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Problemas para la desconocida empresa de 'criptos' que financia medio deporte español
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Su 'app' sigue sin estar disponible

Problemas para la desconocida empresa de 'criptos' que financia medio deporte español

Iqoniq, con sede en Mónaco, tiene patrocinios en LaLiga, la Euroliga, la Formula 1 e incluso en 'e-sports', pero su producto no termina de aparecer y las dudas crecen a su alrededor

Foto: Imágenes de la 'app' de Iqoniq. (Foto: Iqoniq)
Imágenes de la 'app' de Iqoniq. (Foto: Iqoniq)

El pasado mes de septiembre el nombre de Iqoniq empezó a aparecer, de la noche a la mañana, en decenas medios y espacios deportivos de primer nivel. En 30 días la empresa consiguió cerrar un maratón de acuerdos de patrocinio en la liga española de fútbol, la inglesa o la italiana. Firmas que se sumaron a algunas en la liga francesa, a la Euroliga de baloncesto, la Formula E, la Formula 1, la NHL, algunos equipos rugby, balonmano, fútbol playa... Un total de más de 50 entidades que fueron estrechando la mano con su CEO desde principios de 2020 hasta finales del año pasado. El logo de esta desconocida plataforma del sector 'cripto' se convertía así en un habitual en camisetas, estadios, cascos de pilotos, redes sociales... Pero tras su ascenso, ahora su viabilidad está en duda y sus acuerdos se tambalean entre quejas, retrasos y guerras sectoriales.

Tras solo unos meses desde que se convirtiera en uno de los grandes mecenas de medio deporte global, al menos por su presencia en todo tipo de competiciones (incluso 'e-sports' o campeonatos de drones), la empresa ya ha tenido que cambiar varias veces su tarjeta de presentación, su 'roadmap' y muchos de sus contenidos. Equipos como el Milan AC, el Zenit de San Petersburgo o el Valencia CF han ido desapareciendo, sigilosamente, de su cartera, y otros admiten problemas, llegando incluso a parar algunas de las acciones acordadas con la marca. El propio fundador ha lanzado diferentes comunicados públicos confirmando que están pasando por baches en el terreno financiero, como otras muchas empresas del sector deportivo, que esperan solucionar lo más rápido posible y achaca todas las turbulencias mediáticas a la inquina de uno de sus competidores. Pero, ¿qué está pasando realmente con Iqoniq? Aquí va su historia.

Foto: Carta de Cristiano Ronaldo, jugador de la Juventus. (Sorare)

La compañía, creada por el empresario Kazim Atilla, nació en 2019 con dos sedes. Una, la principal, en el Principado de Mónaco, Iqoniq Group Sarl, constituida en 2019 con el objetivo del asesoramiento a deportistas y entidades del sector en el ámbito de las redes sociales y "el desarrollo de una red social en forma de sitio web y aplicación móvil vinculada, con un seguimiento de deportistas y personalidades y organizaciones del mundo del deporte y el entretenimiento", sin mencionar nada relacionado con la criptografía. La otra está en Estonia, lugar habitual para el ecosistema Blockchain, y su nombre es IQONIQ FanEcosystem OÜ. Uniendo ambos entornos, la idea de la empresa, y así lo explican en sus documentos, es crear "el primer ecosistema de fanáticos del mundo que proporciona una solución todo en uno para satisfacer las necesidades de fanáticos, clubes, ídolos y marcas".

No es la primera compañía en esta carrera o con una idea similar, el llamado 'fan engadgement' es una de las últimas aplicaciones del entorno 'crypto' que han explotado con la nueva ola alcista de este mercado. En este entorno se ha generado la idea de que los fanáticos de equipos o deportistas necesitan recibir algo a cambio de su apoyo al equipo, pues con los sistemas actuales su apoyo se queda sin recompensa tangible, y que la Blockchain podría ayudar a ofrecer ese 'reconocimiento'. Junto a Iqoniq, en la carrera, están Consensys, TYSA Group, Olyseum (financiado por Andrés Iniesta, Carles Puyol o Iván De la Peña) o Chiliz (que cuenta con el apoyo del Barcelona, Atlético de Madrid o Manchester City). Pero el objetivo de Iqoniq va un paso más allá. Quiere crear una 'app' 'todo en uno'.

Emulando el estilo de Facebook o Instagram busca montar una red social que incluya a las competiciones, a los equipos, a los deportistas y los una con los 'fans', pero también busca que tengan su espacio las marcas, los juegos, la venta de entradas, los sorteos, una especie de televisión con competiciones en directo en vídeo o realidad virtual, NFTs... Todo con su propia Blockchain y con su moneda IQQ, para la que han diseñado incluso tarjetas. Con ellas el fan que gane monedas por el uso de la 'app', o las compre en el mercado, pueda ir al estadio y gastar sus monedas en tiendas o bares que se asocien al equipo y a la plataforma. ¿El problema principal de todo esto? Que, a pesar de que se anunció su lanzamiento para mediados de 2020, su puesta en marcha se ha ido posponiendo y aún nadie ha podido tocar la 'app', ni siquiera una beta en pequeños grupos de elegidos, solo vídeos de presentación en los que alguien del equipo iba mostrando el funcionamiento.

Las dudas sobre el producto y la financiación

Esos problemas con el desarrollo del producto son uno de los puntos que ha generado más fricción alrededor del proyecto. Las comunidades de pequeños inversores que han comprado sus IQQ ya sea en la preventa realizada a finales de 2020 o en los 'exchange' en los que está disponible (ahora mismo está en Bittrex y Bitcoin.com) y que se reúnen públicamente en la red Telegram llenan a diario los chats con mensajes preguntando cuándo estará disponible la 'app' y se podrá usar. Los últimos movimientos de la empresa en este sentido han sido lanzar un nuevo registro para todo el que quiera ser 'tester' de la red y, según ha asegurado su CEO en conversación con Teknautas, esperan poder presentar esa 'beta' a los elegidos y a los socios la próxima semana, con la idea de lanzar el producto listo para la próxima temporada. Eso sí, Atilla asegura que los 'partners' ya lo están probando, algo que ninguna entidad de las que patrocina Iqoniq ha confirmado a El Confidencial.

"De momento ya estamos preparando todo para los socios y los primeros 'fans' que se han apuntado a la 'beta'. Los tenemos que seleccionar, permitir que bajen la 'app', que todo esté ok, y encima sorteamos premios como un viaje al Grand Prix de Mónaco, que es a finales de mayo, o para la Final Four de la Euroliga, que también es para esas fechas. Esto es de los fans y para los fans, pero sabemos que todas las 'apps' como Facebook, Twitter, Instagram... tuvieron fallos cuando salieron, todos los programas los tienen, por eso queremos hacerlo bien, salir cuando este correcto y sobre todo cuando sea útil, porque ahora mismo los estadios están vacíos y la experiencia de los fans, que aquí es lo más importante, no es completa, no pueden aprovechar la 'app' al máximo", explica Atilla.

Fuera de las dudas sobre la propia 'app', otros especialistas como Tulip Research, un grupo de expertos que analiza la actividad que tiene lugar en Blockchain y que han dedicado su último informe a Iqoniq, también destacan otros puntos extraños en el proyecto. Desde la 'app' se asegura que están desarrollando, junto a personalidades punteras del sector como Raj Chodwdhury, presidente de HashCash, una Blockchain privada que funcione de forma más rápida y segura que otras cadenas masivas y ya establecidas como la de Ethereum, pero eso no cuadra con su funcionamiento actual y su objetivo final. "No tiene ningún sentido que quieran crear su Blockchain cuando su 'token' es claramente un 'utility token'. Crear una Blockchain propia supone muchas más complicaciones y no es necesario".

Estas dudas tecnológicas se unen a los problemas de financiación. El propio Atilla no ha querido esconder esta realidad, y lo ha hecho público en comunicados y entrevistas, dejando claro que no es algo que solo le ocurra a su empresa, sino que es algo generalizado con la pandemia y más en el sector deportivo. A día de hoy, y a falta de un servicio operativo, una de sus fuentes son los pequeños inversores que pueden rondar los 5.000, según publican herramientas como Etherscan tirando del número total de 'holders', carteras con algún IQQ y que apoyan la plataforma.

Un número que se mantiene en el tiempo desde su salida a los mercados, en marzo, pese a que el precio de la moneda está en horas bajas (el precio ronda los 0,20 céntimos de euro al cambio, y salió a la venta pública por 0,25, y su volumen solo llega a los 40.000 dólares). Según publicaba el periódico 'Expansión' en octubre, en ese momento habían levantado cerca de un millón de euros con los 'tokens', ahora, según Tulip Research, rastreando las billeteras principales de la empresa se puede ver que ese montante llega a los 16 millones, pero no parece suficiente.

"¿En qué se diferencia esto de lo que está sucediendo en el mercado con miles de otras empresas pequeñas?", dice Atilla

Ahí viene otra de las grandes preguntas alrededor de esta compañía que ha conseguido conquistar el mundo del deporte. Justo el verano de 2020, antes de desembarcar en nuestra liga y en otras competiciones europeas, la compañía anunció una ronda de financiación firmada con el fondo de inversión luxemburgués y canadiense Lux Media Investments, pertenenciente a Lux Media Capital, de 100 millones de euros. La única ronda de inversión en la que han participado las dos partes públicamente, según Crunchbase. ¿Qué pasó con ese acuerdo?

"Lo admitimos, tuvimos algunos contratiempos aquí y allá. Debido al covid-19, algunos de nuestros grandes inversores, que debían llegar a finales de marzo de 2020, tuvieron que retirar sus compromisos de inversión durante el primer confinamiento. Otro grupo de inversión había firmado un compromiso firme a finales de julio de 2020 con una fecha de cierre para septiembre de 2020, pero condicionada a que volvieran a la normalidad los deportes y el entretenimiento. Lamentablemente, este no fue el caso y pusieron su inversión en espera hasta que haya más claridad con respecto a la pandemia actual y su impacto global. ¿En qué se diferencia esto de lo que está sucediendo en el mercado con miles de otras empresas pequeñas, medianas e incluso grandes de Fortune 500?", explica Atilla.

placeholder A la izquierda, Kazim Atilla, CEO de Iqoniq, tras firmar su acuerdo. (Foto: Valencia CF)
A la izquierda, Kazim Atilla, CEO de Iqoniq, tras firmar su acuerdo. (Foto: Valencia CF)

Tras dejar claro los problemas de su empresa, Atilla asegura que están buscando fondos adicionales en bancos y otro tipo de inversores, que están recibiendo un retorno positivo y no descarta una futura ronda de inversión, aunque de momento no hay más información al respecto. Desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto con Lux Media Investments para conocer su versión, pero no hemos recibido respuesta al cierre de este artículo.

Polémicas con clubes y ligas

Todo este vaivén de informaciones, dudas, cambios de parecer y retrasos ha hecho que las dudas lleguen a clubes y ligas. No solo en España, sino que en Francia también se dudó de los acuerdos. Incluso el medio 'Capital' llegó a hablar de que Iqoniq podía estar saltándose las normas al patrocinar en un club como el Olympique de Marsella usando esta plataforma para patrocinar una ICO (oferta inicial de criptomonedas). Algo que no está permitido según las normas del país vecino (aquí aún no hay normativa al respecto). La empresa se defiende asegurando que su negocio no son las criptomonedas, que sus IQQ son 'utility tokens' para comerciar dentro de la aplicación, por lo que no estaban anunciando o promocionando una ICO, sino que su aparición responde a un acuerdo de colaboración entre el club y la red social.

En España, son dos los clubes que firmaron con la compañía. La Real Sociedad, el principal, con un acuerdo que asciende a algo más de un millón de euros, como ha podido saber este digital, y el Valencia, del cual no ha trascendido el montante. Además, también son 'partners' de LaLiga como entidad, y su nombre aparece tanto en la web como algunas publicaciones en redes sociales.

placeholder Un jugador de la Real Sociedad con la camiseta y el patrocinio de Iqoniq. (Foto: EFE)
Un jugador de la Real Sociedad con la camiseta y el patrocinio de Iqoniq. (Foto: EFE)

Desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto con todos los implicados. El Valencia rompió el acuerdo en febrero (Iqoniq ya no consta como partner oficial en su página web) por discrepancias en lo pactado. Fuentes del club explican que "algo no iba bien" al ser cuestionados por los motivos de dicha ruptura. Respecto a la Real Sociedad (Iqoniq es el principal patrocinador de su camiseta), este medio ha podido confirmar que también existieron demoras en los pagos acordados.

Esto ha motivado la reducción de algunas de las acciones en redes sociales del equipo de San Sebastián con la empresa tecnológica, pero la relación contractual sigue vigente. El campeón de la Copa del Rey 2019/20 prefiere no hacer declaraciones al respecto. La Euroliga confirma que mantienen el acuerdo con su patrocinador y que, de momento, no se tiene pensado cambiar nada, mientras que LaLiga guarda silencio.

Otras fuentes del sector hablan también de problemas con otros clubes como el Crystal Palace, que han sacado la publicidad de Iqoniq de su camiseta y llevan semanas sin poner el nombre de en las redes sociales. Un caso similar es el del AS Roma, que sí mantiene muchas de las publicidades pero no hay ni rastro en sus redes, pero ninguno de estos equipos ha confirmado las razones de haber cambiado esta forma de actuar a este periódico. Ante todo esto, Atilla asegura que están trabajando con otros inversores y buscando formas para ir pagando lo correspondiente, incluso perdiendo dinero personal. Y vuelve a señalar a una figura a la que achaca la gran mayoría de las polémicas generadas en torno a su compañía: Alexandre Dreyfus.

Una guerra sectorial y pasados llamativos

Esta guerra con su competidor, dueño de la plataforma Chiliz, que cuenta con equipos asociados como el Barcelona, el Manchester City o el Atlético de Madrid (aunque se le ha resistido el Real Madrid cuando, según distintos medios y la propia empresa, el acuerdo estaba a punto de firmarse), ha llegado a tal punto que Atilla ha anunciado que pondrá el caso en los tribunales.

El CEO de Iqoniq señala a Dreyfus como un mal competidor y alguien que lleva un año intentando "destrozar" su proyecto, llegando a sugerir que es él quien está vertiendo todas las sospechas sobre sus problemas a medios y clientes. Asegura que se ha colado en sus comunidades, que ha hablado con cada uno de sus socios para decirles que rompieran con ellos y que cada paso que dan es seguido al instante por este empresario que vive en Malta. "No entiendo por qué está haciendo esto, pero lleva un año así", asegura Atilla.

Lo cierto es que Dreyfus ha lanzado graves acusaciones contra Iqoniq asegurando incluso que son "un esquema piramidal". Una batalla sin cuartel a la que se une que ambos empresarios han tenido un pasado algo llamativo. Atilla fue señalado en 2014 por la SEC de Estados Unidos por estar implicado en un sistema piramidal y más recientemente cerró una compañía, Infinagora, en Países Bajos, a los dos meses de haberla abierto y después de un gran despliegue de 'marketing' digital. Los dos, además, aparecen mencionados en los Panama Papers, en el caso de Atilla por su compañía Infinite Invest Ltd, y Dreyfus en hasta cinco empresas también radicadas en Malta, lugar en el que, según explica el empresario a este periódico, reside desde hace 15 años y tiene toda su vida allí. Atilla tiene su residencia actual en Mónaco.

Ahora, sus caminos también se cruzan por el pastel del deporte en Blockchain, sus fans luchan en las redes y, según Atilla, los CEOs se verán en los tribunales.

El pasado mes de septiembre el nombre de Iqoniq empezó a aparecer, de la noche a la mañana, en decenas medios y espacios deportivos de primer nivel. En 30 días la empresa consiguió cerrar un maratón de acuerdos de patrocinio en la liga española de fútbol, la inglesa o la italiana. Firmas que se sumaron a algunas en la liga francesa, a la Euroliga de baloncesto, la Formula E, la Formula 1, la NHL, algunos equipos rugby, balonmano, fútbol playa... Un total de más de 50 entidades que fueron estrechando la mano con su CEO desde principios de 2020 hasta finales del año pasado. El logo de esta desconocida plataforma del sector 'cripto' se convertía así en un habitual en camisetas, estadios, cascos de pilotos, redes sociales... Pero tras su ascenso, ahora su viabilidad está en duda y sus acuerdos se tambalean entre quejas, retrasos y guerras sectoriales.

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