La tristeza de los burritos de Mijas

En los años sesenta, los burritos de Mijas eran estrellas cinematográficas que quedaron inmortalizadas en películas como 'Los joyeros del claro de luna'. Dicen que hasta la protagonista, Brigitte Bardot, llegó a adoptar a uno de ellos cuando rodó sus escenas en la Costa del Sol. Pero los tiempos han cambiado y medui siglo después la puesta en escena de estos equinos ante las cámaras ya no son tan lúdicas. De hecho, ha sido un vídeo grabado por un turista el que ha servido para denunciar la situación que viven estos animales.

Ha sido precisamente la citada grabación, hecha en la ciudad mijeña, la que ha servido al Partido Animalista (Pacma) para denunciar ante el Seprona el presunto maltrato de los tradicionales burro-taxis que pasean a turistas por la localidad.

Las imágenes son más que reveladoras. En ellas se aprecia cómo hasta tres personas intentan, con “métodos reprochables”, que el animal se ponga de pie. Durante varios minutos, y ante la atenta mirada de distintas personas, el burro es arrastrado por el suelo, “pateado y zarandeado” en la parada de burro-taxi, ubicada frente al ayuntamiento de la localidad. La grabación se ha hecho viral en internet y muchos ciudadanos han pedido contundencia contra las personas que presuntamente maltratan al animal.

Los arrieros que cometen la acción argumentan “que el burro se cayó al suelo y lo intentaban levantar" subiéndolo desde el rabo. La polémica está servida. La denuncia ha sido admitida a trámite y según informa el colectivo de Pacma a El Confidencial, “ahora vamos a exigir taxativamente la abolición de los burros-taxi al considerar que incumplen normativas europeas, leyes nacionales (un real decreto de protecciones ganaderas municipales, una orden del 29 de marzo y la Ley 32/2007 del 7 de diciembre para el cuidado de animales), la Ley de Protección Animal de Andalucía e incluso ordenanzas municipales”.

Les sangran los lomos

Lo cierto es que las continuas denuncias de las condiciones en que viven estos animales no han dejado indiferente a nadie. El pasado domingo, unas 300 personas se manifestaron en la plaza Virgen de la Peña de Mijas, en contra del servicio de los burro-taxis del municipio. Laura de Diego, del Colectivo Antitaurino de Málaga, organizadora de esta protesta, expresa a este medio que “ese día los arrieros no sacaron a los burros a la calle porque sabían que se iba a armar".

"Me han contado desde la Policía Municipal que hay días que sacan a los burros con heridas sangrantes y que las tapan con las monturas para que no se vean, tal y como te muestro en las fotos. Eso tiene un nombre: maltrato animal”, agrega. Las cerca de 300 personas que se concentraron portaban pancartas con mensajes como: “Queremos ser la voz de estos seres indefensos, los cuales son explotados y maltratados. Queremos concienciar a los turistas de que esto no es divertido". Laura apostilla que “hasta un grupo de japoneses se unió a nosotros con los dedos levantados. Vamos a seguir concienciando a la gente que 10 horas subiendo a personas, a veces de un peso considerable, es aniquilar al animal”.

Desde el Partido Animalista (Pacma), Andrés Cardenete, coordinador del partido en Málaga, que también se sumó a la protesta de este movimiento, añade que "es interesante que cada vez haya más ciudadanos que se sumen a este tipo de iniciativas y que ayuden a que se visibilice el problema". Cardenete afirma que tras la denuncia al Seprona al detectar "prácticas ilegales" ahora van a seguir en pie de lucha hasta darle una pronta solución al tema. "Estos animales pasan el día y la noche atados a cuerdas que les impiden tumbarse o girarse, sin poder tumbarse a descansar. Además, las largas jornadas de trabajo a las que son obligados les causan patologías graves y dolorosas en los cascos y en la columna vertebral".

Hablan los arrieros

El ayuntamiento no es ajeno a la polémica. Desde el área de Transporte y Movilidad del Ayuntamiento de Mijas, junto con la asociación El Refugio del Burrito, están organizando cursos dirigidos a los arrieros de los burro-taxis del municipio con el objetivo de sensibilizar a estos profesionales para evitar nuevos casos de maltrato animal. El ayuntamiento propone mejorar las condiciones de los animales con cuadras especiales para ellos, pero Laura de Diego les espeta que para eso no hay tiempo y que “hay que poner fin inmediato de la actividad del burro-taxi para evitar más daño a estos animales”. Por otro lado, las 20 familias que viven del burro-taxi en este municipio malagueño lo niegan todo.

Antonio Jiménez Jaime es uno de los propietarios que llevan toda su vida trabajando en el oficio. Ha hecho el curso de orientación del ayuntamiento y aduce: "No nos importa aprender otras maneras de manejar a nuestros animales, siempre que sea con el fin de mejorar. Nosotros queremos mucho a nuestros burros".

El ayuntamiento está trabajando también por mejorar las instalaciones de descanso que alberguen a estos animales. La edil de Transporte, Nuria Rodríguez, dice que "se ha buscado una nueva ubicación que está siendo estudiada por el Departamento de Obras e Infraestructuras y al que yo misma, junto con miembros del Pacma, he visitado". "La idea es separarlos por cuadras para evitar que se muerdan entre ellos, y que el espacio sea más amplio".

Para esta delegación, es una prioridad mejorar la imagen y calidad de los burros-taxi. “Para nosotros es muy importante que este servicio de transporte siga recorriendo las calles de nuestro pueblo. Por ello, uno de los caminos para mejorar es mantenerse formado e informado. Considero que este curso servirá de mucha utilidad a los arrieros y para ello contamos con verdaderos profesionales del mundo equino".

10 euros, 15 minutos en burro-taxi

Desde la empresa Burro-Taxi, uno de los propietarios, que prefiere omitir su nombre (“porque nos tenéis machacados”), informa a El Confidencial que “se ha montado un barullo innecesario. Las imágenes que salen en internet solo responden a que uno de los 100 burros que tenemos operativos, para este servicio, se cae al suelo y le intentamos quitar el aparejo. Entre todos los compañeros le intentamos incorporar tirándole del rabo para subirle y ya está. ¿Ese es todo el maltrato que hacemos?”.

Este empresario del municipio mijeño continúa: “Ahora no paran de ponernos verdes. Nuestros burros tienen nombre y los queremos. Y si un día sacamos 20 euros en un paseo, al día siguiente nos los gastamos en comida y sus cuidados veterinarios. Ahora hay una campaña de desprestigio contra nosotros de la que no podemos defendernos porque no tenemos dinero. Así que, que hagan lo que quieran y se lleven los burros y veremos qué hacen con ellos”.

Según explica este arriero, un trayecto de 15 minutos son 10 euros en burro. “¿Que subimos a gente gorda, dice? Pues sí, pero vamos, ¿usted no sabe que un burro es un animal de carga y puede soportar mas de 200 kilos encima? Es que vamos, hay afirmaciones que claman al cielo. Ya no saben qué decir para provocarnos y ponernos verdes. Cómo han cambiado los tiempos”. Y el arriero sigue recordando la época en que Mijas era de cine. “Aquí venía hasta el mismísimo Manolo Escobar para rodar películas como 'La mujer es un buen negocio'. Todo era amable”. Y ahí queda en el recuerdo la historia del limpiabotas que crea una empresa de burro-taxis y, subido a un burro, va cantando 'Mi carro me lo robaron' a lomos de Platerito.