EEUU prohíbe la pistola 3D tras la avalancha de peticiones

El Gobierno de EEUU ha ordenado retirar de internet los planos que permiten fabricar la polémica pistola Liberator, que se puede construir con una impresora 3D.

La prohibición, ordenada por el Departamento de Estado, llega apenas unos días después de que Cody Wilson, estudiante de Derecho en Texas y responsable del prototipo, demostrara que el arma es funcional y tiene capacidad para disparar balas reales del calibre 0,380. Según Forbes, tras la publicación de un vídeo, en tan solo dos días se contabilizaron 100.000 descargas en todo el mundo a través del portal de la compañía y del sitio Mega.co.nz, de Kim Dotcom. España y Estados Unidos lideran la lista de descargas de los planos, seguidos de otros como Brasil, Alemania y el Reino Unido.

Según ha explicado el diario The Guardian, Defense Distributed, la empresa encargada de su fabricación, ha anunciado en Twitter que la viabilidad del proyecto "se ha oscurecido" por culpa del Gobierno estadounidense. Un portavoz del Departamento de Estado ha confirmado al medio que se han puesto en contacto con la compañía.

Las impresoras 3D son máquinas capaces de crear piezas o maquetas a partir de un simple archivo. Wilson desarrolló su proyecto para poder ejecutarlo en este tipo de máquinas. El arma que ha conseguido reproducir está compuesta de 16 piezas con la excepción de un solo clavo que se utiliza como percutor. Además, incorpora una placa de metal con el único fin de poder detectarla en los aeropuertos. Está diseñada para disparar balas del calibre 0.380 y cuenta con cañones intercambiables.

La intención de su creador es que cualquiera pueda fabricarse su propia arma en su casa. Algo que han criticado los grupos que en este país abogan por la restricción al uso de las armas.

"Creo que mucha gente no esperaba que esto se pudiera hacer", aseguró Wilson a la cadena BBC. El estudiante reconoce que su artefacto puede ser peligroso, pero afirma que permitirá ir armado a cualquier persona en cualquier país del mundo, aunque esté prohibido. "Veo un mundo donde la tecnología permitirá que cada uno tenga lo que quiera. Ya no depende de los políticos", ha asegurado a la BBC. Y es que cualquiera con acceso a una de estas impresoras -su precio ronda los 6.000 euros-, podría construir la pistola.