Es noticia
Pasillos desiertos y sin 'stands': un Mobile bajo mínimos más político que tecnológico
  1. Tecnología
SE ESPERAN 35.000 ASISTENTES

Pasillos desiertos y sin 'stands': un Mobile bajo mínimos más político que tecnológico

El encuentro entre el Rey y el presidente catalán, que ha evitado participar en el saludo protocolario, ha acaparado el foco informativo de un congreso en el que apenas hay un puñado de grandes empresas

Foto: Felipe VI, junto a Pedro Sánchez, Ada Colau y Pere Aragones. Foto: Reuters.
Felipe VI, junto a Pedro Sánchez, Ada Colau y Pere Aragones. Foto: Reuters.

"Espere la cola para que este sitio pueda ser correctamente limpiado e higienizado", se puede leer en inglés en las mesas y las pantallas de la sala de prensa de la Fira de Hospitalet. Pero no hay cola ni se espera que la haya en los próximos tres días. El aspecto de esta zona contrasta con el de otras ediciones. Las filas de cientos de periodistas intentando cazar un sitio se ha cambiado por un silencio sepulcral solo interrumpido por un reducido grupo de personas aporreando el teclado y un hilo musical un tanto desafortunado, que se trata de una pista de sonidos naturales donde se oyen grillos. Esta estampa resume muy bien lo que se espera del Mobile World Congress de Barcelona, que este lunes ha abierto sus puertas dos años y medio después de la última edición, después de que la del 2020 tuviese que ser dramáticamente cancelada por la pandemia.

Foto: El Rey Felipe VI durante el Mobile World Congress. (EFE)

Pero este MWC tiene todas las papeletas para convertirse en algo más político que tecnológico. La noticia más importante que van a escuchar en los próximos cuatro días es que el Rey ha vuelto a Barcelona. Y ya son varios en las últimas semanas, en el marco de una operación de acercamiento con las insittuciones autonómicas. En esta ocasión, el congreso mundial de telefonía móvil ha conseguido incluso juntar en una misma mesa a Felipe VI y Pedro Sánchez junto al presidente de la Generalitat, Pere Aragonés; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El encuentro se ha repetido esta misma mañana, durante el paseillo para conocer las escasas novedades y expositores. Aunque ha participado en dicho itinerario e incluso ha accedido a tomarse una foto de grupo, Aragonés ha vuelto a introducir un pequeño desplante al monarca en su agenda diaria al ausentarse y no participar en el saludo protocolario.

placeholder Pasillos vacíos hoy en la inauguración del Mobile World Congress. (Foto: MMc)
Pasillos vacíos hoy en la inauguración del Mobile World Congress. (Foto: MMc)

El Gobierno reforzará su presencia institucional con la participación de Nadia Calviño, vicepresidenta segunda del Gobierno y responsable de Economía, así con la presencia de cargos intermedios como Carme Artigas, secretaria de estado de Digitalización e Inteligencia Artificial; o Francisco Polo, Alto Comisionado para la España Nación Emprendedora, son otros de los cargos institucionales.

placeholder Jose María Álvarez-Pallete, CEO de Telefónica. Foto: Reuters.
Jose María Álvarez-Pallete, CEO de Telefónica. Foto: Reuters.

En el plano empresarial, Jose María Álvarez-Pallete, CEO de Telefónica, ha acudido al encuentro para pronunciar la conferencia inaugural. Una conferencia en la que ha vuelto a pedir un marco regulatorio a nivel europeo que permita explotar tecnologías como "la inteligencia artificial para impulsar una nueva era de digitalización". La compañía explicó hace unas semanas que asiste al MWC para apoyar una vuelta a la normalidad que ahora parece más cerca que nunca visto el avance de la vacunación. Sin embargo, la vuelta a un Mobile normal parece lejos todavía.

De 110.000 a 35.000 asistentes

Antes de que el covid se colase en nuestras vidas, la cumbre de la Ciudad Condal era considerada la segunda feria tecnológica más importante del mundo, solo por detrás del Consumer Electronic Show de Las Vegas. Esto a día de hoy no se puede cuantificar porque es el único evento de esta naturaleza que se ha atrevido por el momento a recuperar la presencialidad. La GSMA, la organización rectora del MWC, ha hecho lo que declinaron los responsables de encuentros como el mencionado CES, el E3 (la mayor feria de videojuegos del mundo) y empresas como Apple, Google o Microsoft que han decidido mantener, por ahora, la virtualidad de la WWDC y demás citas de desarrolladores.

Arranca el Mobile más descafeinado que se recuerda. (Atlas)

La organización, que habla de formato híbrido, espera 35.000 asistentes desde hoy hasta el jueves. La última edición, la de 2019, batió su récord de presencialidad al contar con 109.000 congresistas. Para lograr esa cifra hicieron lo nunca visto antes: rebajar el coste de los pases para que fuesen precios populares. La GSMA ha puesto a disposición de profesionales locales pases a 21 euros. Antes por el ticket que te daba acceso al recinto había que pagar 799 euros. Si se quería aumentar los privilegios, el precio aumentar exponencialmente hasta alcanzar incluso 3.000 euros.

Las expectativas en torno a este encuentro se han dejado notar en una afluencia realmente baja. No hay apenas aglomeraciones en los accesos, tampoco atascos ni problemas para coger un taxi. Soluciones como puentes y andamios para impedir que miles de peatones estuviesen cruzando la calle que se veían en otras ediciones brillan por su ausencia. El único lugar donde hay algo de afluencia y algo de tiempo de espera es en el 'testódromo' que han montado en el pabellón 1 de la Fira. La organización pide un test de antígenos o PCR realizado en las últimas 48 horas para poder entrar al recinto. No hay acreditaciones físicas ya que se han cambiado por un app y en el interior es obligatorio vestir todo el rato una mascarilla FPP2.

placeholder ZTE ha presentado una camiseta conectada. Foto: Reuters.
ZTE ha presentado una camiseta conectada. Foto: Reuters.

Apenas cinco grandes

Y es que el encuentro ha pasado de ocupar los 240.000 metros cuadrados a una pequeña porción del mismo. Solo hay tres pabellones habilitados (la mitad de uno de ellos ocupado por la zona de pruebas sanitarias) de la decena larga que había en el pasado en funcionamiento. Se nota que es una edición atípica. Hay espacios muy visibles entre 'stand' y 'stand' cuando antes se apuraba al máximo cada centímetro. De las grandes empresas, solo Telefónica, Orange, Cellnex, ZTE, Accenture y Huawei han hecho acto de presencia. Especialmente significativo el caso de la multinacional china. Ha pasado de ser el mayor exhibidor de la feria -el espacio dedicado a su negocio de redes era el más grande que se podía ver, a lo que había que sumar su puesto para su negocio de móviles- a tener un único stand, mucho menor al anterior.

Ni Xiaomi, ni Ericsson, ni Vodafone, ni AT&T, ni Amazon, ni Samsung... son muchos los que han preferido ver desde la barrera el evento y no participar en un experimento, limitándose a tomar parte con una conferencia o presentación 'online'. A pesar de eso no se esperan grandes anuncios, ya que las fechas tampoco son las más propicias para un gremio -el de la tecnología de consumo- que tiene muy medidos sus tiempos. El evento '4YFN' ha sido trasladado desde el recinto de Plaza España y ha pasado de ser un actor de reparto a ser uno de los grandes argumentos de una programación muy venida a menos.

"Espere la cola para que este sitio pueda ser correctamente limpiado e higienizado", se puede leer en inglés en las mesas y las pantallas de la sala de prensa de la Fira de Hospitalet. Pero no hay cola ni se espera que la haya en los próximos tres días. El aspecto de esta zona contrasta con el de otras ediciones. Las filas de cientos de periodistas intentando cazar un sitio se ha cambiado por un silencio sepulcral solo interrumpido por un reducido grupo de personas aporreando el teclado y un hilo musical un tanto desafortunado, que se trata de una pista de sonidos naturales donde se oyen grillos. Esta estampa resume muy bien lo que se espera del Mobile World Congress de Barcelona, que este lunes ha abierto sus puertas dos años y medio después de la última edición, después de que la del 2020 tuviese que ser dramáticamente cancelada por la pandemia.