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Probamos el Moto G5: difícil encontrar un móvil 'low cost' tan completo como este
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Desde 199 euros (... y bajando en Amazon)

Probamos el Moto G5: difícil encontrar un móvil 'low cost' tan completo como este

Lo nuevo de Lenovo es un terminal que encoge respecto al G4, que añade sensor de huellas en su modelo básico y que se erige en uno de los mejores productos 'low cost'

Foto: El Moto G5 está disponible a partir de 199 euros. (Enrique Villarino)
El Moto G5 está disponible a partir de 199 euros. (Enrique Villarino)

A Motorola (hoy bajo el manto de Lenovo) se le da de maravilla la gama baja. La serie G ha sido una de las mayores fuentes de satisfacción de la compañía que, después de arriesgar con un G4 de mayor tamaño y algo más caro, vuelve a las raíces con el G5. ¿El resultado? Uno de los mejores Android 'low cost' que te puedes echar a la cara y un serio rival para los modelos Lite de Huawei o de la española Bq.

Foto: Es más ligero, delgado y algo más estilizado, pero, en el fondo, es el mismo teléfono de siempre. (J. E.)

Cuando un familiar, amigo o conocido pregunta por el próximo móvil que se debería comprar sin rascarse mucho el bolsillo, la respuesta siempre acostumbra a ser la misma: un Huawei P8 Lite, un Moto G4 o un Bq Aquaris X5 o M5. Hay otras opciones, como ZTE o algunos Sony, pero con las tres primeras sabes que no te equivocarás. Con la llegada del G5 toca actualizar la respuesta, ya que el terminal supone un importante paso adelante que ha sabido identificar los aspectos más controvertidos de su antecesor para no caer en los mismos errores.

El principal de estos lastres era, contra todo pronóstico, la pantalla. Motorola incluyó un panel de 5,5 pulgadas tanto en el G4 como en el G4 Plus, obviando que, para cierto tipo de usuario, el tamaño no lo es todo y tener un teléfono compacto que se pueda controlar con una mano siempre es un añadido que agradecer. Con el G5 regresan las cinco pulgadas (el modelo Plus se va a 5,2"), se rebaja el precio (el modelo de 2GB de RAM se queda en 199 euros, aunque ya se puede encontrar en Amazon desde 188) y se incluye un sensor de huellas que hace un año solo estaba presente en el modelo más costoso.

Quizás el mayor aspecto negativo del Moto G5, además de la ausencia de NFC, sea su rendimiento a la hora de mover aplicaciones. En Teknautas hemos contado con un G5 de 3GB de RAM cuyo precio es algo más elevado que el modelo básico (se queda en 209 euros), pero los 20 euros de diferencia entre ambas versiones están más que justificados. Ese 50% de RAM adicional es más que bienvenido a la hora de ejecutar diversas aplicaciones, y aunque no estamos ante un teléfono de gama alta pensado para volar, es probable que puedas echar de menos cierta agilidad. Si quieres más tamaño y mejor cámara, el G5 Plus costará 279 euros y estará disponible a partir del 20 de abril.

Dicho esto, el resto de elementos del G5 lo sitúan entre los mejores teléfonos que te puedes encontrar en ese rango de precios. Por ejemplo, la versión de 2017 cuenta con acabado en aluminio, por lo que el teléfono abandona el tradicional plástico de años pasados. Esta decisión le da un aspecto más sobrio y elegante y, como suele suceder en algunos teléfonos que se decantan por este material, la sensación inicial es que resbala de tus manos. ¿Solución? Hacerse con una funda para evitar sustos, ya que la pantalla no incluye Gorilla Glass.

El sensor de huellas también es un añadido interesante. No solo por el hecho de incluirlo en un teléfono de 199 euros sino porque viene asociado a algunas ideas de diseño interesantes que se presuponen a teléfonos de mayor recorrido. El sensor no es un botón 'home' al uso (ni siquiera puedes pulsarlo) pero puede actuar como tal. Para ello, basta activarlo en la aplicación Moto que viene instalada por defecto, desde la que se pueden poner en funcionamiento otros gestos para controlar el teléfono.

La ventaja de este control, que también incluye el Huawei P10, sin ir más lejos, es que convierte al sensor en un 'trackpad' en miniatura que sustituye el tradicional esquema de iconos de Android. Una pulsación nos devuelve a la pantalla de inicio, deslizar el dedo a la izquierda es el equivalente a volver mientras que hacerlo a la derecha abre el menú de aplicaciones en marcha. Mantener el botón sobre el sensor sirve tanto para desbloquear el teléfono como para ponerlo en modo reposo.

La aplicación Moto es una de las pocas que vienen instaladas en el G5, que ofrece una versión bastante limpia de Android 7.0 y que incorporará el asistente de Google en un futuro no muy lejano. Como siempre sucede en España, cualquier anuncio al respecto de esta versión remozada de la inteligencia artificial del buscador se queda en agua de borrajas, ya que por el momento no está disponible en nuestro idioma.

El teléfono también permite el uso de la pantalla dividida para ejecutar dos aplicaciones a la vez, aunque en Teknautas no somos especialmente seguidores de esta solución para pantallas pequeñas. El problema reside en la relación entre el tamaño del panel y la interfaz de las 'apps', que acostumbra a comerse gran parte del poco espacio disponible.

Cámara: suficiente para salir del paso

No te va a volver loco, pero te va a permitir salir del paso sin apuros. La cámara del G5 no es una maravilla, pero no se le puede exigir demasiado a un teléfono por debajo de 200 euros. La óptica cuenta con 13MP, apertura focal f2.0, y sus resultados, sin ser espectaculares, están a la altura del rendimiento del teléfono. El modelo Plus aumenta la apuesta y aunque se queda en 12MP, tiene una apertura f1.7.

El 'software' de la cámara te permite hacer uso de un modo manual (que, según los expertos, no es nada más que una colección de filtros sin gran peso sobre el resultado final), aunque en el modo automático permite controlar la apertura.

Los resultados a plena luz son satisfactorios, hasta el punto de que una imagen captada con un iPhone 7 Plus luce bastante similar.

Uno de los aspectos más destacados de la cámara del G5 Plus es la viveza de los colores, como se puede apreciar en esta imagen tomada en primer plano.

Sin embargo, a la óptica le cuesta jugar con la profundidad de campo. Esta comparativa con un iPhone lo demuestra, aunque no debemos olvidar que estamos comparando la cámara de un teléfono de 200 euros con la de uno que vale 900.

Por contra, cuando la luz escasea, el teléfono tiene más problemas para mantener los mismos resultados que a plena luz del día. Como de costumbre, solo las mejores cámaras del mercado son capaces de obtener resultados aceptables, e incluso en esos casos todavía están lejos de conseguir un resultado profesional.

El resultado con un iPhone 7 Plus (no olvidemos que la comparación es inviable, ya que son dos móviles muy distintos) nos ayuda a ver las carencias del G5 con poca luz, tanto en el tono amarillento de la imagen como en la representación de los puntos con más luz de la imagen.

Por último, el G5 viene con una batería de 2.800mAh que puede parecer algo escasa frente a lo que ofrecen los teléfonos de la competencia, pero que se ha demostrado más que suficiente para lo que se le pide a un móvil: que aguante hasta el final del día. El terminal cuenta con carga rápida, aunque echamos de menos conectividad USB-C, algo lógico teniendo en cuenta que es un producto de gama baja. ¿Lo veremos en el G6? Es uno de los pocos añadidos que le hacen falta para poder venderse como un producto prémium a bajo coste.

¿Me lo compro?

Si tienes que cambiar de teléfono móvil y buscas una alternativa barata, que te permita salir del paso pero que tenga toques distintivos propios de productos 100 o 200 euros más caros, has encontrado lo que buscabas. No vas a encontrar muchos teléfonos (quizás el P8 de Huawei, que ya tiene unos años) por debajo de 200 euros con una mejor relación calidad precio. No esperes resultados propios de un iPhone o un Galaxy, pero en su categoría vas a encontrar pocos terminales que le hagan sombra.

Acabado en aluminio, con sensor de huellas, una batería decente y una cámara que te permitirá salir del paso, el G5 es uno de los mejores teléfonos de gama baja que han aparecido en lo que llevamos de año. Todas las buenas sensaciones que despertó en el pasado Mobile World Congress de Barcelona han quedado confirmadas.

A Motorola (hoy bajo el manto de Lenovo) se le da de maravilla la gama baja. La serie G ha sido una de las mayores fuentes de satisfacción de la compañía que, después de arriesgar con un G4 de mayor tamaño y algo más caro, vuelve a las raíces con el G5. ¿El resultado? Uno de los mejores Android 'low cost' que te puedes echar a la cara y un serio rival para los modelos Lite de Huawei o de la española Bq.

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