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Los satánicos quieren donar a Oklahoma una estatua del diablo que invite a la reflexión
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junto al monolito de los diez mandamientos

Los satánicos quieren donar a Oklahoma una estatua del diablo que invite a la reflexión

Proponen donar un monumento de Satán al capitolio de Oklahoma y que contrarreste la presencia de un monolito sobre los Diez Mandamientos ya instalado

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Los satánicos ya no son lo que eran. Lejos de la música de ultratumba y pensamientos siniestros ahora quieren abrirse a la sociedad yunir a la gente. O por lo menos ése es el objetivo de El Templo Satánico, una organización de Nueva York que ha propuesto instalar en el Capitolio del estado de Oklahoma un monumento al diablo.Eso sí, “con un diseño público amable y con la intención de que sea objeto de juego para los niños pequeños”.

Así reza y justifica su proyecto en su página de crowsfounding creada para tal objetivo donde pedían 20.000 dólares para la construcción de la estatua y a día de hoy ya supera los 24.000; y aún quedan siete días para seguir apoyando la iniciativa. El diablo en cuestión sería una representación de Baphomet,un ídolo relacionado con los Templarios con cabeza de cabra. Se construiría con una altura superior a dos metros y, para esta ocasión, estaría acompañado de dos niños jugando a su alrededor.

Los Diez MandamientosLa historia es aún más rocambolesca porque El Templo Satánico quiere “donar” este monumento para contrarrestar y complementar otro que ya existe en el Capitolio sobre los Diez Mandamientos. Este monolito ha sido demandado por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) porque, dicen, es un aval político a una religión en concreto y, por tanto, inconstitucional.

Ante esta demanda y malestar, los satánicos salen a calmar los ánimos y creen que su diablo de dos metros de envergadura puede “apaciguar” las preocupaciones de la ACLU. “Mediante la aceptación de nuestra oferta la gente de la ciudad de Oklahoma tiene la oportunidad de demostrar que abraza las libertades fundamentales de la Constitución”, entre ellas, la libertad religiosa. Y van más allá porque dar un sí a Baphomet“demostraría que el Ayuntamiento de Oklahoma no discrimina, y tanto el religioso como el no religioso tiene que estar contento con el resultado”.

Lucien Greaves, líder de este movimiento, ya ha declarado que la estatua podrá ser funcional y la gente se podrá sentar en el regazo de Satán para reflexionar mientras lee frases de Lord Byrion y William Blake que también están incluidas en su propuesta.

Para rematar el asunto, y por si fuera poco, el representante del Estado, Paul Wesselhoft, ha declarado a CNN que no cree que la instalación de la estatua sea aprobada, no por satánica, sino porque “no tiene un significado histórico para el estado de Oklahoma”.

Greaves lo tiene todo calculado porque si al final no pueden hacer disfrutar a los paseantes con su estatua, el dinero recaudado servirá para “apelar o impugnar el rechazo y/o colocar otro monumento satánico en otro lugar”.

Lucien Greaves, el líder a favor de los gays

El líder de este “movimiento religioso” ha declarado a los medios estadounidenses que la estatua será “un modelo que llama a la compasión y la empatía de todas las criaturas vivientes”.

Es el mismo Lucien Greaves que ha sido acusado de profanar una tumba en Mississippi cuando organizó una protesta en la que dos parejas homosexuales se besaron en la lápida de la madre del fundador de la Iglesia Baptista de Westboro, además de poner su pene en dicha lápida; todo debidamente fotografiado y con la intención de convertir el alma de la susodicha de heterosexual a homosexual en el más allá.

Esta curiosa protesta es su respuesta a las manifestaciones que ha convocado esta iglesia en los funerales de las fallecidos de la bomba del maratón de Boston y, también, en los entierros de los soldados de Irak y Afganistán,porque, según su opinión, los males del mundo están provocados por la tolerancia a los homosexuales. En estas manifestaciones, los seguidores de esta iglesia portaban carteles que rezaban “Gracias a Dios por los soldados muertos" o "Vais a ir todos al infierno".

Graves ha anunciado que seguirá con sus protestas hasta que la Iglesia Baptista de Westboro no cese en su acoso a la comunidad gay. Su siguiente paso, ya anunciado, será hacer lo mismo en la tumba del padre del fundador de esta iglesia y en la de la tía abuela que le crío.

Los satánicos ya no son lo que eran. Lejos de la música de ultratumba y pensamientos siniestros ahora quieren abrirse a la sociedad yunir a la gente. O por lo menos ése es el objetivo de El Templo Satánico, una organización de Nueva York que ha propuesto instalar en el Capitolio del estado de Oklahoma un monumento al diablo.Eso sí, “con un diseño público amable y con la intención de que sea objeto de juego para los niños pequeños”.

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