Cabrera rechaza que la asignatura de educación para la ciudadanía sea adoctrinamiento

La ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, aseguró este miércoles que la asignatura de educación para la ciudadanía y los derechos humanos "no es en absoluto adoctrinamiento, como algunos predican, sino que impulsará la solidaridad, la cohesión social y el diálogo intercultural". La ministra hizo estas declaraciones durante una mesa redonda con motivo del Foro Internacional de las Juventudes Socialistas, que se celebra esta semana en el campus de la Universidad de Alicante (UA), y en la que intervino junto al secretario de Movimientos Sociales de la ejecutiva del PSOE, Pedro Zerolo.

Ambos defendieron en sus respectivas intervenciones la idea de la alianza de civilizaciones planteada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Según Cabrera, la introducción de la citada asignatura en la educación general obligatoria tiene como objetivo que los alumnos "adquieran los conocimientos necesarios y actúen como ciudadanos en el ámbito público de acuerdo con los principios de la Declaración de los Derechos Humanos y la Constitución de 1978".

También promoverá "la lucha contra la xenofobia y la discriminación y fomentará el principio de igualdad entre hombres y mujeres contribuyendo así a luchar contra la violencia de género", adujo. Para la ministra, la educación "permite formar ciudadanos libres, conscientes de sus derechos y deberes y dispuestos a ejercerlos", al tiempo que contribuye al crecimiento de los países en vía de desarrollo.

"La cooperación cultural, política y científica entre todos los países es uno de los instrumentos fundamentales" para alcanzar el progreso en los países en vías de desarrollo, dijo. En esta línea, afirmó que la alianza de las civilizaciones es una iniciativa que, "más allá del mero diálogo, pretende activar medidas concretas en áreas como la integración social, los medios de comunicación o la educación".

Diálogo entre civilizaciones

Para Cabrera, la educación "es un elemento insustituible a la hora de promover el diálogo entre diferentes civilizaciones y culturas, así como para prevenir la intolerancia y el conflicto". Destacó la apuesta del ejecutivo por "la renovación y la modernización" de la educación, ya que es "uno de los pilares del progreso y el desarrollo, y pobreza e incultura, por desgracia, suelen ir siempre de la mano".

Insistió también en el carácter de "derecho fundamental, irrenunciable intrínseco e insoslayable" de la educación, "el principal medio que permite a adultos y menores marginados y desfavorecidos salir de esa situación y participar en la comunidad". Destacó también que este tipo de educación "desempeña un papel decisivo en la emancipación de la mujer, en la promoción de los derechos humanos y en la extensión y fortalecimiento de la democracia", argumentó.

Cabrera alabó la propuesta del Gobierno de condonar parte de la deuda de los países en vías de desarrollo "con el compromiso de que ese importe se destine íntegramente a la educación". Asimismo, Cabrera insistió en la necesidad de armonizar los estudios superiores en la UE para impulsar la construcción "de una Europa unida" y también porque "invertir en conocimiento es invertir en futuro y en sociedades más prósperas, justas y cohesionadas".

Por su parte, Zerolo, calificó de "magnífica" la idea de la alianza de civilizaciones, "la más importante que se ha expuesto en los últimos tiempos, una idea audaz y valiente que nace de los valores de la diversidad que ha tenido siempre la izquierda". Para el dirigente socialista, ésta "es una apuesta revolucionaria para vencer a quienes piensan que puede haber un choque de civilizaciones, una propuesta en positivo que tiene mucho que ver con los valores del Partido Socialista".