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El electricista que quiso ser Indiana Jones
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RECUPERAN EL CÓDICE CALIXTINO TRAS UN AÑO DE BÚSQUEDA

El electricista que quiso ser Indiana Jones

Hace justo un año que la Catedral de Santiago de Compostela echó en falta un preciado objeto, una obra histórica de inestimable valor que desapareció de

Foto: El electricista que quiso ser Indiana Jones
El electricista que quiso ser Indiana Jones

Hace justo un año que la Catedral de Santiago de Compostela echó en falta un preciado objeto, una obra histórica de inestimable valor que desapareció de la noche a la mañana. El martes 5 de julio de 2011, los archivadores de la Iglesia compostelana descubrieron que el Códice Calixtino, un manuscrito datado en torno a mediados del siglo XII, no se encontraba en su habitual dependencia. La ardua búsqueda del documento finalmente terminó este miércoles, cuando la Policía hizo pública la recuperación del valioso documento.

Desde el mismo momento en que el robo del libro se dio a conocer, la noticia voló por los medios, agitando a una sociedad curiosa por conocer los detalles. Compuesto por cinco tomos y un apéndice, el manuscrito es una especie de guía que los peregrinos utilizaban para recorrer el Camino de Santiago en su viaje hacia la capital compostelana. En él se detallan las iglesias, fuentes y hospitales, así como las tradiciones de las regiones y las características de los lugareños que estos peregrinos se encontrarían durante su peregrinaje desde Francia. La noticia de la sustracción del libro fue aún más trascendental en Galicia, ya que en 2011 se celebraba el 800 aniversario de la consagración de la Catedral Compostelana.

Después de un año en la sombra, las pesquisas policiales llevadas a cabo para la recuperación del documento acabaron con la detención el pasado martes de cuatro personas: un electricista, el que se considera presunto autor del robo, su mujer, el hijo y la novia de éste, que podrían ser declarados cómplices del delito. El sospechoso era vigilado desde hace un año por la Policía Nacional, hasta que fue detenido, según recoge La Voz de Galicia.

Finalmente, la Policía recuperó ayer el Códice durante un registro llevado a cabo en la localidad de Milladoiro, en el municipio de Ames (A Coruña). El libro se encontraba en un garaje empleado como trastero. No era el único objeto que conformaba el botín que el electricista guardaba en varias guaridas.

Un electricista de guante blanco

La historia del autor de los hechos ha resultado ser digna de convertirse en una novela de intriga. El detenido no solo hurtó el Códice, sino que en sus pisos se encontró un auténtico arsenal de tesoros robados por motivos de venganza contra la Iglesia.

Según los medios, Manuel Fernández Castiñeiras trabajó más de 25 años como autónomo en la Catedral de Santiago. Hombre muy beato y de costumbres, acudía a diario a misa de 7:30 en el mismo templo, tarea que ha seguido haciendo incluso después del robo del manuscrito.

Su relación laboral con esta iglesia se rompió en 2009, tras un expediente de regulación de empleo por el que Castiñeiras reclamó a las autoridades eclesiásticas una compensación de 40.000 euros. Al parecer, tras este despido el electricista falsificó documentos para aparentar que seguía siendo un empleado de la Catedral. Harto de no satisfacer su venganza, finalmente decidiría enfundarse un guante blanco y empezar a llevarse a casa las reliquias de la Catedral.

El preciado Códice no se hallaba en ningún tipo de urna o caja que asegurara su buena conservación, sino metido en una bolsa de plástico y rodeado de bolsas de cemento. El propio arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y el deán de la Catedral compostelana, José María Díaz, confirmaron poco después de su hallazgo la autenticidad del Códice.

Otros registros efectuados por la Policía en las otras residencias de Fernández Castiñeiras, situadas en Negreira (A Coruña) y en O Grove (Pontevedra), dieron con una gran suma de dinero en metálico, más de un millón de euros en un cajón del que aún se desconoce su procedencia. Tal y como detalla La Voz de Galicia, también se han recuperado unas llaves de la catedral, correspondencia de los canónigos, monedas, ocho copias del Códice y hasta uno de los Libros de las Horas, cuya desaparición también fue denunciada por el deán de la catedral. Un auténtico Indiana Jones disfrazado de electricista. 

Robar reliquias está de moda

Llama la atención cómo un documento de estas características puede ser sustraído con tan aparente facilidad. Una de las noticias que más revuelo ha causado últimamente en torno a la desaparición de reliquias históricas, fue el hurto de varias de las cuatro versiones de ‘El grito’ de Munch.

En 1994, la banda de ladrones que se llevó la pieza de la Galería Nacional de Oslo dejó un peculiar mensaje: “Gracias por la falta de seguridad. Diez años más tarde, un grupo de enmascarados robó a mano armada otra versión expuesta en el Museo Munch, una operación en la que también se llevó ‘Madonna’ del mismo autor. Pese a que todos estos cuadros fueron recuperados más tarde, el aura de misterio y polémica que rodeó a ‘El grito’ y su autor pudo ser decisiva para que en mayo se vendiera la única de las cuatro versiones que estaba en manos privadas por la cifra récord de 91 millones de euros.

Al igual que sucedió con la obra de Munch, por fortuna el Códice no ha sido vendido de forma clandestina al mercado negro, ya que esto lo hubiera sumido en un oscuro paradero.

La Policía encargada de llevar el caso, con la incorporación de especialistas de la Brigada de Patrimonio Histórico, comienza a estudiar cerca de 400 horas de las 25 cámaras que la Catedral tenía instaladas, según recoge el diario gallego. Sin embargo, en el habitáculo en el que se guardaba el libro no había cámaras. Las más cercanas se sitúan en los pasillos de acceso, algo que puede dificultar la operación. El operativo también incluye controles de carreteras al que se suman efectivos de la Guardia Civil y de la Guardia Nacional Republicana en Portugal.

Los presuntos autores del robo del Códice pasarán a disposición judicial este jueves 5 de julio, fecha a partir de la que habrá que estar pendiente sobre la confirmación del verdadero autor de los hechos y de su posterior condena.

Hace justo un año que la Catedral de Santiago de Compostela echó en falta un preciado objeto, una obra histórica de inestimable valor que desapareció de la noche a la mañana. El martes 5 de julio de 2011, los archivadores de la Iglesia compostelana descubrieron que el Códice Calixtino, un manuscrito datado en torno a mediados del siglo XII, no se encontraba en su habitual dependencia. La ardua búsqueda del documento finalmente terminó este miércoles, cuando la Policía hizo pública la recuperación del valioso documento.