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Una semana con la 'app' alemana del covid: así funciona el rastreo que no tiene España
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PRUEBA SOBRE EL TERRENO

Una semana con la 'app' alemana del covid: así funciona el rastreo que no tiene España

Berlín tardó en presentar su aplicación voluntaria para el covid-19, pero el resultado ha silenciado a los que temían por su privacidad y sus datos. Probamos la 'app' gratuita

Foto: Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

La decisión sobre si instalar o no la 'app' de rastreo de Alemania la tomaron otros por mí. En concreto, los desarrolladores de la compañía de software SAP y de Deutsche Telekom que crearon la Corona-Warn-App, el flamante instrumento tecnológico de las autoridades sanitarias para intentar romper la cadena de contagios del covid-19. Yo —esa es su decisión— no puedo usar la 'app' porque mi teléfono es muy viejo. Un iPhone 6, casi cinco años de edad. Yo creía que aún cumplía su cometido de forma aceptable, pero para el Instituto Robert Koch, la entidad pública a cargo de la lucha contra la pandemia y propietaria de la nueva 'app', es un modelo ya anticuado por no contar con la última tecnología Bluetooth.

Foto: Soldados del ejército suizo prueban la 'app' de rastreo durante el piloto de ese país el pasado abril. (Reuters)

Es una de las pocas críticas oídas en los últimos días: que la aplicación de rastreo no funciona en los smartphones de Apple que no tengan instalada la más reciente versión de su sistema operativo, el iOS 13.5, ni en aparatos que no operen como mínimo con la versión 6 en el caso de Android. La agravante parece ser que muchas de las personas que aún usan teléfonos viejos pertenecen justamente a grupos de riesgos. Andreas Nöthen, periodista amigo de Fráncfort, me confirma algo que podría replicarse en muchos otros casos: él ya tiene la 'app', pero sus padres no pudieron instalarla. Por sus móviles viejos.

La 'app' está disponible para teléfonos con iOS 13.5 o que funcionen con Android 6 o un modelo superior

Mientras decido si adelanto mis planes de adquirir un nuevo 'smartphone', instalamos la aplicación en el teléfono de mi novia el mismo día de su estreno, el martes 16 de junio. El nombre aparece en primer lugar en el App Store cuando uno inicia la búsqueda. La descarga gratuita es bastante rápida, ya que el programa solo pesa 17,6 megabytes. Cumple con la promesa de anonimidad y no pide ningún dato personal, ni nombre, sexo, edad o dirección. Solo hay que permitir que la aplicación use Bluetooth, tras dar el consentimiento a la opción "evaluar el riesgo", que mide la exposición del usuario a un posible contagio.

'Tracking' sin revelar datos

El sistema funciona de la siguiente manera, según el Robert Koch: la 'app' mide vía Bluetooth la distancia entre dos personas que tengan instalado el programa y que hayan activado la función 'Evaluación de riesgo'. Para ello, los teléfonos intercambian identificadores (ID) generados de forma aleatoria por un encriptador, renovado a su vez una vez al día. Los 'smartphones' guardan los datos de esos "encuentros" entre un aparato y otro durante dos semanas, el tiempo estimado para que se manifieste una infección. La 'app' germana funciona de forma descentralizada, por eso las informaciones no van a un servidor central, sino que se quedan en cada teléfono.

placeholder Anuncio de la aplicación en un banderín en el estadio del Bayern. (EFE)
Anuncio de la aplicación en un banderín en el estadio del Bayern. (EFE)

Además es necesario que cada persona contagiada reporte voluntariamente su caso para que el rastreo funcione. Solo entonces los datos van a parar al servidor de la 'app', que envía una alerta a los teléfonos de personas que pudieran haberse contagiado por haber tenido algún contacto con el enfermo. El sistema garantiza, en teoría, que ningún usuario sepa quién es la persona infectada y que el contagiado tampoco pueda saber qué personas reciben la notificación.

Adicionalmente al recuadro para notificar la evaluación de riesgo en tres categorías ('riesgo desconocido', 'riesgo bajo' y 'riesgo alto'), la pantalla tiene un botón celeste que permite reportar un contagio en varios pasos. Para evitar guasas, 'falsos positivos' y una avalancha inútil de datos, es necesario introducir un código de barras o un número TAN que uno recibe de Sanidad tras dar positivo en un test de coronavirus.

Visto bueno de los 'hackers' y de los Verdes

Pese a las reticencias previas por el posible uso indebido de los datos —pocos ciudadanos tan recelosos de su privacidad virtual como los alemanes— y al retraso en una puesta en largo anunciada inicialmente para abril, la 'app' parece haber convencido a la gran mayoría de críticos. En su primera semana de vida, recibió incluso el visto bueno de los 'hackers' del Chaos Computer Club, algo que, en circunstancias menos crispadas, podría ser el equivalente a Monedero dando su beneplácito a un plan de Inditex.

Le pregunté a Cem Özdemir, una de las caras más conocidas de los Verdes, qué piensa del resultado, dada la tradicional desconfianza de su partido con iniciativas que puedan acopiar datos de los ciudadanos. "La 'app' alemana tiene muchas ventajas", asegura Özdemir, que elogia el giro de las autoridades para que la gestión de los datos se haga de forma descentralizada. "Esa era una de las críticas al Gobierno, que lo tenía planeado de otra manera inicialmente. Las asociaciones de defensa del consumidor y de protección de datos están satisfechos. Hasta los críticos más duros están satisfechos", resume.

placeholder Juergen Mueller, jefe tecnológico de SAP, una de las empresas que han creado la 'app' alemana, posa el día del lanzamiento del sistema, el 16 de junio. (Reuters)
Juergen Mueller, jefe tecnológico de SAP, una de las empresas que han creado la 'app' alemana, posa el día del lanzamiento del sistema, el 16 de junio. (Reuters)

En la práctica, el rastreo funciona de forma poco espectacular hasta ahora. El primer día, la aplicación nos cuenta que el "riesgo es desconocido" porque, claro, aún no ha habido encuentros con otros usuarios que le permitan hacer una estimación. Mi novia hizo luego una corta excursión con una amiga a Schlepkow, un pueblo en el vecino 'Land' de Brandeburgo. Cuando iba en el tren, el móvil le avisó que posiblemente no podría notificarle de riesgos "en esa región", como si estuviera en el extranjero y no a unos 120 kilómetros de Berlín en suelo alemán. Primero pensamos que se trataba de un fallo relacionado con la miserable cobertura telefónica que puede haber en muchos rincones de la moderna Alemania. Pero la explicación, según medios locales, es que es un problema de configuración de Apple que la compañía con el logo de la manzana debe solucionar pronto.

Sin alertas inmediatas

Más adelante la pantalla del teléfono pasó a comunicar que existe un "bajo riesgo", un estado sobre un tranquilizador fondo verde que debe ser el que ve la gran mayoría de usuarios en estos primeros siete días. La notificación no cambia si nos metemos en la famosa línea U8 del metro, que cruza Berlín de norte a sur y viceversa, y que suele ser una de las más transitadas del transporte público. Tampoco recibimos alertas en plazas públicas como la Hermannplatz, enclavada en un barrio que tiene en estos días primaverales un trajín casi comparable al de la madrileña calle Preciados en los tiempos precovid.

Eso podría deberse a que simplemente no hay contagios o a que nadie instaló la 'app' —ambos escenarios plausibles—, pero el motivo de fondo es mucho más básico: el sistema no envía alertas inmediatas si uno, por ejemplo, está reunido sin saberlo con una persona asintomática, porque eso implicaría que esa persona dejaría de ser anónima y se le podría colgar el sambenito de ser portadora del virus.

Hasta ahora no he oído de nadie que haya recibido la alerta roja de 'riesgo alto' por haber estado en contacto con una persona contagiada en los 14 días previos. Tras la primera semana, unos 12,6 millones de personas han descargado el programa en Alemania. A mi pregunta sobre la cantidad de alertas ya emitidas, el Robert Koch responde que publicarán las cifras solo más adelante, ya que la aplicación no lleva aún dos semanas 'online' y por lo tanto no se pueden enviar alertas a todas las personas pertinentes (si una persona se contagió el primer día, no hay datos sobre sus contactos previos). "En este momento no se pueden sacar todavía conclusiones claras", señala el instituto.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

¿Sirve entonces la 'app' de rastreo alemana para algo? ¿O es un instrumento descafeinado por los esfuerzos para satisfacer los reparos de aquellos que temen por sus datos? Felix Machleidt es médico internista en la UCI de covid-19 de la Charité en Berlín, uno de los hospitales de referencia en la lucha contra la pandemia en Alemania, y cree que la tecnología va a ser muy útil. "Creo que es algo valioso", dice. "Pero es importante ver la 'app' como complemento a las reglas de mantener la distancia social, de usar mascarillas y de normas de higiene como lavarse las manos. No las sustituye", subraya.

Valiosa para combatir rebrotes

"Es un instrumento para reducir el peligro de una propagación del virus ahora que se están relajando las restricciones", dice Machleidt, gran defensor de la aplicación, como todos los colegas con los que trata. El director de la Charité comunicó el primer día que se había descargado la aplicación, para predicar con el ejemplo, y Machleidt no se ha topado hasta ahora con ningún facultativo escéptico. En las reuniones de la mañana sus colegas y él suelen preguntarse ahora mutuamente si alguno sabe de alguna alerta roja.

Machleidt cree que la 'app' podría demostrar su eficacia en la respuesta sanitaria a la temida segunda ola de contagios de otoño, por ejemplo cuando sea necesario ubicar rápidamente a los potenciales contagiados para romper las cadenas infecciosas: "Ahora mismo la situación en Alemania es que el virus se está propagando en clústeres, por ejemplo en algunos mataderos, en residencias de ancianos, en edificios de viviendas o en iglesias. Son brotes puntuales en los que una persona contagia a muchas otras", dice y recuerda cómo intentan las delegaciones de Sanidad hasta ahora dar con los contagiados: llamando por teléfono. "La 'app' podría ser una herramienta fantástica para sustituir ese rastreo manual por uno digital que sea mucho más veloz".

La condición para que el rastreo tecnológico funcione es que muchas personas decidan usar la aplicación. Mientras más, mejor, es el principio de funcionamiento. Según el diario 'Handelsblatt', unos 50 millones de los 83 millones de habitantes de Alemania tendrían un móvil apto para descargar la Corona-Warn-App. A partir del 1 de julio, entra en vigor una rebaja temporal del IVA, por lo demás, como parte del paquete de estímulo económico del Gobierno de Angela Merkel. Quizá un buen momento para sustituir mi viejo iPhone 6 y pasar a ser parte de la estadística de usuarios de la 'app' para el covid-19 en Alemania.

La decisión sobre si instalar o no la 'app' de rastreo de Alemania la tomaron otros por mí. En concreto, los desarrolladores de la compañía de software SAP y de Deutsche Telekom que crearon la Corona-Warn-App, el flamante instrumento tecnológico de las autoridades sanitarias para intentar romper la cadena de contagios del covid-19. Yo —esa es su decisión— no puedo usar la 'app' porque mi teléfono es muy viejo. Un iPhone 6, casi cinco años de edad. Yo creía que aún cumplía su cometido de forma aceptable, pero para el Instituto Robert Koch, la entidad pública a cargo de la lucha contra la pandemia y propietaria de la nueva 'app', es un modelo ya anticuado por no contar con la última tecnología Bluetooth.

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