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15 días con el Samsung Galaxy S10 Plus: solo tendrás un motivo para seguir con tu iPhone
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Y no, el motivo no es el precio

15 días con el Samsung Galaxy S10 Plus: solo tendrás un motivo para seguir con tu iPhone

Los asiáticos presentan un claro candidato a mejor Android del año gracias a su pantalla, diseño y rendimiento. Si no fuese por iOS, podría hacer dudar a muchos. Vemos lo mejor y lo mejorable

Foto: El Galaxy S10 Plus. (C. Castellón)
El Galaxy S10 Plus. (C. Castellón)

Samsung lleva varios años aferrado al primer puesto del mundial de constructores móviles. Es la marca que más 'smartphones' coloca temporada tras temporada. Y sigue manteniendo ese cetro pese a la creciente presión que le llega por la horda de fabricantes chinos, que ya la plantean pulsos a todos los niveles, es decir, en los terminales baratos y en los que no lo son tanto. En los de mil euros, también. A pesar de este dominio estadístico, su victoria nunca ha sido completa. No ha llegado a cumplir ese oscuro sueño de eclipsar al iPhone como móvil de referencia. Si esto fuese un concurso de popularidad, el teléfono de Apple sería como ese 'quarterback' del instituto y el de los asiáticos como ese mozo que cumple en los estudios, es buen deportista... pero que al final siempre le faltaba algo para ser el que partía la pana entre la 'chavalada'.

Foto: Huawei Mate X. (Reuters))

He pasado dos semanas con el Galaxy S10 Plus, el último candidato a lograr este 'sorpasso'. En realidad, es el cabeza de una lista que engrosan el Galaxy S10 'a secas' y el Galaxy S10e. Para aclararnos, el Plus sería a la estrategia de la marca el equivalente al iPhone Xs Max (mi terminal principal los últimos meses) y el S10e el equivalente al Xr. Pero esto de los móviles 'top' dejó de ser cosa de dos hace tiempo. Por eso esta gama también es un intento de marcar el paso de Huawei, que le viene buscando las cosquillas últimamente en el universo Android. Sea como sea, después de este tiempo, tengo la sensación de que Samsung consigue reducir los 'Yaaaa, pero el iPhone' como nunca antes había hecho. Sin embargo, hay un argumento que todavía no ha conseguido vencer y que a día de hoy es un punto insalvable para su parroquia: iOS. Fuera de ahí son elecciones meramente subjetivos.

placeholder Samsung Galaxy S10 Plus. (C. Castellón)
Samsung Galaxy S10 Plus. (C. Castellón)

Vaya por delante una cosa. Lo suelo repetir con cierta recurrencia. Si eres de los que pone el grito en el cielo porque alguien invierta cuatro cifras en un 'smartphone', esta review no es para ti. Hablemos del aspecto de este Samsung Galaxy S10 Plus. Mantiene la identidad pero introduce algunos cambios que remarquen físicamente el cambio de generación. Desaparece el lector de huellas de la espalda -presidida por el rectángulo que contiene el triple sensor fotográfico- para camuflarse bajo la pantalla y la cámara delantera (doble) es ahora un agujero en el panel, que ahora luce aún con menos marcos. Por lo demás, cristal templado, aluminio para los bordes y curvas en la frontal. En este caso son 6,4 pulgadas de pantalla. Es grande, difícil de manejar solo con una mano. Pero se siente súper ligero con sus 175 gramos (la que tiene el acabado cerámico es ligeramente más pesada).

Las lealtades del S10

Quizás lo más destacable del diseño es la fidelidad de Samsung a principios puestos en duda por otras marcas. El primero, el 'jack' para auriculares. Se agradece. Y se demuestra que quitarlo no es esencial para reducir bordes. El otro, la bandeja de dual sim y microSD (hay que elegir entre una opción u otra). Hay teléfonos -el iPhone, OnePlus o el Mi9 de Xiaomi- que no permiten ampliar la memoria, además de que sus versiones básicas ofrecen la mitad de almacenamiento. Aquí se parte de 128 GB. La carta de servicios se completa con puerto USB tipo C, altavoces estéreo (firmados por AKG, con un buen sonido y compatible con Dolby Atmos) y resistencia IP68 a líquidos y polvo. Cuesta imaginar, más allá de lo plegable, donde se puede reinventar este diseño. Es difícil pedirle más. Quizás la próxima gran revolución: una capa que consiga que mis dedazos no se queden marcados.

El conector para auriculares y la ampliación por microSD son puntos esenciales aquí

Es la segunda pantalla que vemos con agujero por estas latitudes. La primera fue la del Honor View. Nada que ver. No se nota protuberancia ninguna al pasar el dedo. Ya lo dije en el primer contacto: se integra perfectamente. Simplemente, los 'renders' no le hacen justicia. En conjunto queda bonito. Muy bonito. Este remate es lo más llamativo de un panel de 6,4 pulgadas que sigue el buen hacer en las pantallas de la casa. Es una Dinamyc AMOLED de resolución Quad HD+, lo que resulta una densidad de 522 píxeles por pulgada. Se ve bien, muy bien.

placeholder La pantalla del S10 Plus es, probablemente, lo mejor que pudes ver hoy en día. (C. Castellón)
La pantalla del S10 Plus es, probablemente, lo mejor que pudes ver hoy en día. (C. Castellón)

Para exteriores tiene brillo suficiente. Han calibrado mejor los colores, han suavizado esos giros 'chillones' a los que tendía y, afirman, se las han apañado para reducir la emisión de luz azul. Es compatible con HDR10+, el primero del mercado en ofrecer este estándar que actualmente manejan YouTube o Amazon Prime Video. En definitiva, se ven bien las cosas y responde muy bien. Se puede decir que no hay otra igual en estos momentos.

Sin sofocos

placeholder El lector de huellas del Galaxy S10 podría funcionar de manera más fina. (M.Mcloughlin)
El lector de huellas del Galaxy S10 podría funcionar de manera más fina. (M.Mcloughlin)

En este punto hablamos del nuevo sensor ultrasónico bajo la pantalla. Se agradece que se hayan quitado de la cabeza el colocar esta pieza junto a la cámara trasera. Ofrece un rendimiento correcto. Es relativamente rápido cuando identifica la huella (la lee incluso con el móvil apagado) pero falla algo más de lo deseable. Es el único reproche que se puede hacer en este apartado. Un reproche que no hay que pasar de puntillas porque. a pesar de contar con reconocimiento facial, no es un sistema tan seguro como otros. Pero, por lo menos, ofrece ambas herramientas biométricas.

Hablemos de potencia. Samsung, igual que Huawei y Apple, decidió en su día montar sus propios caballos, con la excepción de EEUU, donde sigue tirando de la ganaderia de Qualcomm. En España tenemos el Exynos 9820 al volante, un SoC de la casa. Se jalona con 8GB o 12GB de RAM (solo en el modelo S10 Plus de un tera de capacidad). Este chip no será el procesador más destacado del mercado, pero está en un muy buen lugar y el rendimiento que he experimentado es más que suficiente para el 98% de los usuarios. Todo va fluido y sin apenas 'sofocones'.

placeholder El agujero se puede ocultar, por 'software' o con fondos de pantalla creativos para el S10. (C. Castellón)
El agujero se puede ocultar, por 'software' o con fondos de pantalla creativos para el S10. (C. Castellón)

El único episodio de recalentamiento (sin llegar a ser preocupante) se produjo en el 'impasse' inicial de la configuración, cuando se empezon a descargar e instalar todas las 'apps' relacionadas con mi cuenta y Google Play vivió su particular cuello de botella.

Cifras bestiales

Con la memoria interna Samsung ha vuelto una vez más con cifras monstruosas. Si el Note 9 llegó con una versión de 512GB ahora este S10 Plus lo hace con una versión de un tera. Teniendo en cuenta que se puede meter una tarjeta externa de 512, te puedes plantar con un terminal con 1,5TB de almacenamiento. Esto ya lo dije el día de la presentación: es un 'a ver quién la tiene más larga' de manual. Se me ocurren pocas, por no decir nadie, que necesite estas cifras. Con menos te puedes manejar y conformar. Hay versiones de 512 y 128GB (en el caso del S10e, el superior se queda con 256).

El Samsung Galaxy S10 incluye esa carga inversa que nos permite cargar otros aparatos

Es un teléfono grande. Por tanto, una batería grande. 4.100 mAh. Se queda ligeramente por detrás de los 4.200 mAh del Mate 20 Pro. Respecto al S9 Plus cuyo análisis publicamos justo hace un año, no se notarán grandes diferencias en autonomía. Da para pasar el día de sobra, a pesar de contar con una frontal con más panel. Viene con carga rápida y carga inalámbrica. Quizás en este punto tengamos que detenernos un momento en la funcionalidad de la carga inversa, que ahora adopta Samsung tras ser Huawei los primeros en ponerlo.

placeholder El Galaxy S10 Plus es resistente al agua. (M. Mcloughlin)
El Galaxy S10 Plus es resistente al agua. (M. Mcloughlin)

Sirve para dar un chute de energía a cualquier dispositivo con estándar Qi pero aviso, cargar un teléfono con esto, por poquito que sea, es una odisea. En todo caso un accesorio como auriculares o un reloj y también tendrás que echarle paciencia. La idea gusta, como ya vimos en el Mate 20 Pro, pero hay que darle más agilidad para que sea algo que utilicemos en el día a día.

Un paso, no una zancada

placeholder El perfil del Galaxy S10 Plus. (M. Mcloughlin)
El perfil del Galaxy S10 Plus. (M. Mcloughlin)

El Galaxy S10 Plus llega con tres cámaras en lugar de dos. Llega con un sensor principal de 12 megapíxeles (apertura dinámica de f/1.5-f/2.4 y estabilizador óptico) y un telefoto (12 megapíxeles, f/2.4 y estabilizador óptico). Un tándem clavado al del año pasado que ahora se suma un gran ángular de 16 megapixeles y f/2.2. Con esta fórmula, por la que también han optado Xiaomi o Sony en su Xperia 1, se gana versatilidad y se llega donde no llega Apple o Google, cuya cámara es la referencia y la más destacada a día de hoy.


DISPARO CON CADA LENTE (GRAN ANGULAR, ESTÁNDAR, TELEFOTO)

Es un paso adelante, aunque da la sensación que podía haber sido una zancada. El Pixel 3XL, que solo tiene un sensor, ha demostrado que el procesado puede marcar la diferencia y aquí es donde Samsung, iPhone y otros tantos tienen margen de mejora. Cumple perfectamente en fotos con iluminación y de noche también se maneja con soltura, aunque aquí se le podría pedir un resultado más fino, ya que en ciertas ocasiones satura los cielos nocturnos o no hace justicia a ciertos colores en entornos oscuros en el afán de captar más luz.

El modo retrato ('Enfoque Dinámico', le llaman) mejora. Además añade dos nuevas formas de distorsionarlo uno circular y otro lineal) que, personalmente, no me entusiasmanporque quedan bastante forzado el efecto. Sin embargo, me ha llamado y mucho la atención el modo con el que el sujeto queda en color y el fondo en blanco y negro. Consiguen un resultado muy muy fino.

Sobre vídeo comentar que es capaz de grabar en 4K a 60 frames por segundo o supercámara lenta (960 frames por segundo) en calidad HD. Para los vídeos incluye un nuevo modo de estabilización propio que ayuda a reducir las vibraciones.

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Foto con el S10.

Por su parte, la cámara delantera incluye dos sensores de 10 (f/1.9) y 8 megapíxeles (f/2.2). Básicamente ofrece un encuadre más abierto o más cerrado, así como un 'enfoque dinámico' sostenido por 'hardware'. También graba en calidad 4K, la primera en hacerlo del mercado.

placeholder Bixby, aquí en el S10 Plus, por fín habla castellano. (C. Castellón)
Bixby, aquí en el S10 Plus, por fín habla castellano. (C. Castellón)

Sobre One UI, la nueva interfaz con la que envuelven Android 9.0, decir que es muy limpio, intuitivo y que no presenta 'lags' ni errores. Estéticamente siguen avanzando y funcionalmente también. Mención especial para Bixby, que tras varios meses en pruebas, ya habla castellano. Este asistente virtual, que ha firmado con LaLiga o Canal Cocina entre otros, cuenta con un botón físico dedicado que se puede configurar para abrir diferentes 'apps' pero no para usar (sin trucos mediante) Google Assistant o Alexa. Es una plataforma bastante completa que cumple con lo ya visto y cuenta con la ventaja de tener la posibilidad de integrarse con teles y electrodomésticos de la marca.

¿Merece la pena la inversión?

El Samsung S10 -el normal, el Plus y, en menor, medida el S10e- es una compilación de todo los 'must' (imprescindibles y accesorios) de los últimos tiempos. No se le puede colgar la etiquete de revolucionario. Hacerlo sería una exageración sin pies ni cabeza. Pero es una evolución que, aunque deja algunos deberes abiertos, está mucho más cerca de lo esperado. Obviamente, el que se haya comprado un S9 no encuentre motivos sólidos para cambiarlo (a excepción que pille un plan renove de esos en condiciones). El que tenga un S8 y quiera seguir en la marca, tendrá argumentos.

placeholder Otro perfil del Samsung Galaxy S10. (M. Mcloughlin)
Otro perfil del Samsung Galaxy S10. (M. Mcloughlin)

Tampoco es un terminal que quiera convencer a aquellos que ven un disparate dejarse más de mil euros en un móvil (el modelo base del Plus se queda en 1009 euros, el de 512GB en 1.269 euros y el superior, el de un tera, en 1.609 euros). Es un aparato caro, en línea del iPhone Xs y el iPhone Xs Max. Su puesta en escena hace más atractivo al S9, que sufrirá un recorte importante de precio. Aunque hay diferencias (las cámaras o el reconocimiento facial), lo único que realmente supone una decisión diferencial e insalvable es el sistema operativo y aquello de la experiencia. Por lo demás,tras estos días, estoy convencido las balanzas entre los iPhone y los Galaxy nunca estuvieron tan equilibradas.

Samsung lleva varios años aferrado al primer puesto del mundial de constructores móviles. Es la marca que más 'smartphones' coloca temporada tras temporada. Y sigue manteniendo ese cetro pese a la creciente presión que le llega por la horda de fabricantes chinos, que ya la plantean pulsos a todos los niveles, es decir, en los terminales baratos y en los que no lo son tanto. En los de mil euros, también. A pesar de este dominio estadístico, su victoria nunca ha sido completa. No ha llegado a cumplir ese oscuro sueño de eclipsar al iPhone como móvil de referencia. Si esto fuese un concurso de popularidad, el teléfono de Apple sería como ese 'quarterback' del instituto y el de los asiáticos como ese mozo que cumple en los estudios, es buen deportista... pero que al final siempre le faltaba algo para ser el que partía la pana entre la 'chavalada'.

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