Un mes con el Mac Mini, el más desconocido y barato de Apple: no te líes con el precio

La manzana tiene dos cajas sorpresa. Dos que cuando la mayoría (la gente corriente, no los afiliados a la parroquia de Cupertino) las ve, se suele sorprender al distinguir ese inconfundible logo impreso en la parte superior y tienden a preguntar: ¿esto qué es? Una de ellas es el Apple TV, un producto casi tan antiguo como el iPhone (solo tres meses separan a las respectivas primeras generaciones). La otra es el Mac Mini.Solo por el nombre se puede deducir lo que tenemos entre manos: un ordenador. Pequeño. Compacto. Hay que añadirle una pantalla, un teclado y ratón. Es el más desconocido del catálogo de los californianos, pero también el más barato. Sigue siendo la puerta de entrada de su catálogo. Se renovó el pasado otoño, después de varias temporadas sin hacerlo.

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El común de los mortales tiende a plantearse la informática únicamente en dos polos: sobremesa o portátil. Blanco o negro. En el universo de la manzana, eso se traduce en dos opciones: los iMac 'todo en uno' o los MacBook. Una curiosa pinza comercial que, sin llegar a suponer una condena al ostracismo, sí que le ha deparado un papel de segunda o tercera fila. En esta nueva versión del Mac Mini, la manzana ha vuelto a demostrar que el diseño lo tiene dominado desde hace tiempo en un equipo que, por desconocimiento, puede generar muchas preguntas. También vuelve a exponerse a pecho descubierto con el coste, el argumento que suelen utilizar sus detractores para atizarles. Ha subido bastante desde la anterior generación, pero que no te conduzca a engaño: puede acabar siendo una cortina de humo que te lleve a error.

Hemos pasado un mes largo trabajando en Teknautas con este Mac Mini, y aquí va lo mejor y lo peor de nuestra experiencia.

Un ordenador 'cuqui'

El Mac Mini es un ordenador 'cuqui'. Es un pequeño cubo, una cajita que colocar en un discreto rincón de un escritorio. Incluso, si tienes pantalla y teclado en casa y en la oficina, es cómodo de llevar en la mochila para seguir trabajando en casa. Pesa 1,3 kilos, lo mismo que muchos portátiles. Es un cuadrado perfecto, salvo las puntas redondeadas: 19,7 cm de largo por 3,6 cm de ancho. Salvo el logotipo acabado en plástico brillante en la parte superior y un pequeñísimo led en la parte frontal, no hay nada más a la vista (viéndolo de frente) que su armazón metálico.

El Mac Mini es moderno para los tiempos que corren. Minimalista. Sencillo. Sin estridencias. Cumple al dedillo los cánones de Cupertino. Pues bien, esto viene a refrendar que en lo del diseño Apple ha estado adelantado a su tiempo, porque este diseño es prácticamente el mismo que el de 2014. El único cambio significativo es opcional: un acabado gris oscuro, que ya ha puesto en otros equipos y que le sienta muy bien. El aluminio es cien por cien reciclado y las partes plásticas (la parte inferior y trasera principalmente) están hechas al 60% de materiales de segunda mano.

Este Mac Mini necesita apéndices. No es un portátil. Necesita ratón y teclado, pero también pantalla. Puedes conectarle hasta tres monitores. Puedes hacer un triplete 4K o tirarte un órdago y conectarle un 5K. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de confeccionar el presupuesto. Pero desde el punto de vista técnico, no tendrás problemas. El Mac Mini va sobrado de puertos. Tiene los suficientes como para no necesitar un adaptador ni un 'dongle' en tu día a día. Cuenta con las siguientes conexiones:

• Cuatro puertos USB Tipo C (Thunderbolt 3).
• Dos USB tipo A.
• Un HDMI 2.0
• Gigabit Ethernet.
• Jack para auriculares 3,5 mm.

Absolutamente todos están colocados en la parte posterior. Como decimos, ninguno queda a la vista. Yo lo he tenido en el escritorio y sobre la cajonera del trabajo y no he tenido ningún problema. Es fácil moverlo por su tamaño si ves que algún cable es demasiado corto. No es lo mismo que tener que recolocar una torre. Sin embargo, puede ser un contratiempo para aquellos que han diseñado en su cabeza un espacio de trabajo completamente limpio, donde el Mac Mini quede oculto a la vista. Y no tanto por el acceso a los puertos sino por el botón de encendido, también colocado en esa zona.

Rendimiento: esa es la cuestión

El Mac Mini se instala en una peculiar paradoja. Es un equipo complejo de asignar a un público concreto. Tiene configuraciones para casi todos los perfiles, pero a la vez hay detalles que pueden dar pie a pensar que no es para todo el mundo. Eso sí, es ultrapersonalizable. Eso hace que su carta de servicios tenga un menú básico que parte de 899 euros, pero si le añades todos los extras, la cuenta puede salir por casi 5.600 euros. Eso es lo que se pagaría por el modelo con un procesador i7, 64 GB de RAM, 2 TB de almacenamiento, Final Cut Pro X...

El Mac Mini ha pasado de un precio de salida de 499 euros a prácticamente el doble, 899 euros. Esto es como echar gasolina al fuego de los 'haters', que se suelen agarrar al asunto del precio con cierta frecuencia. Además, ha pasado de moverse al ritmo de un i5 de la época a un i3 de sexta generación en la versión de salida. Si uno se ciñe a los argumentos sobre el papel, atizará sin piedad a esta nueva generación. Las dudas son razonables hasta que lo pruebas. Si eres un usuario de los que hacen lo normal con su ordenador, la versión de entrada es más que suficiente.

Configuraciones del Mac Mini

Mac Mini básico:
Core i3 de cuatro núcleos a 3,6 GHz, 128GB, 8GB de RAM
Precio base: 899, 00 euros. 

Mac Mini superior: 
Core i5 de 6 núcleos a 3,0 GHz con 4,1 GHz turbo boost, 128GB, 8GB de RAM
Precio base: 1249,00 euros.

Configuraciones a la carta: 
SSD: 256GB (+240€), 512 GB (+480€), 1TB (+960€), 2TB (+1680€)
RAM: 16 GB ( +240€), 32 GB (+720€), 64GB (+1200€) 
Ethernet: 10 Gigabit Ethernet (+120€)
Software preinstalado: Final Cut Pro X (+329,99€), Logic Pro (+229,99€)
Otras opciones: Intel i7 con turbo bost. 

En esta versión básica, no he notado el más mínimo problema en tareas diarias. El modelo de entrada se ha manejado también a la perfección en la prueba de tener dos pantallas conectadas. Es decir, escribir, tablas de cálculo, ver vídeos y juegos ocasionales no le han supuesto fatiga ninguna. No soy una persona que edite a menudo vídeo. Lo hago más recurrentemente con las fotos.

Y no he sentido que el equipo se fatigase. Entre otras cosas, porque viene con un procesador Intel de cuatro núcleos frente al 'dual-core' del de 2014. Es un buen 'runner'. No por velocidad punta, sino por ritmo medio. Es de esos que echan a correr y aguantan sus 15 kilómetros a un buen trote. De los que no hacen nunca un tiempazo pero solo bajan el pistón cuando tienen una pendiente infernal en su camino. Las cuestas para este equipo son archivos grandes en Ilustrator, Photoshop a nivel 'hardcore' o la edición de vídeo en 4K. Cuando he hecho estos pinitos, sí he notado algo de sobrecalentamiento de la máquina. Eso sí, ruido, el mínimo. El Mac Mini es un aparato silencioso a más no poder.

Obviamente, si vas a someter a esta máquina a dichas tareas con mayor frecuencia, lo mejor es que te vayas al modelo superior. Que ya supone 250 euros más. A partir de ahí, puedes escalar el Mac Mini mucho más. Desde memoria RAM hasta almacenamiento. Eso sí, los extras se cobran a precio de Apple. Si te sales del menú, el plato no es barato. Como vemos en la tabla, son algo desmesurados. Tienes que tener muy claras tus necesidades. Para casos muy concretos, se podrían apilar modularmente varios de estos equipos para crear una infraestructura mayor. Uno de ellos ejercería de Mac Mini 'alpha' y serviría para repartir juego entre los otros, asignando procesos.

Si no tienes problema en manejarte con 128GB de memoria, invierte en mejorar el motor

Si crees que de memoria vas bien o no te importa manejarte con un disco duro externo, quizá sea más recomendable optar por mejorar el motor. Es decir, un i5 o, en el mejor de los casos, un i7. Eso sería tener más kilometraje, más garantía de que en el futuro vaya lubricado. Más que nada porque tanto el i5 como el i7 —de octava generación— vienen con una tecnología conocida como Turbo Bost. Esto lo que hace es servir un petardazo cuando más justo vaya.

Repito que para mi trabajo diario no he tenido problemas con el i3. Sin embargo, si la tarjeta gráfica, bien porque le das fuerte al 'gaming' o porque vas a trabajar con vídeo en altísima calidad, es importante para ti, la Intel UHD 630 que viene integrada por defecto te sabrá a poco. Creadores audiovisuales que quieran montar con efectos y otros elementos necesitarán una eGPU (unidad externa de procesamiento gráfica), lo que puede encarecer el producto unos 300 euros. Ese es el único lunar. Importante si te haces con uno de estos la compatibilidad con Thunderbolt 3, para asegurar una mejor experiencia.

¿Me conviene el Mac Mini? El común de los usuarios es probable que eche los ojos más hacia un MacBook. Hacia un portátil. Más que nada porque es un producto más cercano y conocido y quita preocupaciones en lo que se refiere a hacerse con ratón, teclado y pantalla. Si eres de los que tienen un buen monitor y no tienes la necesidad de andar moviendo el equipo de casa a la oficina y viceversa, el Mac Mini puede ser buena opción. Incluso si buscas un sobremesa puedes encontrar una buena pantalla a un precio asequible y así hacer un tándem interesante y no muy caro con el modelo básico. El Mac Mini ha cambiado en cuatro años, aunque su aspecto físico sea prácticamente el mismo. Si te gustaba el anterior, este te gustará. Es más potente, sí, pero su precio ya no es tan bajo como antaño y eso hace que las dudas surjan.