Apple reúne un 'dream team' para su próximo lanzamiento

Todo era un misterio. Bueno, en realidad Apple es la firma de los misterios por excelencia. Su sede de Cupertino es un recinto blindado a los ojos ajenos, pero también para los propios en determinados proyectos.

Estamos en el año 2007 y la firma californiana se entrega en cuerpo y alma a uno de los proyectos más importantes de la casa. Los empleados de la compañía observaban atónitos el trajín de ingenieros entrar en una selecta ubicación del complejo con sus acreditaciones, de esas que sólo permiten el acceso a los elegidos. ¿Qué estarían tramando?

Las dudas se disiparon en junio de ese mismo año: Steve Jobs saltó al escenario con el ya entonces rumoreado iPhone. Explosión de júbilo entre los asistentes y caras de satisfacción entre los exhaustos empleados de la firma involucrados en cuerpo y alma en el lanzamiento de este rompedor producto.

Apple había puesto toda la carne en el asador y decir eso de esta compañía implica asumir que proyectos de envergadura se ponen en pausa y se dedican todos los esfuerzos en una sola tarea que debe ser simplemente perfecta.

Un equipo de estrellas para un dispositivo único

Ahora volamos en el tiempo hasta 2013. Las circunstancias son bien distintas, pero la ambición de esta marca no parece haberse visto alterada por el cambio de timón: el cariacontecido y taimado Tim Cook parece que ha embarcado a la compaía a otro proyecto revolucionario del que veríamos sus frutos este mismo año.

Business Insider recoge las decididas declaraciones de Mark Gurman, uno de los editores de 9to5Mac, en las que afirma convencido que los de Cupertino habrían repetido el esquema prebélico que antecede al lanzamiento de un producto de rompe y rasga, y todo parece indicar que se tratará del esperado iWatch, pero con una dimensión muy superior a la esperada.

Ya se sabe que en la casa se enfocan las cosas desde una perspectiva mucho más lejana y el equipo estaría trabajando en un producto con un enfoque mucho más ambicioso que el inicialmente planteado por el smartwatch.

Pero volviendo a las declaraciones de Gurman, se especula que el fabricante californiano habría seleccionado a un equipo de patas negras de la casa en este ambicioso proyecto, y que según parece, estaría liderado por Bob Mansfield, una de las vacas sagradas que fue retenido a golpe de talonario cuando ya pretendía dedicarse a hacer hoyos en los campos de golf del estado y contar nubes.

Como suele ser habitual en todo lo relacionado a Apple, la información se destila a cuentagotas y hay que ir enhebrando el contenido con retazos que van filtrándose por la red. En realidad, el iWatch ha sido uno de los proyectos más atribuidos a la tecnológica que, hasta el momento, no había ni confirmado ni desmentido. Fue el mismísimo Tim Cook el que abrió la caja de los truenos cuando declaró, en referencia a Google Glass, que era un terreno que definitivamente había que explorar, y todo parece indicar que así está siendo, y en una fase muy avanzada.

Contratos a golpe de talonario

Hemos mencionado antes que cuando esta firma se entrega en un proyecto estratégico no hay excusas que valgan y todos los recursos son pocos, pero el iWatch sería un auténtico desafío que estaría dando más quebraderos de cabeza de los esperados: en realidad, algo que ya se vivió en el desarrollo del iPhone y anteriormente del iPod.

Así las cosas, los de la manzana habrían seleccionado de forma urgente a primeras espadas de la industria para solventar problemas de diseño en el tramo final del proceso.

Y ya se sabe que por dinero no será: Apple ha contratado al mismísimo impulsor de FuelBand de Nike, uno de los productos más venerados por parte de la empresa estadounidense. Bueno, de hecho, el fabricante de ropa deportiva ha recibido elogios por parte de los de Tim Cook desde la época de Jobs.

¿Y qué estaría pertechando el creador del iPhone exactamente? Todo parece indicar que se trataría de un producto de pulsera, pero que habría que entender como un ordenador de a bordo, un concepto bastante cercano a Google Glass. De hecho, que un producto en el mercado reciba las críticas de Apple quiere decir que se han fijado en él, pero que consideran que no está bien enfocado.

En realidad, la respuesta a todas nuestras dudas la acaba de dar Siri, el conocido asistente de voz de iPhone y iPad, que preguntado por su opinión sobre las célebres gafas y jugando con las palabras ha respondido “el vaso está medio vacío”.