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Cuánto dinero cuesta dejar la cocaína
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Cuánto dinero cuesta dejar la cocaína

Hasta hace unos años, nadie creía que la cocaína fuera tan adictiva. Pero lo es. No degenera físicamente, no es una droga marginal –de hecho, es

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Cuánto dinero cuesta dejar la cocaína

Hasta hace unos años, nadie creía que la cocaína fuera tan adictiva. Pero lo es. No degenera físicamente, no es una droga marginal –de hecho, es bastante cara- y su dependencia es lenta. Por eso, el paso del coqueteo al abuso es muy sutil, la coca engancha poco a poco, como el gusano de aquel anuncio que subía lentamente por las fosas nasales. Sin embargo, engancha tanto que cuando la persona reconoce que tiene un problema, ya han pasado años desde el primer día que probó una raya, y la rehabilitación es lenta, tanto como lo fue su adicción.

La cocaína es, sin duda, la droga del siglo XXI. Según los datos del último informe del Observatorio Español sobre Drogas (2005), 52.128 personas han recibido tratamiento en centros acreditados (más de 600), de ellas el 41,5% fue por el consumo de cocaína. El Gobierno es consciente del problema, por eso, el presupuesto del Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) en 2006 fue de 45 millones de euros, a lo que habría que añadir comunidades autónomas y otras instituciones. En total, se estima que en España se destina unos 400 millones de euros a la lucha contra la droga.

Pero, ¿cuánto dinero le cuesta a cada familia en particular liberarse del polvo blanco? Cada caso particular es un mundo, pero si se toma como referencia que el tiempo para rehabilitar a un cocainómano se sitúa en torno al año, se tiene que los precios pueden ir desde la gratuidad (servicios públicos), a los 3.600-7.000 euros/año (centros concertados) hasta los 50.000 euros/año (clínicas privadas).

El aumento de cocainómanos ha provocado que los tratamientos de rehabilitación se hayan tenido que adaptar a los nuevos tiempos, ya que desde los 80 éstos se centraban exclusivamente en la recuperación de heroinómanos. El perfil del consumidor de cocaína es muy diferente: tienen un nivel cultural alto, son padres de familia, el 70%-90% trabaja y llevan una media de siete a diez años consumiendo. Por eso, el tratamiento se realiza -en la mayoría de casos- a nivel de ambulatorio, es decir, no es necesario ingresar a la persona en un hospital y se lleva a cabo normalmente por las tardes, después de que el paciente haya terminado su jornada laboral.

De hecho, se ha comprobado que internar a la persona en una casa perdida en el campo no es la mejor solución. “La tendencia cada vez más en la psiquiatría es no aislar a los pacientes porque cuando vuelven a su entorno las recaídas son más fáciles”, asegura una portavoz del Plan Nacional de Drogas. A pesar de que suelen consumir diariamente, aunque sobre todo los fines de semana –incluso pueden llegar hasta los dos/tres gramos de viernes a domingo-, sólo se ingresan los casos muy desestructurados, es decir, cuando se ha roto con la familia, se ha perdido el trabajo o se ha cometido algún delito.

Veinticinco euros por persona y día

Hasta hace unos años, nadie creía que la cocaína fuera tan adictiva. Pero lo es. No degenera físicamente, no es una droga marginal –de hecho, es bastante cara- y su dependencia es lenta. Por eso, el paso del coqueteo al abuso es muy sutil, la coca engancha poco a poco, como el gusano de aquel anuncio que subía lentamente por las fosas nasales. Sin embargo, engancha tanto que cuando la persona reconoce que tiene un problema, ya han pasado años desde el primer día que probó una raya, y la rehabilitación es lenta, tanto como lo fue su adicción.