España is not Spain, o la realidad picada con humor e ironía

Hace más de tres meses que comenzó en este periódico España is not Spain, una sección escurridiza que va de acá para allá llamando la atención de los lectores sobre las manifestaciones más extravagantes de la españolidad. Nació con idea de convertirse en un punto de encuentro entre la curiosidad y el sentido del humor de los lectores, y poco a poco se ha convertido en una pequeña comunidad itinerante y un escaparate de lo español, en el sentido más caricaturesco de la palabra.

A medida que su existencia se da a conocer gracias a las redes sociales recibimos más y más imágenes. Muchas de ellas no podrán aparecer, alguna se traspapelará, pero la mayoría son tan excelentes llamadas de atención sobre las exageraciones que conlleva ser españoles que el museo crece a velocidad de crucero. Una foto nueva cada día, que intento comentar con mesura y pocas palabras para que el fantasma de Luís Carandell no se me aparezca con mirada furiosa.

Porque todo este afán recopilatorio nació con la idea, siempre presente, de continuar el trabajo que comenzó Carandell en 1968 en la revista Triunfo. Luís Carandell fue uno de los grandes cronistas españoles del siglo XX y el padre de Celtiberia Show, sección en prensa y más tarde álbum superventas que hoy día continúa editando Maeva. Apareció también Celtiberia Bis, que hoy se encuentra en puestos de barato y librerías de viejo. Todo aquel trabajo de años estaba promovido por la curiosidad de aquel periodista que recogía el testigo de Larra para crear una escuela reducida: la de los periodistas que tratan de tomar un distanciamiento irónico con lo que cuentan.

En Celtiberia Show se mostraba una España ya dejada atrás: la de los curas y los grises, la de Franco, el machismo antiguo, el clasismo anacrónico y la mojigatería general. Nada que ver con nuestra España democrática de las libertades, donde lo más punk parece casarse, tener hijos e ir a trabajar al banco todas las mañanas.

Pero en nuestro país ha ocurrido algo grave que todos los días sale desperdigado en forma de mil noticias: una crisis económica e institucional y una crisis de identidad. A cualquiera que le interese un poco lo que es España puede recurrir a los tomos de historia, pero estos suelen dejar de lado un aspecto característico: la tendencia a la astracanada, la creatividad espontánea, la exageración. Lo que Luís Carandell recogió y hoy día no recogía nadie con suficiente visibilidad y constancia.

Así, en medio de las malas noticias, queríamos ofrecer a los lectores un reducto de salud mental donde la crisis, la identidad y las manifestaciones más imprevisibles pasasen por la picadora del sentido del humor, de la distancia y la ironía. La aceptación del público hasta ahora ha sido mayúscula y nos alegramos mucho. Seguiremos enriqueciendo el museo, seguiremos estudiando cada una de las fotos que nos hacen llegar y publicando una cada día para solaz de todos los que pasen por aquí.

En el futuro próximo, además de imágenes recogeremos más anécdotas, historias, dichos y exabruptos que aporten profundidad sobre los aspectos de los que solemos reírnos. De momento, pueden seguir utilizando el formulario dentro de la sección, o mandándolas a traves de twitter a @juansotoivars.