino viviendo entre esos paisajes mágicos de Utah que sirven de decorado de las películas de John Ford hasta llegar a Montana. O pasando el año entre Cuenca y Cádiz, que están igual de bien.