Las páginas de la SGAE y Cultura, atacadas por un grupo de internautas organizados

En palabras de un experto internauta que sufrió uno de estos ataques en su web, “es como si el hosting (contra el que se ataca) fuera una ciudad y para paralizarla, los atacantes saturaran las entradas de autobuses y camiones”. Aunque las autoridades desviaran el tráfico por vías secundarias, si el grupo que bloquea es muy grande, la ciudad quedaría paralizada".

Y esto es lo que les está pasando ahora mismo a las páginas de la SGAE y del Ministerio de Cultura. Estos ataques se enmarcan dentro de la Operación Payback (venganza), de la que han sido víctimas ya otros organismos como la Asociación Americana de la Industria Musical (RIAA), la Asociación Americana Cinematográfica (MPAA), o la Federación Australiana contra el Robo de los Derechos de Autor (AFACT) o artistas como Lilly Allen (esta misma mañana).

El grupo explica en una web que esta operación no es “el ataque de un grupo de vándalos rebeldes”, si no una “protesta organizada en contra del reinado de las organizaciones pro-copyright y de los organismos de control de la industria del entretenimiento”. “La organizaciones pro-copyright han ido demasiado lejos y hay que pararlas antes de que nos quiten nuestra libertad de expresión”, argumentan en la página.

Después de que comenzara el ataque a las páginas españolas (que se adelantó varias horas), Anonymus colgó en su web un comunicado justificándolo. En él explicaba que "la SGAE tiene como lema 'cree en la cultura', mientras que restringen la creatividad al impedir que se comparta. Apoyaron la ley que permite que los sitios web sospechosos de piratería puedan ser 'capados' sin orden judicial, lo cual es un peligro para la libertad de expresión". Con respecto al Ministerio que dirige Ángeles González Sinde, el comunicado advierte de que debería pillar el mensaje de que su curso actual sólo dirige hacia más controversia y protestas", y le recuerda, en referencia al polémico canon digital, que "el pago al Gobienro por medios digitales es ridículo".   

Para llevar a cabo estos ciberataques el grupo, a través de la página de las que sus miembros son usuarios, pone a disposición de los internautas las herramientas para participar activamente en él e incluso un chat a través del que seguir la acción. El ataque DDos consiste básicamente en lanzar numerosas peticiones a un servidor que aloja una página web, de forma que no pueda soportar la carga de peticiones y así quede suspendido el servicio.

Ataque de doble dirección

Aunque es imposible confirmarlo, internautas con avanzados conocimientos en informática apuntan que ése es precisamente el sistema que utilizan las instituciones protectoras de los derechos de autor (MPAA, SGAE, RIAA), a través de empresas subcontratadas, contra los usuarios de páginas de intercambio de archivos. De esta forma los ciberactivistas le dan a sus ‘enemigos‘ su propia medicina. Ahí está la trampa: si instituciones como la SGAE quieren evitar este tipo de ataques tendrían que conseguir que se declararan ilegales los ataques DDos, pero si eso ocurriera perderían su principal arma informática contra los ‘usuarios rebeldes’.

Además, por el momento, en España, el ataque DDos no está considerado delito. Cuando entre en vigor el próximo Código Penal (a principios de 2011) si estará considerado delito informático, pero hasta entonces los activistas tienen vía libre para tumbar las páginas para reivindicar sus argumentos en contra de la gestión de los derechos de autor.

A pesar de que las webs seguían caídas, los analistas de internet no prevén grandes daños, ni económicos ni de imagen, para las instituciones. "Es más, ahora la SGAE asumirá el papel de víctima e incluso puede que esto la fortalezca cuando patalee en contra de los violentos piratas informáticos", advierte un forero. De momento, la institución ha calificado el ataque de "bastante grave" e "injustificable".