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El Mobile más vacío de la historia: por qué celebrarlo era la única opción para salvarlo
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"PARECE EL MONTAJE, NO LA FERIA"

El Mobile más vacío de la historia: por qué celebrarlo era la única opción para salvarlo

A la GSMA, la cancelación de 2020 le pilló a pie cambiado. Sin los ingresos de la anterior edición, no podía enfrentar otro año en blanco. Pero su insistencia no ha sido suficiente como para movilizar a las marcas ni al público

Foto: Uno de los accesos a la Fira. (EFE)
Uno de los accesos a la Fira. (EFE)

El pabellón 3 de la Fira de Gran Vía es algo así como la milla de oro del Mobile World Congress. Allí se colocaban los 'stands' de los pesos pesados que acudían al evento. En unos cientos de metros, se concentraba allí la élite de la telefonía móvil. Por ese espacio pujaban empresas de la talla de Intel, Xiaomi, Samsung, Huawei, LG, Sony, Vodafone, Lenovo, Seat o Qualcomm, por citar algunas. El espacio se aprovecha al máximo y los pasillos se diseñan al milímetro, que es más importante el suelo de exposición que el de tránsito. En una jornada inaugural normal y corriente sería imposible caminar por allí. Pero este lunes ha sido todo diferente. Nada de aglomeraciones. Solo los espacios montados por Telefónica, Orange y un fabricante de telefonía e infraestructura de redes venido a menos como ZTE. El siguiente 'stand' con más quilates era el de una marca italiana de accesorios como fundas y cargadores para el coche. La estampa es desoladora.

Foto: Felipe VI, junto a Pedro Sánchez, Ada Colau y Pere Aragones. Foto: Reuters.

"Parece el montaje y no la feria, no me jodas", espetaba un periodista asiduo a esta cita al ver el panorama. En varios momentos del día era más fácil ver más trabajadores y empleados de las marcas que visitantes. Y eso que el del descorche suele ser la jornada fuerte del programa. "Si el lunes parece un jueves, ya verás el jueves", comentaba el mismo plumillas.

Algo inimaginable antes de la pandemia. Esta imagen es el resumen perfecto de un naufragio anunciado incluso antes de que el barco del MWC 2021 saliese del puerto. John Hoffmann, mandamás de la GSMA (el órgano rector de este evento), se empecinó en hacer algo que nadie se ha atrevido desde que el coronavirus se instaló en el imaginario colectivo: un congreso internacional presencial.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

En enero de este año, los responsables del Consumer Electronic Show (CES) declinaron esta posibilidad. También lo han hecho los organizadores de la IFA de Berlín, el mayor encuentro de tecnología de consumo en Europa, que acostumbra a celebrarse en septiembre. Este año volverá a ser virtual. Entre uno y otro hay un rosario de compañías del tamaño de Google, Apple o Microsoft que han decidido mantener sus presentaciones 'online', ya que han considerado que era demasiado pronto para recuperar eso de los 'eventos' presenciales.

Hace casi cuatro meses saltó la primera señal de alarma de que los planes de Hoffmann de un Mobile 'híbrido' no convencían a las diferentes multinacionales, que con su asistencia dan sentido y contenido a la que hasta 2019 era considerada como la feria más importante de la industria tecnológica solo por detrás de Las Vegas. El 8 de marzo, Ericsson, una de las compañías que más metros cuadrados alquila junto a Huawei, anunciaba que se caía de esta edición. Le siguieron muchas otras. Sony, Nokia, Samsung, Google, Amazon, Qualcomm, Vodafone, AT&T, NTT Docommo...

Un extraño modelo híbrido

La lista engordaba según se aproximaba la fecha. Algunos aseguraban que se unirían a la experiencia virtual o, en todo caso, mandarían algún emisario o representante. Un congreso intangible, por cierto, que tiene en su programa a ponentes como Elon Musk, fundador de Tesla, o Arvind Krishna, CEO de IBM. Pero eso lo puedes ver desde tu casa. "El formato virtual les puede servir a Apple o Google porque pueden hacer ruido, pero aquí queda patente que no vale de mucho", comenta el directivo de una compañía tecnológica clásica en esta cita. "Lo que hacía diferencial a esto es que estábamos todos aquí".

"Es una feria que se aprovecha para comunicar novedades, pero aquí lo que vienes a hacer es contacto con proveedores y socios", añade. "Nos hemos acostumbrado en el año y pico que tenemos a operar de forma remota. Y la forma que aquí se proponía no empuja a participar físicamente teniendo en cuenta que hay empresas que no van a venir o las dificultades de logística. Además, está el tema de las restricciones de viajes. El componente internacional es enorme".

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

La GSMA se escudaba en la idea de que se podía celebrar un evento presencial en junio por su experiencia en el Mobile World Congress de Shanghái, un 'spin off' de esta feria que han sacado de la manga para aprovechar la pujanza del mercado asiático. Consiguieron en febrero de 2021 reunir a más de 20.000 personas físicamente con estrictas medidas de seguridad. "No son las mismas condiciones. Es un evento eminentemente local y la situación allí estaba más controlada que aquí", argumenta una de las fuentes consultadas por Teknautas.

Cuando Hoffmann tomó la decisión de mover la cita en el calendario y posponerla hasta finales de junio hablaba de 50.000 asistentes. En las jornadas previas, la organización ya enfriaba expectativas y las colocaba en torno a 35.000. "Si esto es así todos los días, no llegan a 10.000. Contarán los registrados para las conferencias digitales, pero presenciales ni 10.000", comentan estas mismas voces. Y no será porque Hoffman no ha intentado dar impulso a la asistencia para salvar la cara con diferentes medidas.

¿Por qué no se echó el freno?

Primero puso sobre la mesa entradas a 21 euros para profesionales locales. Un hito para un evento cuyo 'ticket' más asequible en anteriores ediciones costaba 799 euros. El otro fue llevar el 4YFN, un evento de 'startups' y emprendimiento, al corazón del segundo evento más importante del mundo tecnológico a nivel global. Es como si a uno de los grandes festivales internacionales de música se les cae la mayor parte de sus cabezas de cartel y teloneros y acaba reclutando a todos los músicos de bar de la ciudad para tratar de salvar la cita. "Eso te mueve público local. No te mueve público masivamente", remata.

Pero, si tan previsible era el gatillazo, ¿por qué la GSMA no ha echado el freno? "Han tenido que elegir entre dinero e imagen y han optado por dinero", ha dicho un ejecutivo de otra firma tecnológica. El espacio, especialmente en el caso de los contratos más grandes, se reserva cuando termina la edición vigente y se paga poco después. "Ellos tenían que celebrarlo porque la cancelación del pasado les vino encima, les dejó sin margen de actuación. Con esto han ganado oxígeno para preparar el de febrero de 2022", remata. La GSMA ya dejó claro a finales de marzo que no se producirían "devoluciones" de los llamados 'packs de exposición", que habría cierta flexibilidad, pero que no se iba a devolver el dinero. "Si llegan a cancelar, no podían sostener esto y perdían una fuente de ingresos vital para su continuidad en el corto plazo", agregan estas fuentes, pero avisan: "Van a tener que plantear una vuelta muy diferente para la próxima edición si quieren que esto quede en lo anecdótico y no haga daño a la imagen".

placeholder Entrada del MWC. (Reuters)
Entrada del MWC. (Reuters)

Sobre la fecha escogida, todos coinciden en señalar que era "una especie de callejón sin salida". El principio del verano ofrecía "expectativas de algo de normalidad" y otoño era "demasiado tarde". "Sea como sea, son días complicados. Siempre te puedes sacar algo de la manga, pero rompes los plazos a los que estamos habituados. La segunda ventana de lanzamientos empieza en agosto-septiembre".

Otra de las cosas que ha empujado a la celebración es que había interés por parte de las autoridades nacionales, autonómicas y locales porque esto saliese adelante. "Poco a poco vamos cerrando la brecha que se ha abierto como consecuencia de la pandemia", afirmaba la vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño, que se mostraba confiada en que el MWC se quedase en Barcelona más allá de 2024.

"Los discursos del domingo, culminando con el jefe del Estado, el Rey, fueron todos en la misma dirección, la de apoyar la permanencia y la importancia de este evento", ha insistido la responsable de los asuntos económicos del Ejecutivo. Las palabras de Calviño eran el resumen perfecto del sentir del Gobierno: celebrar presencialmente el evento, aunque fuese en estas condiciones, mandaba una señal de estar preparados para recuperar la normalidad. Pero el impacto real en la economía catalana será mucho menor. Según GSMA, se han creado entre 5.000 y 7.000 puestos de trabajo directa e indirectamente por el MWC 2021, menos de la mitad de los 14.000 que supuestamente generó la edición de 2019. Un buen termómetro es la ocupación de los hoteles. Los que están abiertos, según datos de la patronal, han tenido cerca de un 10% de reservas derivadas de esta cita. En el pasado eran la mayoría.

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Foto: EFE.

El Ejecutivo se ha volcado en la cita. El presidente Pedro Sánchez estuvo junto a Felipe VI en la cena de inauguración celebrada el domingo. En ella compartieron mesa con Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, y con Pere Aragonés, presidente de la Generalitat. El político de ERC se ha convertido en el protagonista de una cumbre más política que tecnológica. Aragonés, a pesar de compartir mesa, mantel y paseíllo mañanero con el monarca, ha declinado participar en el saludo protocolario.

Foto: El Rey Felipe VI durante el Mobile World Congress. (EFE)

En el plano empresarial, el verdadero protagonista ha sido Jose María Álvarez-Pallete, gerifalte de Telefónica. El CEO del mayor operador patrio ha pronunciado el discurso de apertura en el que ha pedido llevar la digitalización al siguiente nivel gracias a la "inteligencia artificial". Para ello, ha dicho Álvarez-Pallete, hace falta que la UE apruebe un marco normativo adecuado. "Tenemos que reaccionar para aprovechar la oportunidad. Para lograrlo, Europa necesita un sector de telecomunicaciones sostenible, de lo contrario, nos quedaremos más atrás en la carrera mundial por el liderazgo digital”, ha explicado.

Las novedades han sido más anuncios de reparto que lanzamientos de calado. ZTE puso sobre la mesa una camiseta 5G capaz de medir las constantes vitales desde una 'app' en el móvil. Orange estiró el chicle del 5G con una demostración en la que se podía conducir una embarcación de recreo en Valencia desde Barcelona y Telefónica presentó nuevas soluciones en la nube para empresas junto a IBM. En el Mobile virtual la cosa no mejoró mucho. Samsung, mayor fabricante mundial, anunció una nueva versión de su 'software' para relojes inteligentes. Nada más. El MWC más vacío de la historia lo ha sido en público, pero también en contenido.

El pabellón 3 de la Fira de Gran Vía es algo así como la milla de oro del Mobile World Congress. Allí se colocaban los 'stands' de los pesos pesados que acudían al evento. En unos cientos de metros, se concentraba allí la élite de la telefonía móvil. Por ese espacio pujaban empresas de la talla de Intel, Xiaomi, Samsung, Huawei, LG, Sony, Vodafone, Lenovo, Seat o Qualcomm, por citar algunas. El espacio se aprovecha al máximo y los pasillos se diseñan al milímetro, que es más importante el suelo de exposición que el de tránsito. En una jornada inaugural normal y corriente sería imposible caminar por allí. Pero este lunes ha sido todo diferente. Nada de aglomeraciones. Solo los espacios montados por Telefónica, Orange y un fabricante de telefonía e infraestructura de redes venido a menos como ZTE. El siguiente 'stand' con más quilates era el de una marca italiana de accesorios como fundas y cargadores para el coche. La estampa es desoladora.

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